Commençons par examiner son graphisme et sa conception. La meilleure façon de trouver un site Web à étudier est de regarder, mais cela n'a généralement aucune incidence sur votre décision de vous inscrire ou non. Le scénario de Viggoslots n'est évidemment pas son argument le plus fort. https://gratowin.org/ Bien que le fond soit d'un bleu naval constant, cette scène manque cruellement d'énergie. Sur cette page, seul un menu déroulant propose quelques choix qui semblent intrigants mais aussi un peu vibrants. L'utilisation de cette offre d'accueil est soumise à des restrictions, malgré le fait qu'elle mérite d'être visitée.
Hace unos 15 años, Felipe Serrano, participó de una actividad del Programa Explora junto a la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. En esa oportunidad fue junto a sus compañeros de colegio a conocer y trabajar en laboratorios de esa casa de estudios. Allí conoció el instrumental que se utiliza, trabajó con sus compañeros de curso en una investigación científica y presentó esos resultados en una feria escolar realizada en el Museo Interactivo Mirador. Fue una de las primeras aproximaciones del ilustrador científico con las ciencias biológicas.
El profesor que lo llevó a esta actividad fue quien lo impulsó a seguir una carrera en el área biológica. Hoy Felipe es Licenciado en Ciencias Biológicas y Magister en Biología Celular y Molecular de la Universidad Católica de Chile. También es parte de la Fundación Cultura Científica, Guild of Natural Science Illustrators y de la Asociación Chilena de Periodistas y Profesionales para la Comunicación de la Ciencia.
Desde el tercer año de universidad ya realizaba pasantías en los laboratorios de la UC. En el laboratorio, no solo trabajó en labores netamente científicas, sino que colaboró con sus profesores y colegas creando gráficas, presentaciones y posters científicos. De esta forma, además de publicar sus trabajos científicos, también siempre aparecía su nombre en la autoría de los dibujos que acompañan las investigaciones. Pese a investigar y publicar, a Felipe algo le faltaba, no estaba conforme con su trabajo.
Tiempo después postuló al doctorado en Biología Celular y Molecular y logró iniciar sus estudios en el área hasta llegar a la presentación del proyecto de tesis. Fue en ese instante, luego de reflexionarlo durante largo tiempo, que decidió renunciar al trabajo de laboratorio, pero sin renunciar a su pasión por la ciencia.
Cinco años después de esa decisión, Felipe es actualmente ilustrador científico. Crea imágenes para publicaciones científicas y de divulgación, además de uno que otro trabajo en diseño para empresas. Y tal es su talento que su trabajo lo llevó recientemente a ilustrar la portada de la revista Nature Cell Biology, de una de las editoriales más reconocidas en el mundo científico.
¿Cómo aprendiste a hacer ilustración?
Fue autoaprendizaje. Un día descargué Illustrator (software de dibujo vectorial) y lo ocupaba en el laboratorio para hacer los posters de científicos o para los gráficos. Ya tenía un manejo básico del programa, luego compré un tablero digital y comencé a aprender. También tomaba cursos de figura humana, me enseñaban un poco de acuarela, tomé el curso en Chiloé de ilustración botánica y el Diplomado en Diseño Editorial de la Universidad de Chile. Ese me sirvió para manejar técnicas con los dibujos.
El diseño editorial de libros es un mundo totalmente diferente al de la investigación científica.
Yo lo veo como una especie de evolución. Primero era el asunto de la ciencia, de investigar, todo el cuento. Después viene la ilustración como complemento a la investigación. Luego viene el diseño editorial que es la mezcla de todo, y eso se traduce después en divulgación científica, como el otro gran salto.
¿Tienes referentes en divulgación científica, de ilustración?
En términos de ilustración, muchos no eran considerados divulgadores porque lo hacían como un trabajo científico. Por ejemplo, Ernst Haeckel, alemán del 1900, fue una persona influenciada por la mecánica de Darwin y Humboldt. Era médico, pero decidió que quería estudiar biología y clasificar animales. La familia no lo dejó y se fue a trabajar a Italia a un hospital. Allí aprovechó de salirse de eso y dedicar toda una veta artística a lo que es la clasificación de animales y organismos unicelulares. Dentro de ellos están los radiolarios. Él los clasificaba, pero en base a dibujos, entonces los distribuía de una forma tan elegante y estética que aplicaba arte a ciencia.
