Sergio González, iquiqueño, sociólogo, historiador y premio nacional de Historia del 2014:
“La ciencia y la tecnología tienen que llegar a la población en general y se van a desarrollar en la medida que las universidades lo hagan”
*El Sociólogo que ha escrito sobre la cultura pampina, los pueblos altiplánicos y las relaciones de Chile, Perú y Bolivia conversó con Explora Tarapacá y comentó la importancia de la ciencia, la tecnología y la educación para la región de Tarapacá.
Sergio González es nacido en Iquique y actualmente trabaja en el Departamento de Ciencias Históricas y Geográficas, de la Facultad de Educación y Humanidades de la Universidad de Tarapacá. Anteriormente estuvo vinculado por 25 años a la Universidad Arturo Prat. Es Sociólogo de la Universidad de Chile y cuenta con otras especializaciones, un magister en Desarrollo Urbano Regional en la Pontificia Universidad Católica; un postgrado en Ciencias Sociales de la FLACSO y el posteriormente hizo un doctorado en Educación en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano y otro en Estudios Americanos con mención en relaciones internacionales en la Universidad de Santiago de Chile.
Sergio González es conocido por sus publicaciones que detallan la cultura pampina, los pueblos altiplánicos y las relaciones entre Chile, Bolivia y Perú. Entre sus publicaciones destacan “Iquique y la pampa: relaciones de corsarios, viajeros e investigadores” (1994); “Chilenizando a Tunupa: la escuela pública en el Tarapacá andino” (2002); “Arica y la triple frontera: integración y conflicto entre Bolivia, Perú y Chile” (2006), entre otras publicaciones.
Durante el 2015 y el 2016 participó como miembro del Consejo de la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología (Conicyt), al ser llamado por la Presidenta Bachelet y antes había integrado el Grupo de Estudios de Historia del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico. En la actualidad es un referente de opinión con columnas que escribe con cierta regularidad para La Estrella de Iquique y mantiene un vínculo especial con nuestro PAR Explora de Conicyt Tarapacá (ejecutado por la Corporación de Desarrollo Tarapacá). Vamos a su casa y conversamos sobre ciencia, tecnología y la realidad de la región de Tarapacá.
-¿Cómo ve la motivación de los estudiantes por la ciencia y la tecnología en la actualidad?
-Los jóvenes necesitan un acicate (estímulo/entusiasmo), el cual debe cruzar a toda la sociedad. Primero hay que generar ideas, hay que pensar nuestra región, ya que no la hemos pensado con detención. Y con ello debemos consensuar un proyecto político en el significado más amplio y trascendente del término. A los jóvenes hay que hacerlos soñar, hay que entusiasmarlos. A partir de ahí viene este acicate, porque después ellos van a querer ser alguien en la vida.
-¿Cómo podríamos desarrollar aún más la ciencia en la región de Tarapacá?
-La ciencia y la tecnología se van a desarrollar en la medida que las universidades locales se desarrollen, todas. La Unap, que ha sido la más importante en la región; la Universidad Santo Tomás, que también está desarrollando actividad en el campo científico; Inacap y por su puesto la Universidad de Tarapacá; que también está viviendo un impulso importante en esta etapa. En la medida que las universidades locales se desarrollen, se va desarrollar la ciencia, la tecnología y la innovación en la región, pero eso no basta, es necesario establecer relaciones con el mundo empresarial, con el mundo educativo en general y con otros organismos del estado. Y es muy importante que la ciencia, la tecnología y la innovación estén incluidos a nivel regional en la estrategia de desarrollo regional. Que proyectos tan importantes como los FIC rescaten información para aportar realmente a la sociedad actual. Además, debemos generar pequeños polos de desarrollo, hay que aprovechar las potencialidades que tiene nuestra región para ir generando esta sinergia entre los centros de investigación científica, las universidades y las empresas.
-¿Qué le parece el trabajo que realiza Explora en Tarapacá?
