Fuente: PAR Región Metropolitana Norte
En el año 2016, el economista alemán Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial, acuñó el concepto de la Cuarta Revolución Industrial, donde impulsores tecnológicos, físicos, digitales y biológicos se fusionaron y dieron lugar a nuevos campos de la ciencia incluyendo a la robótica, inteligencia artificial, nanotecnología, biotecnología, internet de las cosas, impresión 3D y vehículos autónomos.
Sin embargo, a pesar de los grandes avances tecnológicos de las últimas décadas, aún persisten las desigualdades de género en este campo profesional y según el último informe de la UNESCO al llegar a la educación superior, las mujeres representan solo el 35% de los estudiantes matriculados en áreas de STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
¡Contra todo pronóstico! Chilenas en la primera línea en STEM
Aunque en el año 2018 el informe de participación femenina realizado en Chile, reportó que la matrícula de mujeres aumentó en carreras de todas las áreas, excepto en ingeniería industria y construcción, la cual disminuyó en un 0,1% respecto al año 2009, científicas como Jocelyn Dunstan, Dora Altbir y Bárbara Poblete trabajan arduamente para romper la brecha de género presente en este campo de estudio y servir como motivación para las niñas y jóvenes que estén por elegir su profesión.
Una de las reconocidas científicas chilenas que rompió los estereotipos de la ciencia es la doctora Dora Altbir, ella es Física de la Universidad de Santiago de Chile y Directora del Centro para el Desarrollo de la Nanociencia y la Nanotecnología Cedenna quien en el año 2019, recibió el Premio Nacional de Ciencias Exactas de Chile por sus aportes en el área de la nanotecnología.
La Dra. Altbir se ha especializado en magnetismo y nanociencia, áreas que han ofrecido múltiples aplicaciones a la humanidad desde que se fabricó la primera brújula que guiaba la navegación. Y a escala nanométrica, es decir en escalas de millonésimas de milímetro, los efectos y aplicaciones son múltiples, una de ellas es la medicina, aportando nuevos tratamientos y técnicas de detección precoz de diversas enfermedades. “Por ejemplo, la nanotecnología permite entregar medicamentos dirigidos exactamente a un tumor, disminuyendo las dosis y los efectos secundarios explicó la doctora, quien también hizo énfasis que esta área de estudio no solo aporta a la medicina, sino que también contribuye a diversas aplicaciones.
Por otro lado, Jocelyn Dunstan, doctora en Matemática Aplicada y Física Teórica de la Universidad de Cambridge también nos contó que todos los días trata que los computadores entiendan el texto no estructurado que escriben los y las profesionales de la salud. Ella trabaja analizando datos, particularmente estudiando las listas de espera para las consultas de especialidad en hospitales públicos chilenos.
El tiempo de Jocelyn se divide en dos, dedica la mitad al Centro de Modelamiento Matemático de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile y la otra al Centro de Informática Médica y Telemedicina de la Facultad de Medicina de la misma casa de estudios, “el aprendizaje de máquinas en medicina es un gran tema que requiere formación de capital humano avanzado entre la medicina y la ingeniería. Es un lindo desafío enseñar matemática y computación en la Facultad de Medicina y ofrecer proyectos de investigación de salud en la Facultad de Ingeniería” indicó Dustan, quien también agregó leí una vez: “los computadores no van a reemplazar a los/las profesionales de la salud, pero aquellos/as profesionales que usen métodos computacionales, probablemente van a reemplazar a los que no”.
Continuando con las mujeres científicas destacadas en el área de la tecnología, en Chile también contamos con Bárbara Poblete, ella es doctora en Computación de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y actualmente es Académica en el Departamento de Ciencias de Computación de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile
Por medio de una disciplina conocida como Minería de los Datos o Ciencia de Datos, Barbara estudia principalmente los datos que representan el comportamiento de las personas en diferentes escenarios, por ejemplo, la información que contiene la web y las redes sociales.
“Sin embargo, en los últimos años me he especializado en estudiar fake-news es decir, la difusión de noticias e información falsa en redes sociales y otros medios digitales, también trabajo en el área de crisis informatics, lo cual tiene que ver con cómo utilizamos los datos para ayudar al manejo de situaciones de crisis, como por ejemplo desastres naturales” informó la doctora Poblete, quien además agregó que junto a su equipo de investigación han realizado trabajos para monitorear los terremotos, por ejemplo en Twicalli se puede comprobar si se ha producido un sismo en Chile, comentó Bárbara.
