El PAR EXPLORA Coquimbo apelando a su espíritu marino, que responde a los cientos de kilómetros de costa que tiene la región y un entorno de trabajo inigualable, durante el mes de junio se realizó un Ciclo de Actividades de Aprendizaje Marino.
Los estudiantes de Biología Marina de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte, fueron entrenados para realizar actividades de aprendizaje marina, basado en un modelo pedagógico, para así incrementar los conocimientos sobre el ecosistema marino de la zona. Todo esto bajo el apoyo del PAR EXPLORA Coquimbo.
Durante los próximos días, daremos a conocer algunos trabajos realizados por los estudiantes y lo qué han hecho en esta actividad.
Esta vez, el alumno de Biología Marina, Héctor Peña, nos da a conocer una interesante investigación.
Zonación en costas rocosas: cada uno en su lugar.
En Chile, todos los días y dos veces al día… el mar, sube y baja por efecto del ciclo de mareas. De esta manera, las rocas de la orilla, así como toda la flora y fauna que la habita, quedan expuestos al aire dos veces al día. Esta zona de la costa, donde sube y baja el mar, es conocida como la zona de mareas o intermareal. Este cambio físico, sumado a las interacciones biológicas entre organismos, generan una de las características más notables de las costas rocosas: los animales y algas muestran una fuerte tendencia a distribuirse en franjas o cinturones horizontales. Más notable aun es que este fenómeno es universal, es decir, se presenta en todas las costas del mundo.
Producto del patrón de zonación, o esta distribución en franjas de los organismos del intermareal, los científicos han logrado caracterizar y dividir el intermareal en diferentes zonas. En las playas de roca de casi todo el mundo es posible distinguir las 3 zonas principales. Partiendo por la parte más alejada del agua, la franja más alta es obviamente la el área más seco del intermareal, pues se encuentra expuesta al sol y al viento la mayor parte del día. Dada la escasez de agua en esta primera franja, la presencia de organismos es bastante pobre. Se caracteriza por la presencia de caracoles cebra cuyas adaptaciones le permiten resistir a la sequedad. Junto a los caracoles se pueden apreciar sectores de la roca ennegrecidos por la presencia de líquenes, que son una asociación entre hongos y algas. La segunda franja corresponde a la zona media del intermareal, la cual está más expuesta el oleaje por lo que se mantiene húmeda. Además, como la baja marea la deja al descubierto, algunos organismos depredadores no pueden acceder a ella todo el tiempo, lo que la hace un buen lugar para vivir. De hecho, es la franja que posee mayor diversidad de algas y animales del intermareal. Sus límites lo establecen la presencia de organismos, siendo el caso que su límite superior está dado por el límite superior de distribución de pequeños cirripedios o picorocos, mientras que su límite inferior está marcado por el límite superior de las grandes alga pardas, conocidas como huiros. Cangrejos, jaibas, lapas, caracoles, y algas de diferentes tipos pueblan ricamente esta franja. La franja más baja corresponde a la parte más húmeda del intermareal. Se caracteriza por la presencia de huiros, rocas cubiertas por un alga que crece como una costra rosada sobre las rocas, piure, así como por organismos depredadores como son soles y estrellas de mar.
La observación de este patrón de zonación, es usado como una herramienta para evaluar el estado de conservación o “sanidad” de costas rocosas. Una costa sana presentará un patrón de zonación normal, mientras que una costa afectada por un impacto antrópico presentará algún grado de alteración en dicho patrón. Es frecuente encontrar una baja diversidad en sitios alterados, los que son dominados por pequeñas algas verdes, mientras que el patrón de zonación es difícil de observar. En otras palabras, “cada uno en su lugar” es una buena señal para el ambiente marino.
ETIQUETAS:
COMPARTE: