Romilio Espejo Torres (79) recuerda sus primerosacercamientos a la ciencia cuando era niño, que lo llevarían a conformar la primera generación de la carrera de bioquímica de la Universidad de Chile, donde se apasionó por el estudio de los microorganismos. “Mi primer laboratorio fue la cocina de mi casa, donde hice muchos experimentos sin comprender qué pasaba. Ahora creo que ése es un excelente espacio para enseñar la física, la química y la bioquímica”, dice.
Integrante de la Academia Estadounidense de Microbiología y de la Academia Chilena de Ciencias del Instituto de Chile, es profesor titular de la Universidad de Chile y, además, se desempeña como académico e investigador del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA). También es conocido internacionalmente por sus contribuciones en Microbiología, Biotecnología y enfermedades infecciosas asociadas a los alimentos, entre las que destacan sus estudios que contribuyeron a la identificación de agentes patógenos responsables la muerte de miles de niños, por los cuales obtuvo este año el Premio Nacional de Ciencias Aplicadas y Tecnológicas.
Algunas satisfacciones personales que Espejo manifiesta sobre el premio son recibir felicitaciones de científicos de renombre internacional, destacando las cariñosas felicitaciones de sus vecinos de Buchupureo (Cobquecura, Ñuble), donde vive la mitad de su tiempo y un mail de un compañero de clases donde le recalcaba los orgullosos que hubieran estado de él su madre y su tío farmacéutico. “El premio me llena de orgullo y satisfacción, más aún porque no lo esperaba. De hecho, originalmente no había postulado. Significa varias cosas: revivir todo lo que he hecho, lo logrado y no logrado, no solo en mi carrera sino que, durante toda mi vida. Sentir la responsabilidad de ser un referente y -lo digo con mucha modestia-que puedo influir en la educación y política científica. Todo esto es una gran responsabilidad no buscada”, afirma.
¿Cuál considera que es el principal aporte de las Ciencias Exactas a nuestro país?
La cultura, conocer cómo es el universo, la naturaleza y destruir mitos. Entregar una visión más inteligente de la vida y el universo, y así hacernos más auténticos y quizás mejores.
¿Cuál cree que sería un buen método para fomentar el interés de los niños y jóvenes por la ciencia?
Mostrando cómo ocurren los fenómenos en la naturaleza, sin laboratorios, mirando los fenómenos naturales, preguntándonos y explicándolos. Mirar un gusano, y preguntarnos cómo está formado y se reproduce, y explicando cuan similar es a nosotros, por ejemplo.
La evolución de los microorganismos
El científico ha participado de más de 20 proyectos Fondecyt a lo largo de su carrera, los cuales destaca que han sido un aporte fundamental e imprescindible para el desarrollo de su trabajo en Chile. Su foco de investigación está puesto en la comprensión de la vida de los microorganismos.
Este conocimiento permite comprender en detalle cómo los organismos vivos se reproducen, funcionan e interactúan entre sí, y además manipular su genética y fisiología. Entre sus aportes, junto a su grupo de investigación en el INTA, descubrió el mecanismo de activación de los rotavirus en el tracto gastrointestinal y diseñaron un kit para su diagnóstico, lo que implicó un salto metodológico en la recolección de datos sobre su contagio en Chile y México, donde vivió hasta 1989.
Su interés actual está puesto en la Evolución Genómica de Vibrio Parahaemolyticusen el océano, un virus que generó diez mil casos de diarrea en el país y que se contagia por consumir mariscos crudos, provocando serios cuadros de gastroenteritis. “Descubrí esta bacteria en los mariscos recolectando choritos desde las rocas, molí su contenido y lo incubé con los alimentos de las bacterias para que se multiplicaran. Luego sembré este incubado en un medio con alimento que permite solo el crecimiento de los vibros y, posteriormente, entre los que crecieron identifiqué el Vibrio Parahaemolyticusporque se teñía con un colorante específico”, relata el investigador.
¿Cuáles son sus recomendaciones para evitar las enfermedades infecciosas provenientes de alimentos?
Es fácil: comer alimentos bien cocinados, lavar exhaustivamente aquellos que se consumen crudos y evitar la contaminación entre los alimentos ya preparados y listos para consumir y aquellos no tratados aún.
Por otro lado, en el sector minero el doctor Espejo investigó la solubilización del cobre en el proceso productivo, lo que permitió que el país sea pionero en biolixiviación. Eso propició el establecimiento de las dos primeras plantas de cobre en el mundo, que utilizaban exclusivamente este método en la extracción del mineral: Cerro Colorado, en 1990, y Quebrada Blanca, en 1993.
Esta técnica, disuelve metales a través de bacterias (Thiobacilus ferooxidans) que liberan cobre en mayor cantidad que con métodos convencionales y se alimentan principalmente de arsénico y azufre, dos impurezas que hay que extraer del mineral para producir cobre. En esto radica la diferencia con respecto a los hornos de fundición, los que expulsan vapor de azufre y arsénico a la atmósfera que deben ser depurados mediante sistemas o chimeneas de alto costo.
¿Qué ventaja aporta la biolixiviación a la extracción de cobre?
Este proceso permite obtener el cobre puro, en placas llamadas cátodos, desde las minas sin tener que fundir el mineral pues las bacterias hacen el trabajo que hace el calor. Por esto es más limpio y apropiado para explotar yacimientos relativamente pequeños.
Al abordar con el nuevo Premio Nacional de Ciencias Aplicadas la relevancia de la divulgación científica, el investigador hace una invitación a lograr unintercambio de conocimiento entre científicos y la población, desde lo cotidiano, “ojalá sin laboratorios y nada de parafernalia. Solo conversar sobre la ciencia de los fenómenos que están ahí, delante nuestro”.