Las flores producen un agradable aroma para atraer a polinizadores como pájaros, murciélagos, abejas o mariposas. La fragancia proviene de aceites esenciales que secretan desde sus diferentes estructuras: glándulas, pelos glandulares y tricomas. Además de atraer polinizadores, éste sirve para protegerse de algunas enfermedades y ahuyentar depredadores.
Estas sustancias se forman de la mezcla de varios compuestos que en muchos casos, en cantidades concentradas, actúan como mensajeros químicos, que permiten que el aroma viaje por el aire para ser detectado por animales específicos.
Fuente: Eafit