En esta línea, Bárbara aprovechó la oportunidad para señalar la importancia de la computación en pleno siglo XXI “la computación es una disciplina transversal a todo, hoy en día todas las personas utilizamos mucho la tecnología, la cual depende principalmente de profesionales que trabajan en computación”. Los smartphones, el Internet, Google, las redes sociales como Instagram, Facebook, YouTube, Twitter, por mencionar algunas plataformas, no existirían si no fuera por la computación, indicó la académica.
Por otro lado, también se refirió al mundo del Big Data, “allí hay de todo, desde datos de imágenes astronómicas, transacciones comerciales, datos médicos, hasta la información que publicamos en las redes sociales, los cuales tienen gran potencial, que consiste en comprender los “patrones” que se dan al interior de los datos para poder automatizar procesos o generar conocimiento nuevo”, explicó Bárbara Poblete.
Jocelyn, Dora y Bárbara, son solo tres representantes chilenas cuyos trabajos son parte de esta revolución que está cambiando el mundo, quienes coinciden en que se necesita más capital humano en sus áreas ya que aún queda mucho trabajo que explorar y sobre todo mayor representación de mujeres científicas.
Chile cuenta con destacadas investigadoras en el área tecnológica, mujeres visionarias que están en la primera línea de esta nueva revolución de cambios a nivel mundial. Sin embargo, hace algunos años no era así, al respecto Dunstan, nos contó “estudié 10 años física sin nunca haber tenido una profesora que fuese mujer ¡Y eso es muy fuerte! Cómo vas a imaginarte siendo física si no has conocido a ninguna mujer que puedas sentir como un modelo a seguir”. En infinidades de reuniones soy la única mujer en la sala me gustaría trabajar con otras compañeras, dijo Jocelyn.
“Estudié 10 años física sin nunca haber tenido una profesora que fuese mujer. ¡Y eso es muy fuerte! Cómo vas a imaginarte siendo física si no has conocido a ninguna que puedas sentirla como un modelo a seguir”, comentó emotivamente Jocelyn Dunstan.
A pesar de lo difícil que parezca, ellas han podido disfrutar de sus vidas sin dejar sus trabajos, es el caso de la Dra. Dora Altbir, quien agradece a su familia por motivarla a lo largo de su vida y darle la oportunidad de hacer lo que le hace feliz. “En la Universidad éramos muy pocas mujeres y es posible que existieran ciertos prejuicios, sin embargo, yo percibí escasas situaciones incómodas y simplemente pasé sobre ellas. A medida que ha pasado el tiempo y la autonomía de las mujeres ha avanzado, he logrado ver más interés de jóvenes y niñas por seguir carreras científicas” comentó Dora.
En esta misma línea, la Dra. Poblete, también aprovechó la oportunidad para indicar que “aunque cada día somos más, aún somos pocas las mujeres en tecnología. Si el área fuera más diversa, es muy probable que las soluciones tecnológicas serían mejores y más inclusivas. También, con más diversidad y a su vez con mayor integración de otras disciplinas se podrían resolver problemas de mayor impacto para la humanidad”.
“Aunque cada día somos más, aún somos pocas las mujeres en tecnología. Si el área fuera más diversa, es muy probable que las soluciones tecnológicas serían mejores y más inclusivas”, indicó Bárbara Poblete.
Para finalizar la Dra. Dora Altbir envió un mensaje a todas las niñas y jóvenes que están por elegir una carrera científica, “si bien para algunas mujeres desarrollarse en el área de la ciencia puede significar complejidades, estas no son distintas a las que puede enfrentar una mujer que ejerce otra profesión. A veces las mujeres somos muy autoexigentes, pero en todo lo que hagamos en la vida debemos encontrar los momentos para la familia y para el trabajo” enfatizó la experta, quien también aseguró que cada vez son más las jóvenes dispuestas a desafiar los prejuicios y estereotipos, con tal de desarrollar el talento que las apasiona y convertirse en científicas. “En mi caso, la ciencia me ha traído grandes satisfacciones, tengo una familia fantástica y he podido trabajar con estudiantes para compartir lo aprendido, en general mi experiencia ha sido muy gratificante”, concluyó Dora.
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