Entrevista: Cultura ancestral en el mar

  • 30 Noviembre, 2017

IMG 0888Las embarcaciones tradicionales y la navegación indígena son el tema central de Nicolás Lira, doctor en Arqueología, Etnología y Prehistoria de la Université de Paris 1 Panthéon – Sorbonne y académico de la Universidad de Chile. Este joven investigador relata que desde pequeño tuvo un interés particular por la historia y que mientras cursaba bachillerato en humanidades descubrió la arqueología. “Es una disciplina que tiene un área científica y otra humanista, algo muy atractivo y que me interesó muchísimo”.

Al poco andar Nicolás se acercó a la arqueología marina y subacuática, abordando principalmente el tema de las embarcaciones tradicionales como sistema central en las comunidades. “Cuando comencé a investigar descubrí que la navegación es algo que no estaba solamente presente en las comunidades indígenas costeras sino que era un fenómeno presente y estudiado en todo el mundo”, relata.

Desde allí sus temáticas de investigación lo han llevado a entender y buscar el patrimonio marítimo de nuestra cultura entre la Región del Biobío y Chiloé, tomando como punto de partida el periodo arcaico medio, del que datan las primeras evidencias de navegación en Chiloé con más de cinco mil años de antiguedad. “Esas evidencias son de tipo indirecto, lamentablemente no hemos encontrado las evidencias físicas, como las canoas o las balsas que podrían haber usado en esa época, pero si hemos encontrado sitios arqueológicos que nos demuestran que para esa época ya había navegación desarrollada”.

Preguntas como ¿qué tipo de embarcaciones eran?, ¿cómo las construían?, ¿cómo las utilizaban?, ¿cuáles eran las rutas que seguían? y ¿qué tipo de intercambio había entre la cordillera y la costa?, son algunas de las interrogantes que Nicolás ha desarrollado para ahondar en cómo se configuran las sociedades respecto al mar.

“Particularmente me interesa ver la relación del ser humano y el mar. Una relación que está desde los comienzos del desarrollo de la humanidad y que en mi caso abordo desde la movilidad, estudiando cómo el ser humano usa las embarcaciones y los cuerpos de agua de lagos, ríos y el mar para movilizarse y generar un intercambio pero también con una cosmovisión muy importante, sobre todo en la antigüedad”, explica.

El investigador comenta que esa relación ha ido cambiando con el tiempo, “antes era una vínculo mucho más integral con el medio ambiente y en particular con los océanos. Obviamente los pueblos costeros también explotaban los recursos de la naturaleza, pero esa relación iba más allá, tenía que ver con creencias, simbologías y mitos en los que el mar ocupaba un lugar importante”.

Nicolás comenta que además hay distintos tipos de acercamientos de los pueblos con el mar, dependiendo de los grupos humanos y de cómo se relacionan. “Por ejemplo, son distintas las sociedades que sólo explotan los recursos de la orilla de las que se asientan en la costa o las que se van movilizando y generando intercambios a larga distancia con otras sociedades. En estos casos encontramos distintos tipos de tecnología y de simbolismo”.

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Es así como, según relata Nicolás, para los canoeros del extremo austral, el mar no era visto como una barrera sino que como un medio que facilitaba la movilidad y la comunicación, y que también tenía que ver con su ideología. “Para ellos la canoa era el objeto más valioso que tenían, porque si se quedaban sin canoa no podían desplazarse a otros lugares ni explotar los recursos que necesitaban. Pero más allá de los recursos, la navegación tenía para ellos otros aspectos del tipo social, ya que les permitía poder relacionarse con otros grupos familiares”.

Algo diferente ocurre con los grupos Mapuches de la costa de La Araucanía, quienes son más sedentarios y tienen una relación distinta con el mar. “Este grupo tiene una relación principalmente desde la explotación, sin embargo, también tienen una visión mítica del mar. Para ellos el más allá está hacia el mar, es un lugar que está representado en la Isla Mocha, por lo que ellos tienen que navegar hacia esa isla”.

Nicolás relata que “todo esto tiene que ver con el patrimonio marítimo, con nuestra historia como país. Hay muchos vestigios de nuestra historia marítima en toda la costa, desde naufragios, infraestructura portuaria, hasta sitios prehistóricos sumergidos por los cambios en los niveles marinos. A estos estudios se incorpora todo lo relacionado con hallazgos arqueológicos encontrados en tierra que se relacionan con un pasado marítimo”.

A través de sus investigaciones, este científico dedicado a la arqueología de las poblaciones marinas, busca integrar las dimensiones culturales con las embarcaciones tradicionales de los distintos pueblos para comprender mejor nuestra historia, muchas veces oculta bajo el mar.

Imágenes: Nicolás Lira San Martín y 

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