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La confluencia de los ríos Maipo y Mapocho constituyen un ecosistema único en los límites de la Región Metropolitana, la riqueza natural de estas comunas ha promovido la protección, cuidado y conservación de estos espacios por parte de sus habitantes, puesto que poseen características únicas en la zona central de Chile. Explora conversó con 6 organizaciones del territorio que nos cuentan sus iniciativas, actividades, preocupaciones y proyecciones.
El Río Maipo nace en la Laguna Nacimiento en los faldeos del Volcán Maipo, el Río Mapocho, por su parte, inicia su caudal en el Cerro El Plomo, con la unión de los ríos San Francisco y Molina. Estos dos grandes afluentes recorren más de 100 kilómetros atravesando Santiago, se encuentran y fluyen juntos en la comuna de El Monte, al Sur Poniente de la Región Metropolitana, teniendo su desembocadura al mar en Llolleo.
En este lugar coexisten con la cordillera de la costa, que alberga bosques, montañas de baja altitud, humedales, y numerosas especies de fauna nativa. Es precisamente esta zona la que se ha mantenido lejos del avasallamiento urbano que caracteriza otras comunas de la Región, dotándola de una identidad única, un ritmo menos acelerado y una presencia protagónica del paisaje natural.
Sebastián Zúñiga es ingeniero informático y fundador de la organización Cabras de Cerro, que además de brigada de prevención de incendios forestales realiza actividades de infiltración de riego para proteger el bosque esclerófilo de la comuna de Talagante, fuertemente afectado por la sequía de la zona central del país.
“Al final del 2016 e inicio del 2017 empezamos organizando salidas de senderismo/trekking por el sector más enfocadas al ecoturismo. Después de unos 5 meses de funcionamiento vino la tormenta de fuego y con eso nace la necesidad de proteger este bosque de manera consciente, nos encontramos una brigada voluntaria forestal en la Florida que llevaba años funcionando y ahí decidimos volcarnos a la prevención y combate de incendios forestales. Entonces nace la ONG Cabras de Cerro”.
Fueron las generaciones más jóvenes quienes vieron la riqueza natural de estos territorios, una de sus grandes preocupaciones fue la basura que quedaba en los sectores luego de paseos o visitas de personas de distintas partes de la capital.
“Mapuko nace en respuesta a la preocupación por la basura en el Trapiche y el Borde de Río, los habitantes de Peñaflor se empezaron a organizar para la limpieza, pero después el tema ambiental empezó a trascender ya que existía la amenaza de que se construyera una cancha en el borde de río, el alcalde no hablaría con nosotros a no ser que tuviéramos personalidad jurídica, ahí nos conformamos como organización. No triunfamos en esa causa, pero nos sirvió para delimitar líneas de acción” es lo que relata José Zúñiga, profesor de Biología y miembro de la organización Mapuko Peñaflor.
En la comuna vecina de El Monte, colindante a Melipilla, Isla de Maipo y Talagante se empezó a gestar un particular interés para realizar actividades con niños y niñas en establecimientos educacionales, que tuviese como objetivo el reconocimiento de flora y fauna del sector y que se trabajara tanto en el espacio río como cerro. Pero al igual que las experiencias anteriores, la iniciativa se fue ampliando a otros intereses más trascendentales.
Francisco Camaaño, General en Administración de profesión explica “Nuestra organización – Verde Nativo- partió con el objetivo de generar educación ambiental en la comuna de El Monte, porque es un paso fundamental para la protección del medioambiente. Después nos sumamos al Comité Ambiental de la comuna y hemos participado en la Eco Feria que es una actividad provincial, dentro de varias otras cosas que hemos hecho y seguimos haciendo”
El salto más grande de la organización fue el lanzamiento de Francisco Camaaño a una candidatura por el distrito 14º para la Convención Constitucional, candidatura que ganó siendo uno de los constituyentes más votados. “los chicos querían levantar una candidatura que fuera independiente, que tuviese relación con las demandas ambientales que llevan años discutiendose, yo siempre fui la cara visible en muchas oportunidades, entonces se acordó que yo fuera a la Convención y aquí estamos levantando distintas propuestas”.
