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Por: Paula Fredes Cortés
Solo diez años bastaron para secar completamente la Laguna Aculeo en Paine, histórico baluarte natural de la provincia del Maipo. Transcurría mayo de 2018 cuando se confirmó la noticia que ya era secreto a voces, debido a la crisis hídrica que por años ha sufrido la zona. El cambio climático y la sobre explotación de los recursos por parte de las empresas agrícolas son algunas de las teorías que hasta hoy intentan explicar un fenómeno que impactó al país y, especialmente, a las comunidades que habitan el sector.
Presenciar el vaciamiento de la laguna y ver cómo pese a los intentos no se pudo detener este proceso, motivó al profesor Cristián Machuca (31) a ahondar en este tema. Fue así como el docente del Liceo Polivalente Cardenal Caro, de la comuna de Buin, reunió a cuatro estudiantes del laboratorio de ciencias de su colegio que había conocido en séptimo básico, y decidieron desarrollar un proyecto de ciencia escolar que se propusiera evitar estos efectos.
“Quisimos buscar algo llamativo que estuviera relacionado con el área medioambiental, por lo que decidimos indagar en otros cuerpos de agua que estuvieran en riesgo y fueran de gran importancia para las comunidades para trabajar en su cuidado y conservación antes de que fuera demasiado tarde. Así llegamos a los humedales”, cuenta el profesor de biología.
¿Qué son y para qué sirven los humedales?
Según el Convenio de Ramsar los humedales son “una zona de la superficie terrestre que está temporal o permanentemente inundada, regulada por factores climáticos y en constante interrelación con los seres vivos que la habitan”. Éstos aportan distintos servicios ecosistémicos, como formación de suelos, cultivos en tierras anexas, soporte de biodiversidad; almacenaje, reciclaje, procesamiento y administración de nutrientes, como también culturales y de inspiración.
La multiplicidad de funciones de estas fuentes hídricas motivó a los alumnos Renato Garrido, Javiera Morales, Kevin Hernández y Catalina Lizama a focalizar su investigación en los humedales de Batuco (Región Metropolitana) y Cartagena (Región de Valparaíso), con la guía científica de Catherine Chirgwin de la Fundación Buin Zoo.
Del proyecto se desprendieron dos vertientes, una dedicada a elaborar un modelo didáctico para explicar la función de los humedales en relación al cuerpo humano, y otra donde se analiza si existe conexión entre la ubicación geográfica y el efecto antrópico que causa su deterioro.
“En el primero se hizo una comparación entre la fisiología humana y las estructuras que componen un humedal”, puntualiza Machuca. Así, las totoras, que filtran los residuos del agua, serían los riñones; el torrente, que funciona como bomba abastecedora de agua, el corazón; los árboles, que controlan la respiración del humedal, los pulmones; el cuerpo de agua, que recibe, absorbe y desecha, correspondería al sistema digestivo; los guardabosques y animales que protegen, el sistema inmune; la tierra del humedal, crucial para desintegrar sustancias, el hígado y, por último, las plantas, encargadas de proteger y regular la temperatura, serían la piel. Los agentes externos al humedal, como el cigarro o eventualmente los perros, podrían ser los antibióticos, debido al daño que puede causar su mal uso o cuidado.
En tanto, el segundo proyecto propuso una mirada más analítica. “Investigamos los humedales de Batuco y Cartagena, pero también nos trasladamos al sur para tener un contraste en tres sectores distintos de Chile”, describe el profesor. Algunos de los factores estudiados fueron la ubicación geográfica, densidad poblacional, urbanización y actividades económicas/comerciales en el territorio.
El proyecto reveló que mientras más urbanos y céntricos estén estos cuerpos de agua, mayor será el impacto antrópico. Por lo tanto, el humedal de Batuco, más cercano a espacios altamente poblados, está más “amenazado” que el de Cartagena, sin loteos ni zonas urbanizadas alrededor.
Grandes guardianes del planeta
Ambos proyectos, según cuenta Cristián Machuca, se propusieron crear conciencia sobre la importancia de estos espacios naturales y su cuidado en un contexto de cambio climático.
Esto porque son esenciales para regular el clima mundial, junto con los bosques y océanos. Además, según la Convención de Ramsar, los humedales sirven como sumideros de carbono al capturar cerca del 40 % de los gases de efecto invernadero generados en el planeta. Otros aportes están asociados a la estabilización de costas, la regulación de la cantidad y calidad del agua y su efecto barrera contra grandes huracanes, tormentas y fuertes vientos.
Todos estos beneficios, como también los resultados de la investigación, pudieron darlos a conocer en sus propias comunidades educativas, primero en el Congreso Provincial de Ciencia y Tecnología correspondiente a la zona del Maipo y luego en el Regional Metropolitana Sur Poniente. “El grupo ha participado en ferias científicas del colegio y charlas en cursos de enseñanza básica. Todo ese trabajo ha sido gratificante para el equipo, porque les ha entregado conocimientos, motivación, desplante y compañerismo. Muchos no sabían nada de humedales antes de este proyecto, pero ahora lo manejan muy bien”, reflexiona el maestro
Fotos: Paula Fredes Cortés
Foto humedal: Fundación San Carlos de Maipo, Buin Zoo
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