“Fatiga del feed”: Cómo mantenerse informado y no perder la cabeza en medio de la crisis

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  • 26 agosto, 2020

Desde finales de 2019 hasta la fecha, los acontecimientos tanto mundiales como nacionales han sido difíciles de digerir. Frente a tanta información poblando los medios y redes sociales ¿cómo no caer en la desesperación? 

 

Los últimos meses han estado llenos de noticias con carga emocional: desastrosos incendios forestales en Australia; revueltas sociales en varios países; una pandemia mundial provocada por un nuevo coronavirus, y, finalmente, la violencia policial producto del racismo en Estados Unidos y sus consecuencias. 

 

Las redes sociales han mantenido registro de todos estos sucesos en tiempo real, lo que sin duda es toda una revolución en la forma en que la sociedad se informa, pero a la vez una nueva manera de acceder a un poderoso, violento y sobrecogedor flujo de información.

 

Esta estimulación comunicacional está conduciendo a un nuevo concepto: Fatiga del Feed, que, a grandes rasgos, es una condición que gatilla síntomas relacionados a la ansiedad frente a acontecimientos que aparecen publicados en nuestras redes sociales. 

 

Este estado es muy similar a lo que los especialistas venían desarrollando sobre la fatiga de compasión, un período que experimentan los socorristas que se sienten desconectados del sufrimiento de otras personas después de verse expuestos a continuas tragedias.

 

Un término muy similar también es la fatiga apocalíptica. Este concepto es usado por activistas del cambio climático para describir a las personas que evitan conversar al respecto o buscar soluciones, debido a que se ven sobrecogidas por los peligros del calentamiento global, lo que sería algo así como solucionar el problema no asumiéndolo. 

 

Hoy, gracias a la pandemia, la Fatiga del Feed se está haciendo más recurrente en la población, la que al parecer no cuenta con las herramientas necesarias para sobrellevar la información que aparece en sus redes sociales y que, a juicio de expertos, podría llegar a conducir un estado psicológico alterado.

 

“Las personas que son más sensibles a ser afectadas por las catástrofes que se están compartiendo hoy en día son aquellas de personalidad paranoide, ansiosas y obsesivas. Para evitar que las redes sociales y los hechos que contienen las afecten fuertemente, es importante limitar los espacios de consumo de las redes sociales”, señala Paulina Pérez, psicóloga clínica de Vidaintegra. 

 

Por ello, la especialista recomienda determinar una hora del día para consumir noticias y luego descansar de los hechos, para así no estar sometidos constantemente a información que en el último periodo ha sido bastante difícil de digerir. 

 

Malas y falsas noticias 

A nivel nacional, los chilenos hemos estado inundados de información preocupante desde el estallido social de octubre de 2019. Videos de diferentes hechos de violencia se compartieron de forma masiva por Twitter, Instagram y Facebook, llegando incluso a llamar la atención de órganos internacionales de protección de Derechos Humanos. 

 

En esa ocasión, las redes sociales de Chile también se vieron inundadas de fake news, las cuales llegan de peor forma a las personas que están alteradas por el constante flujo de “malas noticias”. 

 

La precaución frente a la información falsa se hace especialmente relevante hoy en día. La gran cantidad de hechos sobre los avances médicos del virus o nuevos síntomas, pueden fácilmente mezclarse con noticias carentes de veracidad, confundiendo a las personas. 

 

Pablo Viollier, abogado de la ONG Derechos Digitales, entrega consejos para comprobar la información que ronda en las redes sociales y así no caer en la sobreinformación: 

 

“Lo primero es identificar la fuente. Asegurarse de que provenga de sitios oficiales, de las instituciones a cargo del tema en cuestión. Otra es la utilización de la búsqueda de imagen a la inversa, para corroborar si la imagen que se dispone es actual y que no sea sacada de contexto. Lo último, es verificar el prestigio de la fuente; es decir, indagar en si la fuente tiene cierta credibilidad dentro de los medios”. 

 

¿Las redes sociales pueden afectarnos emocionalmente? 

Debemos recordar que las redes sociales han transversalizado la información, pero paralelamente han sobrecargado de contenidos ficticios nuestros feed, los que nos pueden dar más que un dolor de cabeza.

 

Para Mariel Becker, psicóloga del Centro Kintun de la Municipalidad de Peñalolén “la información que circula en las redes sociales y específicamente en esta pandemia ha sido tremendamente influyente en el aumento de la ansiedad. Nos tuvimos que enfrentar como seres humanos a algo totalmente desconocido, tanto en lo que tiene que ver con el virus como también con lo que significa vivir en cuarentena”.

 

Según Becker “la búsqueda por tratar de ‘eliminar’ la incertidumbre, hace que aumente la motivación por buscar información, pero no siempre sabemos bien dónde buscarla, por lo que en muchas ocasiones podemos toparnos con información alarmista o falsa”. 

 

“Como sociedad nos hemos enfrentado a un bombardeo de información tremendo que, creo, ha actuado en dos sentidos: aumentando la ansiedad y la sobrecarga emocional. Por un lado, la desesperanza que hay frente a la información que pueda ser ‘verdadera’ y por otro lado en la información que decidimos creer, la cual va construyendo nuestras creencias en este periodo, y por ende, nuestra experiencia”, concluye la especialista. 

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