En una profunda entrevista, el estudiante de 4° Medio del Colegio San Agustín, Benjamín Cofré Yáñez, con 17 años de edad nos contó su experiencia tras participar en Expedición Ciencia 2018 en San Martín de los Andes este verano, donde compartió con 39 estudiantes de Argentina, Canadá y Estados Unidos.
Dicen que la tercera es la vencida, pero Benjamín lo logró antes. Esperanzado, en su segundo intento de participar, Benjamín viajó hasta Argentina gracias a sus familiares y redes de apoyo como el PAR Explora de Conicyt Biobío. Es un joven alegre y perseverante, quien desde hace 6 años participa en actividades científicas escolares y a menos de un año para la PSU aún no sabe cuál es la carrera que quiere seguir, la que sin duda será en el área científica. Te invitamos a conocer más sobre Expedición Ciencia y de la vida de Benjamín, un entusiasta explorador, quien ha recibido motivación por parte de su profesora de ciencias durante el período escolar.
Benja, ¿por qué postulaste al campamento Expedición Ciencia en Argentina?
Postulé para aprender ciencia de una forma diferente. Los jóvenes estamos acostumbrados a conocer la ciencia sólo como un cuerpo de contenido, porque es la metodología típica del sistema educativo tradicional, siendo que esta también tiene una forma particular de pensar y esto es la más difícil de desarrollar.
Uno de los objetivos de Expedición Ciencia es que los jóvenes trabajemos el pensamiento científico para que lo incorporemos en nuestras vidas, independiente después nos dediquemos a la ciencia porque el pensamiento científico no es algo exclusivo de científicos, es súper importante para aprender a cuestionar tu entorno, a tratar de entenderlo, a poder verlo de una forma objetiva y crítica para intentar mejorarlo, es algo que todos tenemos, pero que normalmente no se enseña.
¿Cuál fue tu impresión al ver tu nombre en los seleccionados? ¿Hubo nerviosismo por la oportunidad?
Cuando me llegó el correo con el asunto de “Felicitaciones” me emocioné mucho, fue una gran felicidad. Después me vino un sentimiento como de incertidumbre, porque no sabía si iba a poder ir al campamento debido a motivos económicos, ya que el año anterior ya había sido seleccionado, pero por este tema tuve que ceder mi cupo. Entonces, esa misma sensación de saber que antes no había podido ir y que ahora tenía otra oportunidad, me motivó a buscar ayuda.
¿Fuiste becado?
Directamente por la organización no. Al ser una Asociación Civil Argentina y que tienen recursos limitados sólo podían dar becas a chicos de Argentina. Aunque, para poder asistir recibí apoyo de familiares, la Orden de San Agustín, el Centro de Padres de mi establecimiento y del CONICYT a través del PAR Explora Bío- Bío, a todos les estoy muy agradecido.
Coméntanos acerca del apoyo que has tenido por parte de tus padres durante la carrera científica que has hecho durante tu época escolar y también de cara a la universidad…
Mis padres, familia y amigos han sido fundamentales en todo este tiempo, siempre han estado conmigo celebrando los éxitos, alentándome en los procesos y en cada uno de los fracasos. Tengo su apoyo incondicional. Comenzar a hacer ciencia a temprana edad no es fácil, sobre todo si este rompe el paradigma de la educación convencional, y si no fuera por el hecho de que, también, mi profesora de Ciencias Juana Verónica Torrejón ha estado guiando mi camino, hoy no estaría contándoles de esta experiencia. Ella es la que me invitó a formar parte del Taller de Ciencias de mi colegio el 2012 y desde ese entonces pude entrar al mundo de las ciencias que es en dónde me quiero desarrollar.
No es primera vez que participas en un encuentro científico con personas de otros lugares, así que ¿cómo fue tu experiencia en Expedición Ciencia Argentina 2018?
Expedición Ciencia estuvo llena de aprendizajes significativos desde el inicio hasta el final. El hecho de compartir con chicos de diferentes partes de Argentina, Estados Unidos y Canadá, te hace ver las cosas de forma diferente, porque conoces otras realidades, otros puntos de vista y esas diferencias al final te enriquecen. Cada uno tiene una experiencia totalmente diferente a la tuya, pero todos estamos en la misma sintonía tratando de resolver algún problema, planificando algún proyecto o sólo compartiendo un mate hablando de la vida. Sin duda fue una experiencia transformadora tanto del lado académico como del emocional.
¿Qué actividades realizaron?
Las actividades que realizamos estuvieron contextualizadas “como si estuviéramos en los zapatos de los primeros investigadores”. Yo pensaba que me iba a ser de ayuda tener conocimiento de ciencias, saber de Astronomía, Biología y esas cosas, pero el hecho de que nos contextualizaran de esa forma ya te hacía olvidarte de todo antes de partir. En el campa tuvimos que ingeniárnosla para demostrar nuestros modelos que explicaran algún fenómeno, ya sea de Física, Química, Astronomía, Matemática, hasta Neurociencia, solamente con nuestras cabezas, algún material, un lápiz y libreta. Cuando terminabas realmente pensabas que te iba a explotar la cabeza. En lo personal iba con todas las ganas de sorprenderme y así lo hice con cada una de las actividades, historias y hasta de mí mismo cuando me daba cuenta de que podía hacer cosas que antes ni imaginaba.
