El astro rey permite el desarrollo de la vida en una región desértica como lo es Antofagasta, pero también genera graves consecuencias si no se toman las medidas necesarias para protegerse de la alta radiación solar.
El Sol es fuente de vida y salud, ya que contribuye al crecimiento y desarrollo de las plantas, los animales y el ser humano. Como fuente de luz y calor, otorga vitamina D, fortalece huesos y dientes, incide en los ritmos o ciclos circadianos, y propicia la fotosíntesis, entre otros aspectos. No obstante, si bien los beneficios del astro rey son muchos, hay que tener mucho cuidado con la radiación, especialmente en la Región de Antofagasta, puesto que puede afectar negativamente a los seres vivos.
Considerando la importancia del Sol como principal fuente de energía, es que el PAR Explora Antofagasta del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, ejecutado por la Universidad Católica del Norte (UCN), busca que niños, niñas, adolescentes, adultos y personas de la tercera edad puedan interiorizarse acerca de los beneficios del Sol y las formas de prevenir los peligros de los rayos UV.
La Doctora en Ecología y Biología Evolutiva, Adriana Aránguiz, explica que el Sol es fundamental para la vida en la Tierra. “No se explicarían las formas de vida con el grado de desarrollo de las especies que existen en la Tierra, con temperaturas muy por sobre o muy por debajo de las que el Sol nos provee”, enfatiza la académica del Departamento de Química e investigadora del Centro de Investigación Tecnológica del Agua en el Desierto (CEITSAZA) de la UCN.
Doctora en Ecología y Biología Evolutiva, Adriana Aránguiz.
FOTOSÍNTESIS Y RITMO CIRCADIANO
La Dra. Aránguiz expone que el astro rey es la fuente de energía que permite la fotosíntesis, el cual es el proceso más eficiente que introduce la energía en las tramas tróficas, tanto acuáticas como terrestres. “Este proceso permite que los productores primarios transformen elementos inorgánicos en materia orgánica, es decir, el Sol es la principal fuente de energía que circula en todos los niveles de organización de la vida”, puntualiza.
Y agrega que si bien la Región de Antofagasta posee un clima desértico, que presenta escasa humedad en los cielos, lo que facilita la observación astronómica, tal condición no es tan favorable para los organismos que no presentan las adaptaciones que les permitan sobrellevar aquello. “La zona del altiplano está expuesta a una de las radiaciones solares más altas registradas en el mundo, más de 1000 W/m-2, y eso combinado con otras variables ambientales, como salinidad, temperaturas, poca lluvia y mucha evaporación, etcétera, generan condiciones extremas para las formas de vida. Como la vegetación es casi inexistente, la mayor parte de la fotosíntesis la realizan los organismos vegetales acuáticos, es decir, cianobacterias y microalgas que viven en los cuerpos de agua, como salares y humedales de altura”, detalla la Dra. Aránguiz.
La científica explica que particularmente en los vertebrados se observa que existen cambios en rasgos conductuales, físicos, fisiológicos y bioquímicos, como producción de metabolitos, secreción de hormonas y otros, los cuales se regulan en base a ciclos día-noche. “Estas respuestas se relacionan con la estructura y función de redes neuronales complejas. A eso se les llaman ciclos circadianos, ‘cerca de un día’. Este reloj tiene un componente endógeno, interno del organismo, y otro exógeno, que se regula con el ambiente. Un reloj biológico es un sistema temporizador autosustentado y con capacidad de ajustar su hora con determinadas señales del ambiente. Si este reloj se ‘descalibra’ puede generar diversas enfermedades que tienen una regulación circadiana, por ejemplo la presión arterial”, subraya la Dra. Aránguiz.
BENEFICIOS Y PELIGROS DE LA RADIACIÓN SOLAR
El presidente del Colegio Médico de Antofagasta, Dr. Aliro Bolados, explica que dentro de los beneficios de tomar Sol, si una persona se expone a este último solo cinco minutos, entre dos a tres veces por semana, ello permite recargar los depósitos de vitamina D del cuerpo.
“La vitamina D es necesaria para la remodelación ósea y el crecimiento óseo. Los rayos de Sol provocan que nuestro organismo produzca vitamina D, que es esencial para fortalecer huesos y dientes. Además la vitamina D favorece absorción en el intestino del calcio y fósforo, evitando su pérdida en el riñón”, afirma el facultativo.
Pese a lo anterior, la estrella más cercana a la Tierra puede traer consecuencias graves si no se toman las medidas adecuadas. Según el Dr. Bolados, entre los efectos negativos y crónicos del Sol para el ser humano se incluyen las lesiones pre malignas, el cáncer cutáneo, que se produce por daño directo al ADN, las cataratas, la quemadura solar, el envejecimiento de piel (arrugas), las mutaciones, alteraciones foto inmunológicas, foto alergia y enfermedades por foto sensibilidad. “En el caso del cáncer de piel, conocemos claramente el factor que lo causa, en este caso la exposición a radiación solar”, subraya el presidente del Colegio Médico Antofagasta.
