La hierba de San Juan podría convertirse en un poderoso compuesto capaz de estimular el proceso de auto limpieza de las células, para mantenerse libres de los depósitos tóxicos relacionados con la enfermedad de Alzheimer (EA). Este resultado obtuvieron científicos del Centro Basal de Envejecimiento y Regeneración de la Pontificia Universidad Católica de Chile, CARE Chile UC, financiado por CONICYT a través de su Programa de Investigación Asociativa, PIA.
La hierba de San Juan (Hypericum perforatum) es una planta originaria de Europa que se ha expandido por el mundo, siendo muy popular en América Latina y también en Chile, donde crece principalmente en el valle central. Ha sido usada como medicina desde tiempos inmemoriales y, actualmente, es reconocida por sus propiedades antidepresivas para tratar síntomas leves y moderados.
El estudio nacional, liderado por Nibaldo Inestroza, Premio Nacional de Ciencias Naturales 2008 y director de CARE Chile UC, descubrió que la hiperforina, compuesto derivado de este vegetal, tiene la capacidad de estimular las neuronas activando un mecanismo de limpieza propio que provoca la disminución de las placas seniles que se acumulan en la membrana celular.
Estas capas están formadas por restos de proteínas tóxicas y células muertas que, al juntarse, deterioran las estructuras neuronales, dando lugar a enfermedades como el Alzheimer, mal que causa demencia progresiva y que, hasta el momento, no tiene tratamiento efectivo.
Este proceso de higienización natural, conocido como autofagia, sucede todos los días. No obstante, alrededor de los cincuenta años de edad la capacidad de separar los deshechos de las células disminuye en un 30%. Esto explica que, mientras más longevo, mayor es el riesgo de padecer patologías neurodegenerativas.
“En el caso de la EA, las neuronas que se ven afectadas son aquellas que tienen que ver con la memoria. En una persona sana, utilizan este mecanismo de limpieza y no hay problemas, pero si la autofagia no está activada, la enfermedad se va a expresar”, dice el doctor Inestroza.
Actualmente en el país, la Ley de Derechos y Deberes de los Pacientes prohíbe realizar estudios en personas con déficit cognitivo, lo que impide que la investigación pueda ser probada en seres humanos. Para el experto, una de las opciones es que este hallazgo sirva para motivar a investigadores de otros países a estudiar el fenómeno de la autofagia, aportando con nuevos descubrimientos que contribuyan a retardar o detener este tipo de enfermedades que hoy son irreversibles y progresivas.
Todos los caminos conducen a Roma
El académico de la Universidad Católica explica que, durante muchos años junto a su equipo de investigación, se han dedicado a buscar drogas que mejoren la memoria. Es así como descubrieron que el andrografólido (un compuesto natural de una planta proveniente de la India), la hiperforina (compuesto extraído de la hierba de San Juan) y el litio, funcionan muy bien para lograr el objetivo, pero a través de distintos mecanismos. “Todos apuntan a una misma solución, pero por caminos diferentes y, por lo tanto, uno podría imaginarse que una solución potencial para el futuro no sería a través de una sola droga, sino que serán, al menos, tres compuestos o más que en conjunto podrán bloquear la aparición de la enfermedad”, señala.
Destaca, además, que la alimentación de la población juega un papel fundamental. Factores de riesgo de la EA son la presión arterial elevada, el aumento del colesterol y el azúcar en la sangre, que si se controlan bien existen muchas probabilidades de disminuir la aparición de esta patología.
El mal de Alzheimer se encuentra en aumento en el país debido al envejecimiento de la población: si en 1997 9,9 de cada cien mil chilenos moría cada año por esta causa, la cifra se elevó a 20,4 en 2013, según cifras del Ministerio de Salud.