Fuente: PAR Araucanía
Muchos lo consideraron como una verdadera “fiesta astronómica”, adelantando que, en diciembre del 2020, tendríamos el privilegio de ser espectadores nuevamente de este fenómeno, esta vez en la región de La Araucanía y parte de Los Ríos, en el contexto de la “temporada de eclipses” que estamos viviendo en el país entre 2019 y 2020.
Tras eso, en Chile vivimos el denominado “estallido social” y posteriormente llegó el Covid 19, que hasta la fecha tiene a muchos en confinamiento, y se ha convertido en una verdadera crisis sanitaria a nivel mundial.
¿Qué relación tienen los eclipses con estos fenómenos sociales que estamos enfrentando?
La respuesta a esta pregunta, desde la mirada de las ciencias naturales en general y de la astronomía en particular, es clara: no hay evidencias que respalden una relación causal entre estos hechos. Sin embargo, estar preparándonos para un eclipse en el Wallmapu (territorio ancestral Mapuche) es una oportunidad para mirar las cosas desde una perspectiva intercultural, poniendo las ciencias en un contexto sociocultural específico y construyendo espacios para el encuentro entre distintas interpretaciones de la realidad.
Para el pueblo mapuche, los eclipses –especialmente los solares- traen consecuencias para las personas y /o el planeta. “En términos generales se entiende como ‘la muerte del sol’ que en mapuzungun toma el nombre de Lhan Antü o Lhan Küyen (muerte de la luna) en el caso de los eclipses lunares”, explica en entrevista con PAR Explora La Araucanía, Ricardo Moyano, doctor en Arqueología e Investigador Independiente de la Sociedad Interamericana de Astronomía en la Cultura, SIAC.
Al respecto, la profesora intercultural de la Universidad Católica de Temuco, magíster en Estudios Americanos en la Universidad de Sevilla y coautora del libro ‘Wenumapu, astronomía y cosmología mapuche’, Margarita Canio, detalla que para la cultura mapuche “por lo general, y principalmente los eclipses solares, vienen acompañados de catástrofes, que pueden ser naturales o sociales. De hecho, no deben verse directamente”, agregando que “el año pasado hubo uno en julio, y los relatos –tanto los del libro como los que aún existen- dicen que siempre después de un fenómeno como ese vienen sequías de algún árbol nativo, y este año fue el colihue”.
Aunque en términos generales se podría tomar como el anuncio de algo negativo, Canio y Moyano coinciden en que no necesariamente tiene que ver con malas noticias, sino más bien, con cambios ante los que deberíamos estar preparados. “Lo que hemos podido conversar las nuevas generaciones con los antiguos, es que se espera con este nuevo eclipse, que será tan seguido al anterior, es que el primero haya sido la parte negativa, y el de diciembre venga a enmendar todo lo que está sucediendo a nivel social, tanto local como mundial” manifiesta Margarita a PAR Explora La Araucanía.
En tanto, Ricardo declara que “es relativo lo que entendemos como positivo y negativo, porque siempre hablamos desde nuestra cosmovisión. Muchas veces los fenómenos que interpretamos como negativo, desde occidente, no tienen por qué ser tan así desde las culturas no occidentales y me refiero básicamente al mundo amerindio; un eclipse tendría que ver con un momento de cambios, a un espacio donde las cosas ocurren de un momento a otro, pero no necesariamente tiene que resultar en algo tan malo como lo conocemos nosotros. De hecho, el cambio no es negativo, te permite a la larga mejorar aspecto que, precisamente, que no son positivos dentro del orden establecido en el cual estamos acostumbrados”.
Eclipse en Wallmapu
El próximo 14 de diciembre a las 13 horas con 3 minutos y 44 segundos, en la ciudad de Temuco se podrá apreciar el eclipse solar en su totalidad, evento astronómico que sin duda es esperado por muchos, y que se viene anunciando apenas ocurrió el de julio.
Para ambos investigadores, el hecho de que este fenómeno abarque gran parte del territorio mapuche, toma gran relevancia. “El eclipse no ocurrirá en cualquier parte, sino que en un lugar reconocido históricamente como Wallmapu, que excede a la frontera de Chile; entonces tiene una condición importante que vaya a pasar ahí”, enfatiza Moyano.
Por su parte, Canio es clara en manifestar que el fenómeno no debe convertirse en una ‘gran fiesta’, sino más bien en un espacio de reflexión y respeto. “Es un poco difícil cuando la gente no está educada en el tema, ya que será inevitable que los científicos quieran venir, que el turismo aumente. Entonces es necesario que las personas consideren que aquí hay un espacio territorial que carga con una historia súper fuerte, entonces a mí parecer, es importante que este fenómeno no se transforme en un mercantilismo más, sino que, exista un respecto hacia la gente que habita los territorios. Que el mundo académico y científico considere los conocimientos del pueblo originario y se informe”, enfatiza la académica.
¿Cuánto nos enseña la mirada mapuche sobre el eclipse solar para pensar al mundo durante y posterior al Covid-19?
Ahora solo queda saber si ésta será solo una nueva “fiesta astronómica” como tantas otras, o una oportunidad para considerar también las interpretaciones ancestrales y enriquecer nuestra visión de mundo, avanzando en los desafíos de la interculturalidad…
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