Y añade que, según la Corporación Nacional del Cáncer, cada año se produce un promedio de 450 nuevos casos de cáncer del tipo melanoma (derivado del sistema pigmentario) a nivel nacional, el cual es el cáncer cutáneo “más agresivo y de más alta mortalidad”. “También existe riesgo de cáncer cutáneo del tipo baso-celular, también conocido como carcinoma basocelular, derivado de los apéndices epidérmicos, que es el más frecuente y menos grave y que suele localizarse en cara y cuello. Otra forma de cáncer de piel, es el del tipo espino-celular o también conocido como carcinoma espinocelular, derivado del revestimiento epidérmico, debido a que produce metástasis y es de mayor mortalidad que el baso-celular.”, manifiesta el Dr. Bolados.
Presidente del Colegio Médico de Antofagasta, Dr. Aliro Bolados.
El profesional explica en Antofagasta el riesgo es mayor debido al daño de la capa de ozono y cercanía a la línea del Ecuador, estando más expuestos a la alta radiación UVB y UVA a nivel país. “En el caso de nuestra zona, la Región de Antofagasta presenta la mayor tasa a nivel nacional de cáncer a la piel.
Según las cifras que forman parte del último Registro Poblacional de Cáncer, a enero de 2019 tuvimos 58 casos de hombres por cada 100 mil y 52 casos de mujeres afectadas por cada 100 mil personas. De ahí la urgente necesidad, que la gente se proteja del sol, no sólo en verano, sino que todo el año”, enfatiza el Dr. Bolados.
En tanto, la Dra. Aránguiz argumenta que una radiación extrema puede presentar riesgos para muchos organismos los que incluyen efectos genotóxicos (que dañan la molécula de DNA), fotoenvejecimiento y fotocarcinogénesis. “Existen mecanismos presentes en bacterias, por ejemplo, que han desarrollado una historia evolutiva en ecosistemas altiplánicos, que les permiten reparar eficientemente proteínas dañadas o mal estructuradas como consecuencia de los efectos de una alta radiación. Debido a esto hay todo un ámbito de desarrollo biotecnológico que ha permitido indagar en esos mecanismos moleculares para así generar bioproductos que confieren protección a esos factores de estrés, como bloquedores de radiación. Es un gran desafío de investigación aplicada local y regional”, señala la científica.
RECOMENDACIONES Y MEDIDAS
El Dr. Bolados asegura que la radiación solar produce un daño a nivel celular de carácter acumulativo. El 50% de este daño en una persona se origina antes de los 18 años, lo cual con el paso de los años repercute en riesgo de cáncer a la piel. Por ello, según el facultativo, es muy importante que todos los ciudadanos y ciudadanas se protejan, especialmente niños y niñas. “Creemos recomendable ir cambiando ciertas costumbres, por ejemplo, evitar que niños menores de dos años se expongan al sol y que los menores también utilicen gafas certificadas contra rayos UV, gorros y sombreros de ala ancha, ropa con filtro UV, siendo esas algunas de las primeras medidas efectivas”, afirma.
Y añade que “hemos recomendado a las autoridades educacionales, ir incorporando sombreros o gorros en el uniforme escolar, que se techen los patios de los establecimientos educacionales, lo que se ha estado realizando. Incluso, que se vaya permitiendo que los estudiantes usen el pelo un poco más largo, y que eso facilite una mayor protección del cuello y las orejas en los niños. Esto, si es que los jóvenes estudiantes, menores de 18 años, no siempre van a utilizar sombreros en el uniforme de manera permanente”.
Respecto al cuidado de la comunidad en general, el presidente del Colegio Médico Antofagasta recomienda que la información que recogen los solmáforos en cuanto a los índices de radiación ultravioleta, se entregue de manera actualizada a los transeúntes durante el día, y “que se distribuya también, vía aplicaciones de celular a la comunidad, o mediante información permanente de los medios de comunicación online, radios, televisión y prensa escrita, en sus reportes del clima y meteorología”.
“Finalmente, recomendamos como Colegio Médico de Antofagasta, que las autoridades, es decir los municipios, el Minvu, el MOP, el Serviu y en general los organismo públicos, como también el sector privado de la construcción, vaya privilegiando en sus políticas, la instalación de espacios públicos con mayor sombra y mejor disposición de árboles, todo ello en un trabajo coordinado para el beneficio de la salud de la comunidad”, finaliza el Dr. Bolados.
