El estudio liderado por el doctor en Ciencias, Edwar Fuentes, académico de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile, identificó  insecticidas en la miel y componentes químicos relacionados con la presencia de parásitos en las abejas, que podrían explicar la fuerte disminución de estos insectos en Europa y Norte América. Este proceso es conocido como síndrome de Desorden del Colapso de Colonia.

ABEJASi las abejas desaparecieran de la faz de la Tierra, lo más probable es que la biodiversidad y nuestra propia supervivencia estaría en peligro. Estos insectos son los responsables de la polinización, un proceso natural que permite que se fecunden las flores, para que den frutos y semillas. De su labor depende la producción de alimentos y la vida de la flora. Sin embargo, su población está siendo amenazada por la pérdida y deterioro de hábitats, el uso de plaguicidas, parásitos y enfermedades, y los impactos del cambio climático, entre otros factores.

En esta línea, el proyecto financiado por CONICYT, a través del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico, Fondecyt, detectó en la miel un insecticida neonicotinoide, denominado Imidacloprid, y la presencia del parásito Nosema Ceranae en las colmenas, factores que afectarían la inmunidad de los insectos y explicarían la repentina muerte de las abejas.

La investigación, implementada en las regiones de Valparaíso y del Libertador Bernardo O´Higgins, tiene como finalidad aportar conocimiento para que se controle preventivamente la presencia de insecticidas y parásitos, a través de políticas públicas y prácticas apícolas pertinentes, para evitar la disminución en la población de abejas en Chile, según aseguró el profesor Fuentes.

El equipo trabaja además en dos proyectos del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico de CONICYT, Fondef, recién adjudicados: “Desarrollo de paquete tecnológico para la calidad de la miel nacional” y “Desarrollo de metodología para determinación de pesticidas en productos apícolas nacionales”. Ambos buscan caracterizar la miel chilena, certificar su calidad e inocuidad y así entregarle un valor agregado a este producto natural.