¿Qué es la interpretación ambiental? ¿Cómo crear un sendero? ¿Qué se necesita para despertar el interés en los visitantes? Sebastián Infante de Tezanos, director de la Fundación Senderos de Chile, organismo creado en 2009 bajo el alero de la Comisión Nacional de Medio Ambiente, nos cuenta cómo hacerlo.
La Fundación Senderos de Chile nació para llevar a cabo una efectiva protección del patrimonio cultural y natural del país y, para ello intentó unir el país de sur a norte a través de un conjunto de senderos, capaces de representar la gran diversidad de paisajes, culturas y ecosistemas. Pese a que este longitudinal sendero no llegó a concretarse, la Fundación es uno de los principales actores del senderismo y la interpretación ambiental en el país.
La interpretación ambiental es un acto de comunicación, que busca producir una experiencia en la persona que visita un paisaje natural. A nivel mundial cobró sentido en la década de los cincuentas, con la creación de los primeros parques nacionales en países anglosajones, como Inglaterra, Estados Unidos, Australia. En Chile, si bien la interpretación ambiental es más incipiente, no por ello es menos importante. Infante de Tezanos destaca el Taller Internacional de Interpretación Ambiental organizado por CONAF y FAO en el Parque Nacional Puyehue (1992); el trabajo desarrollado por el veterinario chileno radicado en España Jorge Miranda Morales y la difusión realizada por más de una década por parte de la Fundación Senderos de Chille fueron los tres hitos que marcaron la historia de la interpretación en el país.
Manos a la obra
Cuando planificamos un sendero, tenemos que trazar el recorrido, estimar el tiempo que tomará la caminata, y lo más importante: identificar los puntos con potencial interpretativo. Estos son similares a las escenas de una película si se toma como metáfora el cine, donde el relato que realiza el monitor tiene que estar estructurado a través de una secuencia lógica que necesariamente creará o generará suspenso, tensión, a fin de interpelar al participante. “La interpretación no consiste en informar, señala Infante de Tezanos. El que te escucha está haciendo uso de su tiempo libre y tú tienes que atrapar su atención, apelar a sus emociones”.
La interpretación ambiental también puede ser realizar mediante cartelería. Sin embargo, de acuerdo a estudios llevados a cabo por psicólogos estadounidenses, el tiempo que invierte una persona en leer un cartel no superará los 45 segundos. El exceso de contenidos tiene una muy baja eficacia, añade Sebastián, e inmediatamente pone como ejemplo de lo que no hay que hacer, la señalética turística que está distribuida al borde de las carreteras en Chile. Lo habitual es que los mapas contengan información excesivamente precisa y técnica, con un sinnúmero de detalles que las personas olvidarán al momento de no tenerlos al frente. Una correcta catelería tiene que integrar de forma armónica los elementos gráficos junto a un lenguaje apelativo, lúdico y corto.
Uno de los proyectos emblemáticos de Sebastián es el sendero del Cerro San Cristóbal, donde consiguió gracias a la afluencia de más de 1.500 personas en menos de un año, que se declarase patrimonio artístico el mural de la piscina Tupahue (de 28 metros de alto por siete de alto), que fue inaugurado en 1966.