No es un problema del futuro, sino del presente: un estudio publicado este mes en la revista Biological Conservation señaló que más del 40% de las especies de insectos del mundo están en peligro de extinción, a causa de los contaminantes agroquímicos, otras especies introducidas y el cambio climático. Y si bien su posible desaparición no suele provocar el revuelo que genera la extinción de otras especies animales, son engranajes imprescindibles para el funcionamiento de muchos ecosistemas. Incluso lo son para la existencia misma de la naturaleza —y, junto a ella, del ser humano—, que depende de forma directa de la polinización que realizan abejas, mariposas y polillas, entre otros.
Entender eso llevó a los hermanos Lucas y Pabla Morales —él, ilustrador; ella, ingeniera comercial—, junto al animador Cristóbal Soto, a desarrollar la idea del videojuego Kuse y los Guardianes del Bosque Perdido, que presentaron al Concurso Nacional de Proyectos de Divulgación y Valoración de la Ciencia y la Tecnología, del Programa Explora. Muchos años antes, los tres jóvenes santiaguinos comenzaron a entender la importancia de los insectos en nuestra vida, gracias a los paseos que hacían a Los Lleuques, una localidad precordillerana en la Región de Ñuble, rodeada de bosques, ríos y cascadas.”—Los tres solíamos ir de vacaciones allí desde chicos, y en ese lugar encontrábamos muchas especies que nunca habíamos visto en nuestras vidas —explica Lucas Morales, de 29 años—. De ahí nacen nuestras ganas de mostrarlos en un videojuego, porque son colonias que aparecen por el microclima, que no ves en ningún otro lado.
El proyecto, que recibirá financiamiento de CONICYT para su desarrollo y ejecución, se convertirá en un novedoso videojuego para smartphones, en donde los propios insectos serán los protagonistas. El modo de juego será RPG —del inglés Role-Playing Game, que quiere decir “juego de rol”—, uno de los géneros más populares en el mundo, en donde el jugador controlará a un personaje que, inmerso en un entorno virtual inspirado en Los Lleuques, irá ganando experiencia y habilidades a medida que avanza la narración.
—Más que ser un juego de destreza, Kuse y los Guardianes del Bosque Perdido va a tener una historia, a través de la cual vamos a dar a conocer los datos científicos de la entomología —dice el ilustrador Lucas Morales—. La idea es traspasar a los niños esos conocimientos, pero también generar conciencia sobre la basura que arrojamos al medio ambiente, que tiene un efecto terrible en los insectos.
Toda la información entomológica fue desarrollada con apoyo del Museo de Historia Natural, y está pensada para niños entre 9 y 13 años, que podrán descubrir especies únicas de nuestro país, como la asombrosa Euspinolia militaris —conocida como la “hormiga panda”—, cuyo cuerpo aterciopelado presenta manchones de pelos blancos y negros. A fin de año, el videojuego será subido para descarga gratuita a los distintos servicios de apps.
La historia, adelanta el equipo, constará de cinco etapas, en las cuales el jugador deberá moverse a través de un mapa, sortear obstáculos, resolver acertijos y convocar a otros insectos para luchar contra los desechos que los seres humanos van dejando. Sólo así podrán salvar a Kuse, “el espíritu del bosque”, una palabra que proviene del mapudungun y que representa la sabiduría y el conocimiento para el pueblo mapuche. Cada una de las etapas llevará al jugador a enfrentar distintos problemas que viven los insectos, los cuales, tanto en el juego como en la realidad, están siendo arrasados por las acciones humanas.
Texto: José Miguel Martínez
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