Y de referente contemporáneo, el que siempre me ha gustado es David Goodsell, que hace acuarelas de estructuras de proteínas. Probablemente el uso de los colores que tiene es lo que me llama la atención, de ahí he intentado replicar cosas.
¿En qué diferencias los dibujos de paper con los de divulgación?
Lo primero que siempre pienso es al público que va dirigido. Yo creo que como ilustrador científico que, además, viene del área científica, no se me dificulta tanto hacer un dibujo técnico-científico. Porque en realidad si quieren incorporar moléculas y todo, está todo como muy estructurado. Es mucho más cómodo dibujar. Pero cuando uno hace un dibujo orientado a niños, por ejemplo, es mucho más difícil porque tienes que captar la atención del niño y tienes que utilizar herramientas de diseño, mucho más gráficas. Jugar con más colores, probablemente. Entonces, tiene que ser mucho más enriquecedor gráficamente y tener un doble mensaje. Y en ese sentido es mucho más difícil la ilustración de divulgación porque tiene que tener componente estético.
¿Tienes algo en el tintero, algo que te gustaría trabajar?
En tema de divulgación estoy en varias cosas. La Universidad Autónoma tiene todo un set de líneas editoriales, por así decirlo. Salió un libro de bacterias y van a salir varios libros con ese enfoque científico. Uno es sobre un tema para público de educación media, que sea más bien adolescente. Probablemente lo trabajaré el próximo mes.
Ahora estoy haciendo otro libro ligado también a la Autónoma. Es sobre medio ambiente y va a salir a fines de agosto. En eso estoy trabajando tanto diseño completo e ilustración. Este va a ser un libro mucho más interactivo, más jugado con las páginas, y va a hablar por sí solo.
Por otro lado, hay algunos profes que desean hacer libros ligados a temas como evolución o ecología. También en la dinámica de la divulgación científica.
Por supuesto, Felipe Serrano no es el único en Chile que se dedica a la ilustración científica. Durante la conversación, destacó algunos artistas que hacen comunicación de la ciencia con sus creaciones. Entre ellos el muralista Andro con formación científica en biología; Planeta Errante, con infografías en astronomía; y Anima Hop, que hace graffitis murales en astronomía. “Sé que en botánica e ilustración animal hay hartas personas que trabajan, son sequísimos y ahí aplican todo el arte”, señala Serrano.
Pero su área es diferente, sus ilustraciones reflejan cosas que no se ven a simple vista como una planta o un animal. Según él, es incluso “imaginaria”, porque debe basarse en resultados científicos y gráficos.
Para que Felipe pueda plasmar la idea de una investigación en un dibujo es necesario que el equipo interesado le presente sus conceptos. En el mejor de los casos es a través de una presentación, mientras que, en otras, es una hoja de papel llena de flechas. Su misión es orientar las ideas que les presentan los académicos para generar un producto.
¿Te hacen un dibujo en una servilleta?
Claro. Algunos son más preparados y tienen su PowerPoint con todo el trabajo hecho. Eso es lo más importante que necesito para un dibujo. No necesito que me entreguen una obra maestra, sino que me entreguen la idea central, eso es lo que me sirve. Ya sea para hacer un afiche, para hacer un libro, para hacer lo que sea, necesitas la idea central. Lo que quieren destacar o cómo lo quieren mostrar.
¿Alguna vez te ha tocado que no tiene relación lo que dibujaste con lo que dice el paper?
Más que reclamos por el contenido he recibido reclamos porque no les gusta la estética. Hay profes que lo quieren a su forma, a su manera y tienes que olvidarte del diseño. Científicamente quieren algo específico y está listo. Hay que jugar con el estilo, pero muy rara vez pasa eso. Después el profe reconoce que quiere hacerlo y lo hace a su pinta. Es poco frecuente.
Necesitan que se capture bien el tema que se está trabajando.
Exacto. Eso pasa con el libro que va a salir a fines de agosto. Estamos contrareloj, pero preferí mandar un prototipo que ya está diseñado y ahí pueden criticarlo. Prefiero que lo hagan ahora, porque así puedo seguir trabajando en paralelo con otras ilustraciones. Después llega de vuelta con correcciones y lo cerramos, siempre con la idea de no entregar todo a última hora. Siempre buscamos que sea lo más conversado posible.
Fotografía: Ramón Rivera A.
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