El PAR Explora de CONICYT Región Metropolitana Norte, en conjunto con la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) iniciaron el mes de octubre con la 3ª edición de la Olimpiada de Ciencias para Primer Ciclo Básico.
Una soleada y primaveral mañana dio la bienvenida a niños y niñas que participaron en la primera fase de la Olimpiada de Ciencias. El certamen convocó a establecimientos de las 17 comunas incluidas en el PAR Explora RM Norte. La Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) y la Escuela Salvador Sanfuentes fueron las sedes del torneo.
La Olimpiada de Ciencias para Primer Ciclo Básico tiene un sello distintivo: integran simultáneamente conocimientos en física, química y biología, a diferencia de otros certámenes que lo hacen de forma individualizada. Además, la gran mayoría de los torneos se han centrado en poner a prueba las habilidades y competencias científicas en estudiantes de Educación Media, olvidando estimular el interés y la curiosidad por las ciencias desde edades tempranas.
“Al motivar a los estudiantes de Primer Ciclo Básico, a través de pruebas teóricas y experimentales, podríamos provocar alguna estimulación en las vocaciones científicas”, explica Juan Vargas Marín, decano de la Facultad de Ciencias Básicas de la UMCE, quien junto a Elia Soto, directora del PAR Explora de CONICYT Región Metropolitana Norte y Tatiana Urzúa, profesora de UMCE, fueron los artífices de la Olimpiada de Ciencias.
El diseño de las preguntas mide las competencias o habilidades científicas que tienen que desarrollar las y los estudiantes de acuerdo a los programas oficiales del Ministerio de Educación. En química, por ejemplo, se estudian los cambios de estado y cómo estos se manifiestan en la vida cotidiana –en forma de granizo, nieve, lluvia-. ¿Por qué cae agua en el espejo del baño tras una ducha caliente? El programa oficial establece que los estudiante tienen que identificar el proceso de condensación; sin embargo, no explicita ejemplos. “Nosotros, a través de preguntas contextualizadas, hacemos el esfuerzo para llevarlos a la práctica”, explica Vargas.
Asimismo, cada prueba toma en cuenta elementos psicométricos. Esto significa que está equilibrada respecto al número de preguntas con un nivel cognitivo alto, medio y básico. “Las preguntas que producen la discriminación son las que miden las competencias científicas superiores, explica Vargas. No obstante, se ajustan a las habilidades que niños y niñas tienen que desarrollar de acuerdo al curso”.
Pruebas teóricas y experimentales
La Olimpiada de Ciencias para Primer Ciclo Básico se estructura en tres etapas. La fase interescolar, realizada el sábado 1 de octubre, fue la primera. Más de 350 estudiantes pusieron a prueba sus conocimientos teóricos en Ciencias de la Vida; Ciencias Físicas y Químicas; Ciencias de la Tierra y el Universo, a fin de pasar a la segunda: la semifinal intercomunal. Esta se realizará el sábado 5 de noviembre y pondrá a prueba a los 6 estudiantes con los mejores puntajes de cada comuna (2 por nivel).
Por último, la fase final intercomunal del 26 de noviembre, será una prueba experimental, donde participarán los 15 estudiantes que hayan obtenido los mejores puntajes en cada nivel, de los cuales se premiarán 9 finalistas por nivel. Esta prueba se caracteriza por ser indagatoria, una metodología que se está desarrollando fuertemente en Chile para la enseñanza de las ciencias. Las y los estudiantes se enfrentarán a un problema, materiales para resolverlo, pero no contarán con una guía que explique lo que hay que hacer. Por ejemplo, en una bandeja se pondrá una planta de romero, un alfiler, un clip, un elástico, etc. para que puedan clasificar estos materiales de acuerdo a sus propiedades –rígido, flexible, opaco, transparente-.
Experiencias para todos
Nayarit Salinas, profesora del Colegio Municipal Juan Pablo Duarte, ha participado en las tres ediciones de las Olimpiadas de Ciencias. Sus estudiantes ganaron medallas de oro y plata. “Ganar es muy valorable porque en este establecimiento estudian niños de todos los estratos sociales; sin embargo, lo más gratificante para mí es que ellos participen motivados, seguros de los conocimientos que tienen”.
En cambio, María Angélica Segovia, profesora del Colegio Hispanoamericano, participa por primera vez en este torneo. “Estas actividades fuera del aula, potencian una actitud positiva en los estudiantes, ponen a prueba sus capacidades, lo que han aprendido y lo que hemos logrado trasmitirles. Es una experiencia enriquecedora tanto para profesores, apoderados y especialmente para los chicos”.
Alejandra de Petri, acompaña a su hijo Cristóbal, del Colegio Antártica Chilena, quien participó en la edición anterior y llegó a la fase experimental. “Repetimos este año porque Cristóbal encuentra entretenida la Olimpiada, le dan ganas de saber y estudiar más”.
Gabriel Rojas, apoderado del Colegio Juanita de los Andes, considera que esta iniciativa es muy estimulante: “Estoy orgullo de que mi hija participe, le interesan estos temas, siempre trata de investigar más y se cree el cuento”.
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