Para Vinkor Sepúlveda la Ciencia Ciudadana ha sido una herramienta fundamental para acercarlo a temas ambientales, “me interesé mucho por una iniciativa llamada ‘Salvemos al abejorro nativo’ porque vinculaba el conocimiento científico con la participación de la gente, estudié técnico agrícola y me interesé en el tema de propagación de flora nativa, porque entendí su importancia, también me di cuenta de que debemos trabajar por un traspaso efectivo del conocimiento más técnico hacia la población, para crear conciencia y generar una mejor convivencia con el medio ambiente. En esta búsqueda conformamos, junto a otras personas, la organización “Recuperación Silvestre”.
Lo que caracteriza a las distintas organizaciones es la diversidad de sus integrantes, participan personas de todas las edades y distintas profesiones. Esto los ha llevado a ganar distintos proyectos provenientes del Ministerio de Medio Ambiente, FONDART y/o GEF Montaña.
Frente de Río partió como ONG y hoy está haciendo su transición a Fundación, actualmente trabajan con un proyecto que promueve el reconocimiento de flora y fauna nativa de la comuna de Talagante a través de caminatas. Francisco Abasolo es Ingeniero Ambiental y miembro de la organización Frente de Río, detalla cuáles son las actividades que proyectan, “Planeamos seguir forestando, hay un proyecto municipal para poder visitar y restaurar la ribera del río. También se está trabajando en un Vivero Municipal. Nosotros pudimos solventar algunas faltas que tenía la Municipalidad de Talagante porque tenemos experiencia y conocimiento de base, es importante que los habitantes se involucren con sus propias herramientas en los asuntos territoriales”.
Otro ejemplo de esto es la conformación de la organización Geonativa, que está enfocada en la gestión sostenible del territorio a través de cuatro ejes: emprendimiento – tecnología, medioambiente, económico y social. Hernán Flores es Ingeniero Ambiental y cuenta cómo empezaron a tomarse más en serio el trabajo de la protección, educación y conservación. “Un vecino del sector de Naltahua, una localidad de Isla de Maipo, menciona que tiene interés en proteger el lugar, y en esa búsqueda llegamos a la figura de Área de Protección Privada, antiguamente se pensó como Santuario de la Naturaleza, de a poco fuimos informándonos sobre qué era lo más conveniente. Se hace un levantamiento a nivel territorial con otras organizaciones: Cabras de Cerro, Frente de Río, Recuperación Silvestre. Finalmente desarrollamos un diagnóstico ambiental para el proyecto de protección de Higuerillas. Estamos aún trabajando en ello en asuntos legales de propiedad de cada sector que conforma esa zona”.
Además de esto Geonativa se acaba de adjudicar fondos para trabajar en la comuna con el objetivo de recuperar el patrimonio natural comunitario, buscando transformar Isla de Maipo en una comuna en que todo su entorno sea valorado y reconocido, tanto su historia, como cultura y su patrimonio medioambiental.
El motor de estas organizaciones está fuertemente marcado por la educación, concientizando y promoviendo el valor del paisaje que les rodea. Sobre esto, sus integrantes destacan la importancia de la educación al aire libre, “¿Cómo creamos a una persona ecoamigable? Eso ocurre a partir de un momento significativo de que esa persona haya estado en contacto con la naturaleza, las interrogantes que pueden aparecer, la conexión que llegas a tener con las especies, la visualización de los procesos caóticos de la naturaleza y como avanzas con ellos” afirma Sebastián Zúñiga de Cabras de Cerro.
En esta misma línea el integrante de Mapuko Peñaflor José Zúñiga declara “nosotros buscamos trabajar a partir de los sentidos, con distintas herramientas sensoriales, creemos que hay que vivirlo, hay que hacerse parte. Antes entendíamos el bosque en su valor ecológico, hoy lo vemos desde la relación con el ser humano, cómo nos involucramos, cómo nos emocionamos, cómo nos transmite sentimientos. El bosque tiene mucho que enseñarnos”.
Durante el año 2021 estas organizaciones formaron parte de la iniciativa Ciencia Ciudadana a través de la Mesa Territorial por el Agua, que a partir de los ejes: calidad del agua y escasez hídrica convocó a distintos actores a participar con sus herramientas, conocimientos y propuestas para abordar los temas ambientales más importantes de sus territorios.
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