En el marco de la tercera jornada del Programa de Investigación e Innovación Escolar (IIE) del PAR Explora Aysén del Ministerio de Ciencias y Universidad Austral de Chile, Campus Patagonia, conversamos con Rodrigo Merino, Magíster en Innovación Tecnología y Emprendimiento, cofundador de Humm Co-Creation y relator IIE
Durante la entrevista abordamos la relación entre la curiosidad, la tecnología e innovación su importancia para la ciencia escolar y el rol de programas como Investigación e Innovación Escolar implementado por el PAR Explora Aysén.
¿Qué destaca de esta jornada del Programa de Investigación e Innovación Escolar?
La buena onda, el optimismo, el compromiso de los niños. Siempre es un agrado venir a la región de Aysén a hacer este tipo de talleres porque Explora Aysén tiene una gran afinidad con los establecimientos educacionales de esta región y los niños lo perciben, participan muy activamente de las actividades que el Proyecto realiza, entonces hay una muy buena disposición, los equipos están siempre atentos y son muy participativos.
Se habló de curiosidad, tecnología e innovación. ¿Cómo se vinculan estos temas entre sí?
La relación entre curiosidad, tecnología e innovación van de la mano, como un proceso, el cual permite plantearse preguntas y problemas, accionar herramientas para generar soluciones innovadoras, que básicamente son soluciones creadas para las personas basadas en el conocimiento. Si pensamos en cómo juntarlo todo en un mismo proceso, hablamos hoy en día de un enfoque integral de la forma de pensar la creatividad lo que permite potenciar el pensamiento crítico y reflexivo.
En Humm Co-Creation nos preocupamos por activar el hemisferio derecho del cerebro de los participantes de nuestros talleres, el cuál está asociado a la imaginación, la intuición y la capacidad de visualizar nuevas posibilidades, para complementarlo con lo más racional y analítico asociado al intelecto, vinculado al hemisferio izquierdo de nuestro cerebro. Así buscamos equilibrar ambos hemisferios para estimular la imaginación. Entonces, básicamente es incentivar a los participantes a poner a disposición su creatividad e imaginación al pensamiento más lógico, con lo cual son capaces de generar soluciones más innovadoras. Entonces, les enseñamos a gestionar creatividad para lograr soluciones a problemas centradas en las personas, a través de prototipos funcionales adecuados al contexto de los actores que participan directamente de los problemas que ellos abordan.
Y, ¿qué rol cumple esto en la ciencia escolar?
Es necesario incentivar a los niños, niñas y jóvenes a aprender a usar las tecnologías que tienen la disposición para investigar, reflexionar y crear soluciones a problemas. Cada vez más, la inmediatez ha dificultado los procesos de inmersión necesarios para generar soluciones innovadoras. ¿Entonces qué necesitan? Eso, activar más estas herramientas. A veces tendemos a demonizar algunas herramientas digitales que hoy son tan populares, pero, que bien utilizadas, pueden ser recursos potentes para que niños, niñas y jóvenes accedan al conocimiento científico y tecnológico de manera ágil, además de potenciar sus procesos creativos.
¿Qué se lleva de la experiencia de ser relator de Investigación e Innovación Escolar de Explora Aysén?
Me encanta participar de estas jornadas; salgo con la mente revitalizada también por el entusiasmo que tienen los equipos. Estamos desde las nueve de la mañana hasta las cinco de la tarde, con apenas un par de pausas para colación. Aún así, ver a las niñas y niños atentos y participativos en actividades que, a veces, puede ser un poco poco denso o complejo de entender, es muy gratificante. Se nota que las niñas, niños y jóvenes tienen ganas de aprender y activar su creatividad.
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