-Uno de los programas más exitosos de Conicyt es Explora y eso me parece muy importante porque la ciencia no puede quedar enclaustrada en los laboratorios o en las aulas académicas o en revistas de corriente principal. La ciencia y la tecnología tienen que llegar a la población en general y en particular a los estudiantes de enseñanza básica y media. Debemos reconocer que la ciencia siempre ha tenido un espacio que es propio para poder sentirse autónoma de decisiones políticas o económicas, para poder realizar su trabajo con libertad, pero eso no significa que la ciencia se aísle y que tenga un especie de cerrazón para que este conocimiento se divulgue, por tanto lo que hace Explora es crear un puente de comunicación entre los científicos y la comunidad, pero en particular con la comunidad escolar.
-Hoy en día sabemos que usted participa del Centro de Investigaciones Patrimoniales de la Universidad de Tarapacá, cuéntenos de ello.
-El CIPAT es Centro de Investigaciones Patrimoniales y desde mi punto de vista del territorio también, pero está en un proceso inicial. Es un centro que depende de la facultad de educación y humanidades, pero en particular de Departamento de Ciencias Históricas y Geográficas. Ahí están confluyendo jóvenes de las mas diversas disciplinas, desde la arqueología, la historia, la astronomía, musicólogos, genealogistas, sociólogos, por lo tanto es un centro muy amplio, pero que tiene como propósito el rescate y la proyección del patrimonio regional, pero por sobretodo contribuir al desarrollo de la región, donde el patrimonio es un tema muy importante, por sobre todos los estudios del patrimonio.
-Desde su punto de vista, ¿cómo podríamos seguir desarrollando la región de Tarapacá?
-Con la zona franca, las empresas, la minería, el turismo y el patrimonio que tiene un aspecto turístico, entre otras cosas. El patrimonio regional se puede transformar en una industria cultural extraordinaria y ahí se puede desarrollar otro polo muy significativo o un tecnopolo. Tenemos el tema pesquero, agrícola, los estudios del desierto, pero lo importante es que podamos llevar adelante tecnopolos a escala pequeña o mediana. No podemos seguir con este modelo extractivista de exportación primaria porque vamos a seguir marcando el paso de crisis en crisis. Pasamos de una crisis a otra. Tenemos que diversificar nuestra matriz productiva y cultural, porque la matriz productiva es muy importante, pero yo encuentro que es mucho más importante si tenemos una densidad importante y significativa en lo cultural. Los países que tienen densidad cultural e intelectual, aunque hayan sufrido grandes catástrofes como guerras mundiales, vuelven a emerger, porque la base del desarrollo está en las personas, está en el capital cultural relevante que solo lo da una buena educación y surge a partir de relaciones sociales muy ricas.
-Con la presentación “viajeros y científicos decimonónicos en el Iquique salitrero” usted explica la llegada a la región de personalidades importantes a nivel mundial ¿qué pasó de un tiempo a esta parte?
-Hay que reconocer dos cosas, primero que los viajeros del siglo 18 y 19 ya no existen, porque era el carácter de esa época. Los viajeros de los que comento en mi presentación eran muy importantes y grandes sabios. Probablemente nuestra región ahora es menos atractiva que antes y es nuestra tarea revertir esta situación. Y no basta que sea atractiva sólo porque tenga una actividad económica, por Zofri o por las Playas, tenemos que hacerla atractiva porque haya algo que llame la atención. En el campo particular de la educación yo siempre he pensado que nosotros debemos potenciar algunos centros o que las universidades destaquen a su región. Por ejemplo el desierto nos ofrece una particularidad que otros no tienen, los cielos de Tarapacá, la posición geográfica, ya que estamos ubicados en un lugar del mundo que es un privilegio si lo comparamos con el resto de Chile. Tenemos muchas condiciones que harían más atrayente que los científicos se vinieran para acá. Nosotros podemos transformarnos en un polo de atracción científico, tecnológico y cultural muy significativo con las universidades, el mundo empresarial y las autoridades que dirigen la región y por su puesto con la comunidad. No hay desarrollo sin ciencia, y dentro de las ciencias sin humanidades.
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