• La joven jugadora, que forma parte de la Selección Femenina clasificada al Mundial de Francia 2019, combina el deporte de alto rendimiento con la investigación, pues este año comenzó a cursar un doctorado en Física en la Universidad de Chile. Articulando así sus dos grandes pasiones.

No todo es fútbol en la vida de Fernanda Pinilla (24). Además de pasar muchas horas en la cancha entrenando y jugando en los equipos de su club y la selección nacional; y ser dirigente de una organización gremial de jugadoras, acaba de comenzar un doctorado en Física, tras licenciarse en Ciencias en la Universidad de Chile.

Su interés por esta disciplina surgió gracias a un profesor de Enseñanza Media, Fernando Cea, quien le mostró lo apasionante del área cuando tomó un electivo en su colegio. Luego quiso estudiar Astronomía pero no le alcanzó el puntaje, así que gracias a un cupo deportivo, se matriculó en Licenciatura en Ciencias con mención en Físicae ingresó al Campus Beauchef de su alma mater. 

“Cuando me empezó a llamar la atención esta disciplina científica en el colegio, yo era la única mujer interesada en el área. Algo similar me pasó cuando entré a la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM), éramos siete mujeres de un total de treinta alumnos en el curso, sin embargo eso no me hizo claudicar”, asegura.

Has comentado que siempre fuiste una niña muy curiosa y con ganas de aprender, ¿qué le dirías a otras mujeres que les gusta la ciencia? 

Que no se cierren ante los prejuicios, que no piensen que al ser un mundo dominado por hombres ellas no tienen las mismas condiciones o capacidades que ellos. No es necesario ser excesivamente inteligente, aplicada o matea, simplemente perseverar, sentir pasión por lo que se hace y no rendirse ante los obstáculos. Debemos dedicarnos a lo que nos llene y si es algo tan lindo como la ciencia, hagan todo lo posible por estudiarla.

 

La futura doctora en Física además es experta en programación computacional en Linux y está especializándose en el estudio de materiales, concretamente en aislantes topológicos, aleaciones y el análisis de conductividad eléctrica a niveles atómicos y nanométricos, un área relativamente nueva de esta disciplina. 

 

¿Cómo proyectas tu carrera científica luego de terminar el doctorado?

Quiero hacer clases en la universidad pero sin dejar de lado la pelota. Además me gustaría tener un grupo de investigación bien potente con mi tutor, porque acá en Chile mi área de estudio es bastante nueva y sería interesante explotarla, pero al mismo tiempo, no puedo imaginar mi vida sin fútbol. Creo que se pueden hacer ambas cosas y más tarde, después de los 30 años, centraré mi vida profesional 100% en la ciencia. 

La atleta cree que las mujeres deben sentirse dueñas de los espacios donde se desenvuelven, tanto a nivel educacional como en el plano laboral, y para eso es necesario atreverse. “Sé que el universo de científicos es mucho más masculino y aunque ha ido aumentado la presencia femenina en las carreras afines, muchas veces no nos sentimos igual de capaces frente a un hombre que está en la misma condición o cargo, sin embargo, hay que tener claro que esa sensación no es real, es sólo lo que la sociedad nos ha impuesto”, advierte la puentealtina.

Pasión + esfuerzo = victoria 

La carrera futbolística de Fernanda Pinilla comenzó por diversión: los fines de semana jugaba a la pelota con un primo y acompañaba a su papá al estadio a ver los partidos del Colo-Colo, equipo del cual ella también es hincha, a pesar de ser parte del club rival, la Universidad de Chile. 

“No he parado de jugar desde los 13 años cuando recibí el primer llamado a participar en la Selección Femenina en un campeonato oficial organizado por la ANFP.Hoy me siento muy satisfecha y feliz con la clasificación al Mundial de Francia, han sido muchos años de sacrificio, de los cuales estamos recién comenzando a obtener los primeros frutos. Estoy muy orgullosa y agradecida de mi familia”, dice la defensa de Chile.

¿Cuán importante ha sido el apoyo familiar a lo largo de tu carrera? 

Fundamental. Tuvo un significado muy especial verlos en la galería cuando terminó el partido en el que clasificamos al Mundial porque ellos son quienes más conocen todo el esfuerzo que hemos hecho. Desde que era muy chica mi papá me acompaña a todos lados, se quedaba hasta tarde esperándome en los entrenamientos para que no me devolviera sola. Ha estado ahí con frío y lluvia y  cuando llego a la casa, mi mamá siempre trata de tenerme la comida lista, porque sabe que mis días son súper largos. Me pongo muy feliz con un logro así, porque sé que ellos también. Es súper rico que podamos compartir esto. 

 

Una líder innata 

Además de ser una de las jugadoras profesionales más valiosas del fútbol femenino nacional, Fernanda es la presidenta de la ANJUFF, agrupación que se conformó hace un año y medio para combatir las inequidades que sufren las mujeres en este deporte. Han sostenido un diálogo permanente con la ANFP y entidades gubernamentales, como los ministerios del Deporte y de la Mujer, logrando que la Conmebol exija a los clubes tener una rama femenina para participar en la Copa Libertadores, a partir del 2019.

“Afortunadamente la recepción ha sido buena y clasificar al Mundial nos ayuda a volver a estar en la mira de la gente. Desde el próximo año será obligatorio tener dos divisiones y una tabla acumulativa para ver ascensos y descensos. Asimismo esperamos que la repartición de fondos sea más equitativa ya que los últimos años ha sido inaceptable”.  

La seleccionada hace una crítica respecto a las situaciones a las que se han visto expuestas por el ambiente masculinizado y discriminador. “Hasta hace poco, las peores condiciones siempre eran para las mujeres y lamentablemente lo hemos naturalizado; sabemos de antemano que vamos a tener los peores balones, comida, buses y horarios de entrenamiento. Muchas de nosotras hemos tenido que pagar para mantenernos en los equipos. No se hacen cargo de la rama ni de darles a las niñas las mejores circunstancias para que jueguen y esto viene de la mano del problema de género a nivel país. No es necesario decir que creen que no estamos hechas para jugar fútbol porque con estos hechos lo demuestran. Merecemos un trato digno y equitativo, que no sea a cambio de ser rentables”.