Desde el lunes tienen revolucionada a la Universidad de Concepción. Son 172 estudiantes provenientes de todas las regiones de Chile, que se tomaron el campus con prototipos de inventos, maquetas y diversas soluciones que, a través de la ciencia, proponen abordar problemas que son cotidianos en sus barrios o escuelas a lo largo del país. Es el ambiente que se vive en la Región del Biobío, que desde el lunes se transformó en el epicentro de la XIX versión del Congreso Nacional Escolar de Ciencia y Tecnología Explora CONICYT.
Durante tres días, 70 equipos estuvieron presentando y defendiendo sus investigaciones ante un exigente jurado, que hoy dio a conocer a los ganadores en las categorías básica y media. Ciencias sociales, ciencias naturales, tecnología e ingeniería, se cuentan entre las áreas abordadas, dando origen a diversos estudios y soluciones para la contaminación, la escasez de agua, o para facilitar la vida cotidiana de las personas.
En esta versión del Congreso desataca la alta participación de mujeres, que alcanzó el 61% de los equipos en competencia. La directora del Programa Explora de CONICYT, Natalia Mackenzie, comentó que “hemos visto a las niñas empoderadas con sus proyectos, investigando realidades que forman parte de su cotidianidad como la equidad de género, pero también realizando estudios en áreas como ciencias naturales, ingeniería y tecnología. Con esto estamos demostrando que la ciencia y la tecnología ya no es para unos pocos, ni tampoco prerrogativa de un género específico”.
Tras una maratónica sesión de deliberación que comenzó la tarde del martes, el jurado dio a conocer este miércoles a los ganadores en las categorías Educación Básica y Educación Media, quienes como premio obtendrán una pasantía a nivel nacional, y una visita a Tecnópolis, en Buenos Aires, Argentina, respectivamente. En esta premiación, la proporción de ganadoras fue equivalente a la participación femenina.
En Enseñanza Media resultó ganadora una solución antimicótica natural, basada en la planta Alstroemeria sp., perteneciente a la familia de los lirios. Este producto, creado por dos alumnas del Colegio Sagrado Corazón de Jesús, en la Comuna de San Carlos (en la nueva Región de Ñuble), es el resultado de un estudio que comenzó varios años antes en su colegio: primero, analizando si esta planta tenía efectivamente propiedades para combatir hongos y, luego, determinando qué parte de ella era más efectiva.
Tras comprobar su eficacia, en especial en las hojas, se abocaron a estudiar su respuesta ante hongos que aparecen en la piel, y en la fruta. Mientras realizaron los experimentos, las muestras tratadas con el producto no presentaron hongos durante los siete días de observación. En comparación, aquellas sin el antimicótico comenzaron a presentar hongos al segundo día. “Este proyecto ya lleva tres años en nuestro colegio y nos decidimos a continuar con él porque esperamos poder beneficiar a las personas que viven en nuestra región, porque permite inhibir la aparición del hongo de la fruta y también otro que afecta a las personas”, señalaron Almendra Bravo y Krishna Sepúlveda, alumnas de 3º medio.
Junto con ellas, fue premiado un proyecto del Liceo Bicentenario San José, de Aysén, que desarrolló un novedoso sistema de emergencia para personas con discapacidad auditiva que tienen dificultades, por ejemplo, para realizar una llamada telefónica. Para ello crearon un dispositivo de tres botones de colores, que al ser presionados conectan directamente con Bomberos, Carabineros y Ambulancia, utilizando una red wifi.
Los otros galardonados en enseñanza media, del Colegio Pumahue, de Puerto Montt, abordaron la biodiversidad de aves en el humedal costero de Coihuín, Seno de Reloncaví, área natural de refugio alimentación de aves migratorias del sur de Chile.
En Enseñanza Básica se impuso el trabajo realizado por alumnos de Colegio Concepción Chiguayante, que utilizaron aceite esencial de eucalipto para combatir una de las plagas más temidas que afectan al maíz: el gorgojo. Los experimentos demostraron un alto poder en esta solución: utilizando una concentración de aceite del 1%, lograron acabar con el 80% de los insectos en la prueba. “La parte experimental era la más entretenida. Tuvimos que repetir los experimentos varias veces para alcanzar un resultado que pudiera ser demostrable. Estimamos que en una concentración de 4% la mortalidad del gorgojo llegaría a 100%”, señalaron Alberto Díaz y José Ignacio Muñoz, estudiantes de sexto básico.
También en la categoría básica fue premiada la investigación para crear un anti garrapatas orgánico para ser aplicado en ovinos de la Región de Magallanes, y un estudio acerca del uso de drogas ilícitas en estudiantes de La Araucanía, comuna de Renaico.
Aunque cada año se destacan proyectos en las categorías Básica y Media, cabe destacar que todos los que llegan a esta instancia han sido previamente ganadores en sus respectivas regiones. Estos son algunos de los más llamativos que estuvieron en Concepción:
Enfrentados al problema de la escasez de áreas verdes en la zona cercana a la frontera con Bolivia, los alumnos de la Escuela Básica Fronteriza de Tarapacá decidieron crear un sistema de huertos en su propio colegio. Ante la falta de espacio y de suelo apto, crearon una plantación vertical que puede instalarse fácilmente en cualquier parte. El proyecto es 100% ecológico y tiene un doble impacto: además de permitir cultivos en espacios reducidos y reutilizar el agua, hace posible abordar el problema del plástico, ya que se eligieron botellas de este material para poner las plantas.
Aunque el maqui ha sido ampliamente estudiando por su capacidad antioxidante, son sus frutos el principal insumo, utilizado tanto por la industria cosmética como farmacéutica. Por su gran abundancia en Los Ángeles, Región del Biobío, donde está ubicada la Escuela Manuel Blanco Encalada, las escolares decidieron investigar si las hojas de la planta eran una fuente significativa de antioxidantes. Tras varias pruebas de laboratorio, en las que compararon la concentración de estas moléculas en frutos y hojas, descubrieron que estas últimas presentaban niveles superiores, llegando al 57%, versus el 21% que obtuvieron de los extractos de frutos. Concluyen, entonces, que las hojas pueden ser utilizadas como alternativa, en especial para fines no comestibles.
Preocupadas por el problema de la contaminación por plástico, un grupo de alumnas del Colegio El Bosque de Puente Alto se preguntó si era posible crear una alternativa a las pajillas que muchos estudiantes usan en el colegio. Buscando materiales biodegradables, llegaron al Agar agar, una sustancia gelatinosa que se crea a partir de varias especies de algas. Tras diseñar un prototipo, comprobaron que tiene la resistencia y flexibilidad suficiente como para resistir en el agua. No solo eso: en las pruebas que realizaron, al paso de una semana, las bombillas se biodegradaron de manera natural.