La actividad implementada en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, consagró la activa participación de ECBI-Chile en el desarrollo del programa, reuniendo a profesores y profesoras seleccionados de 1° ciclo básico, correspondiente a los territorios del sur poniente de la Región Metropolitana.
Importantes desafíos, gran ambiente de camaradería y la significativa retroalimentación de experiencia educativas, consolidaron el lanzamiento de la iniciativa del Programa de Investigación e Innovación Escolar (IIE). Una actividad que convocó a los equipos de investigación desde Primero a Cuarto Año de Enseñanza Básica, fomentando la integración de todas las comunas del territorio sujetas a mayor vulnerabilidad y lejanía del polo urbano.
Margarita Santiago, Encargada del Programa de Investigación e Innovación Escolar (IIE), explicó que durante el presente año, el programa “se focalizó en docentes de primer ciclo básico que, por diversos motivos, habían quedado fuera del proceso. En 2023, les propusimos una ruta formativa diferente, orientada a robustecer su motivación e interés de seguir participando en futuras iniciativas”.
Los docentes manifestaron su satisfacción a través de Redes Sociales y plataformas institucionales de comunicación, destacando “la positiva retroalimentación generada durante y tras el evento, quedando sorprendidos de lo que pueden aplicar en sus aulas. Hoy se les está introduciendo al método indagatorio, siendo una excelente herramienta para trabajar en edades de niños pequeños de primer ciclo básico”, explicó Santiago.
A juicio de la Encargada de IIE, “los estudiantes aprenden a observar el entorno con otros ojos, prestan atención al detalle, comienzan a hacerse preguntas y a detectar problemas que quizás estaban ahí, pero que anteriormente les pasaban desapercibidos”.
Irene Reyes, profesional del programa ECBI de la Facultad de Medicina Occidente de la Universidad de Chile, quien ofreció un taller para modelar la metodología de los docentes, abriendo la oportunidad de experimentar y descubrir el proceso indagatorio, manifestó que “la Ciencia, es el mayor aporte es el desarrollo de habilidades. Cuando hablamos de un niño pequeño, su potencial nace desde que asiste a una sala de cuna y se refuerza en el colegio. Sin duda, hoy existe una tremenda oportunidad para que ellos desarrollen habilidades de pensamiento científico, sujetos a la capacidad de plantearse problemas, formularse preguntas y pensar en cómo responder a esas interrogantes”.
Francisca Farías, docente de la escuela Marcial Martínez de Ferrari, comuna de El Bosque, destacó los beneficios de una actividad que le permitió conocer a todo el equipo, sus iniciativas y a profesores tanto de su comuna como de otros sectores de Santiago, facilitando “el descubrimiento de una nueva área de las Ciencias, donde también se incentiva la participación de la comunidad educativa en este tipo de proyectos”.
En opinión de Mauricio Fuentes, profesor de la escuela Santa Rosa G-498, comuna de San Pedro, lo más importante “es poder llevar nuevas estrategias para nuestros estudiantes. En mi caso, pertenezco a una escuela rural, con 60 alumnos de primero a octavo básico y muy alejados del centro urbano”.
“Estamos en medio de los cerros, cayéndonos de la Región Metropolitana. De ahí que, mientras los niños tengan el mismo acceso a las actividades desarrolladas en Santiago, vamos a disminuir la brecha entre la educación rural con la implementada en la capital o el sistema privado”, explicó Fuentes.
