Agricultura Orgánica: la apuesta del Club de Ciencias del Colegio Stma Virgen María de Las Cabras

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  • 27 Diciembre, 2014

La agricultura orgánica fue la apuesta del Club de Ciencias del Colegio Santísima Virgen María de Las Cabras; es así como desde 2012, a través de diversos proyectos de financiamiento presentados a EXPLORA y otras entidades, han logrado desarrollar varias iniciativas relativas al tema.

Esta escuela rural, emplazada en el sector El Durazno Chico, tiene una matrícula cercana a los 80 estudiantes, y más de 20 de ellos participan del mencionado club, involucrando además a los apoderados del establecimiento, con quienes comentan y colocan en práctica sus descubrimientos.

Dentro de las investigaciones que han realizado están: “Rescate de la sabiduría Ancestral para Plaguicidas Orgánicos”, luego desarrollaron un huerto orgánico dentro de los terrenos del establecimiento, para seguir este año con el proyecto“Astronomía y agricultura: Estudio de prácticas milenarias”, con el que participaron del Congreso Regional Escolar de Ciencia y Tecnología de EXPLORA CONICYT.

Según explicó el profesor Luis Carvajal, su colegio cree en “los procesos naturales que se van dando en la formación de los niños y niñas, y en todos los aprendizajes que deben descubrir, especialmente de sus fortalezas, debilidades y potenciales en los diversos ámbitos de la vida”. Por tal motivo, ellos reciben estudiantes con una alta tasa de vulnerabilidad social, y trabajan con los apoderados de la escuela, para crecer en comunidad como conjunto.

Plaguisidas Orgánicos

Las primeras experiencias consistieron en el control de plagas sin productos químicos; Así, se hicieron trampas con botellas recicladas para moscas, se usaron soluciones con ajo, tabaco, sal, entre otros, según explicó Carvajal. Por ejemplo los apoderados usaron ajo o tabaco para controlar pulgones; sal y cerveza contra las babosas; con el objetivo de prevenir las plagas, no de eliminarlas.

Luego en 2013, gracias al FOSIS hicieron un huerto de agricultura orgánica; en donde colocaron las plantas de tal manera que fueran especies que se beneficiaran mutuamente, por ejemplo, de distinto tamaño, forma de crecimiento, aprovechando al máximo el espacio; y controlando además, las plagas en forma mutua.

“Fue un desafío porque todo el trabajo que desarrollamos, tenía por objetivo sacar el máximo provecho en cuanto a conocimiento, hablar de matemáticas, y de otras asignaturas en el huerto como algo natural”, comentó Carvajal.

El profesor aseveró además que “hemos obtenido bastantes logros de los niños, han llevado a sus casas el conocimiento y las experiencias adquiridas acá; por eso el entusiasmo de seguir con más iniciativas en este mismo tema”.

Agricultura Orgánica

La agricultura orgánica, según el académico de la UC del Maule y magister en Agroecología, Carlos Pino se define como un “sistema holístico de producción, elaboración y etiquetado de productos que básicamente se producen libres de sustancias tóxicas, agroquímicos y organismos genéticamente modificados”. Asimismo, este tipo de agricultura tiene más implicancias sociales, pues protege la salud de sus trabajadores, al no usar productos químicos y promover la vida sustentable.

Según explicó el docente, el sistema de producción orgánico tiene varios sinónimos; así en el mundo se le conoce también por producción biológica o ecológica. En Chile se rige por la Ley 20.089, que crea el Sistema Nacional de Certificación; cuyo cumplimiento es fiscalizado por el Servicio Agrícola Ganadero (SAG).

Pino comentó que esta actividad comenzó en Chile ligada a la agricultura familiar campesina en los años ’80; sin embargo hoy se desarrolla también a gran escala. Así, en viñas hoy son más de 5500 hectáreas las que están bajo esta modalidad. “En términos proporcionales, el 5,5 por ciento de la superficie total dedicado a viñas, está bajo manejo orgánico; además, hay producción en frutales de exportación, como manzanos, kiwis, paltos o berries con predios que alcanzan las 200 ó 300 hectáreas inclusive.”

En cuanto a la diferenciación con la permacultura, el académico comentó que esta ciencia de diseño, se rige por los ciclos energéticos y sus equilibrios, a diferencia de la agricultura orgánica que está normada.

En cuanto al costo de este tipo de producción, aseveró que “no es sinónimo de que sea más caro; por ejemplo, a pequeña escala, si tienes una gran diversificación de productos, varías las labores en mano de obra y reduces los costos en insumos”. Agregando que en el caso de cultivos a gran escala, el valor al producir aumenta, pero también tiene un retorno mayor.

 
¿Sabías qué?
– Chile cuenta con una normativa de certificación para los productos orgánicos, la Ley 20.089, que crea el Sistema Nacional de Certificación, para asegurar y certificar que sean producidos, envasados, elaborados y manejados de acuerdo a las normas de esta ley y sus reglamentos; siendo el SAG la autoridad competente para la fiscalización y cumplimiento de ésta.
 
– Cualquier persona puede producir en forma orgánica, existen dos modalidades: la primera mediante una certificadora registrada en el SAG, que actualmente son 4: IMO, BCS, Ceres, y Argencert. Estos productores certificados pueden comercializar tanto en mercado interno como externo. La segunda, mediante una Asociación de Agricultores Ecológicos, pero sólo pueden comercializar mediante venta directa al consumidor, es decir, sin intervención de terceros.
 
– Se recomienda consumir productos orgánicos porque son más amigables con el medio ambiente, podemos alimentarnos con productos sanos y de alta calidad, protege la salud de los trabajadores agrícolas, y nos permite avanzar en la equidad social.

Información entregada por Patricia Rivas, Coordinadora Regional de Agricultura Orgánica del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) Región de O’Higgins, más antecedentes escribir a organi
ca@sag.gobcl

Texto : Carla Morales Vallejos, PAR EXPLORA O’Higgins.

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