Por ello, la Subsecretaría de Turismo ha comenzado un plan para impulsar toda una agenda de iniciativas enfocadas en el astroturismo, con el objetivo de atraer, a través de la observación astronómica de nuestros cielos, cada vez más visitantes extranjeros.
— Hace dos semanas decidimos lanzar la Ruta Astroturística de Santiago —explica la subsecretaria de Turismo, Mónica Zalaquett—. Una guía que surgió a partir de una asociación entre los distintos observatorios de la región, además del Museo Interactivo Mirador (MIM), que vieron en esta idea un potencial de visitas interesantes.
La ruta, que busca romper con la noción errónea de que en nuestra capital no hay buenos sitios para observar las estrellas, incluye un mapa goerreferenciado de los distintos observatorios de la Región Metropolitana, las mejores formas de acceder a ellos y los días más indicados para hacerlo. Mónica Zalaquett cuenta que, antes de desarrollar esta idea, hicieron presentaciones al respecto en China y en España, y en ambos países tuvo una gran acogida.
—Tenemos como país un valor diferenciado bien importante, porque cielos como los nuestros no hay en ningún otro lugar de Latinoamérica. La idea es consolidarnos como destino astroturístico para el mundo entero y lograr que los visitantes que llegan desde Europa, Asia o África, tengan un incentivo para extender su estadía en la capital.
La iniciativa, cuenta la subsecretaria, estuvo inspirada en el caso de las Islas Canarias, que en gran medida viven del astroturismo, y cuyos cielos son mundialmente conocidos por atraer a los amantes de las estrellas. El objetivo principal es dar a conocer, tanto a los visitantes como a la población local, que aunque Santiago —como toda gran capital— tiene problemas de contaminación lumínica, hay una serie de sitios en las afueras desde donde se puede tener una visión prístina. Entre los observatorios asociados a la ruta están los del Cerro Pochoco, Andino, Pailalén, Roan Jasé, Cerro Calán, Foster, Cielos Chilenos y el Observatorio Docente UC, que permanecen abiertos para que los visitantes puedan acceder a ellos.
—El desafío que tenemos como país, si queremos traer visitantes que tengan una estadía más prolongada, es construir nuevos productos turísticos —dice Zalaquett—. Necesitamos que se quieran quedar una noche más, y en nuestros cielos hay una oportunidad enorme.
La Ruta Astroturística de Santiago se suma a la que ya existía en la región de Coquimbo, uno de los mejores puntos de nuestro país para observar las estrellas, en donde ya se ha desarrollado una variada oferta hotelera asociada, que incluye varios tours de turismo astronómico como parte de sus atractivos.
La iniciativa se enmarca, además, dentro de las actividades que se están preparando en todo el país para el eclipse total de sol que tendremos el 2 de julio, un fenómeno único en donde los ojos del mundo estarán puestos en nuestro cielo, que por unos minutos quedará completamente a oscuras.
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