Además, realizamos actividades en medio de la naturaleza, tanto académicas, como deportivas. Las deportivas eran súper entretenidas y además de entregar risas, daban para reflexiones, por ejemplo, siempre se debía trabajar en equipo y confiar en el compañero. Estas características también son súper importantes en ciencias, siempre se busca la colaboración y se avanza a través de redes. La mezcla de este tipo de actividades hacía que nos uniéramos y pudiéramos experimentar tanto un lado netamente académico científico como el de las relaciones con los demás.
Lo que más te gustó y lo que menos te gustó:
Lo que más me gustó fue la gran variedad de personas con las que pude compartir, este campa también daba espacios para que nosotros pudiéramos conocernos entre nosotros como personas, no sólo nuestro “lado científico”. Por lo general este tipo de iniciativas siempre tienen poco tiempo para realizar actividades académicas y eso provoca que no se den estos espacios. A mi me encantó socializar y conocer más a mis compañeros con sus distintas realidades, como ellos pudieron conocer la mía. Esto igual aumentó la confianza dentro del grupo y en poco tiempo ya éramos una comunidad de pequeños científicos intentando entender su entorno.
Algo que me deja como con una sensación más triste fue haber sido el único chileno, no por el hecho de que no me pudiera adaptar, todo lo contrario, me llevé súper bien con todos, pero en ese minuto era el único del país en estar aprovechando esa experiencia, siendo de que Expedición Ciencia da la oportunidad de que jóvenes de Latinoamérica puedan asistir. Quizás han visto el programa y se entusiasman, pero se desmotivan cuando ven el costo económico dejándolo pasar. Me encantaría que en un futuro haya más jóvenes chilenos aprovechando esta instancia y que se les pueda apoyar como lo fue en mi caso. Sé que los interesados están, algunos amigos que he conocido en eventos científicos acá me han preguntado y como ellos hay jóvenes motivados.
¿Pudiste establecer lazos y contactos que te van a servir en el futuro?
Más que “contactos”, pude desarrollar un vínculo emocional con lo otros participantes, tanto con chicos, como con los coordinadores. Todos nos seguimos en redes sociales y espero que no se pierda el contacto con el tiempo. También, me traje la experiencia de los coordinadores en el mundo de la ciencia. Algunas de sus historias me ayudaron a “aclarar el panorama” de lo que significa estudiar y hacer ciencia en el mundo. Una de las historias que más me marcó fue la de Gabriel Gellón, él es Licenciado en Ciencias Biológicas de la Universidad de Buenos Aires con un Master y Doctorado de la Universidad de Yale, es una excelente persona que compartía con nosotros como uno más dentro del grupo. GG, como le decíamos, en vez de seguir haciendo una carrera científica, decidió fundar Expedición Ciencia, para dedicarse a la educación científica, al final, esto es lo que marca las próximas generaciones de ciudadanos consientes sobre la importancia de la ciencia. Seria genial que más científicos decidieran compartir su experiencia con nosotros, los más jóvenes, después de todo en algún minuto tendremos que hacer un recambio con los que sí están haciendo cosas por el mundo. Pienso que es un desafío tratar de acercarnos sus experiencias, pero que es súper importante hacerlo.
¿Cómo enlazas tus experiencias en congresos y campamentos científicos con la carrera que quieres comenzar?
Estas experiencias me marcaron, te hacen descubrir un mundo que si estas sólo en el colegio ni te imaginas que existe. Aún no tengo clara la carrera que quiero comenzar, tengo opciones como Bioingenería, Biología, Bioquímica o incluso Astronomía. Pero el hecho de conocer de forma vivencial lo que significa cada una de ellas definitivamente me va a servir para elegir informado (en un futuro cercano) en cual me podría desarrollar mejor. Creo que definirse tempranamente por alguna carrera limita que conozcas más tus opciones y que te cierres sólo en una cosa, en algún momento debe pasar y está bien, pero a veces te impide descubrir, quizás alguna área que te guste más.
¿Qué consejo darías a los estudiantes que no se atreven a incursionar en el área científica?
A los que aún no están, los invitaría a motivarse con estas iniciativas, a sacarse el prejuicio de que los chicos que hacen ciencia son uno “ñoños”, porque no es para nada así. Uno conoce diferentes lugares, diferentes personas que te ayudan a crecer, no hay que tener miedo de intentar algo diferente a lo que estás acostumbrado. También, me gustaría hacer un llamado a los profesores, para participar en estos eventos, se necesita el apoyo de uno. Yo tuve la suerte de encontrarla, pero muchos chicos que conozco, están motivados y ningún profesor los apoya.
Sé que es difícil ser profe, pero tener este tipo de aprendizajes marca un antes y un después en tu vida y se debería motivar más aún. Los Profes deberían tomar más la iniciativa, y a los que ya lo hacen, darles más apoyo, porque a veces están solos con sus alumnos intentando sacar un proyecto, dedicándole tiempo de su familia sin que les paguen, sólo por amor a lo que hacen. A ellos de verdad les doy las gracias y los felicito.
¿Y a los que ya están en esto?
A los que ya están en el camino, los alentaría a seguir por él. Es algo hermoso que te permite descubrir, tanto de lo que te rodea, como de ti mismo. Estoy consciente de que a veces no es para nada fácil, muchas veces se cierran puertas, sobre todo porque la educación actual no siempre da espacio para desarrollarse y uno no consigue todo el apoyo. También, porque no siempre las cosas salen como querías, ya sea algún proyecto o derechamente no quedar en alguna iniciativa. Muchas veces me pasó que uno prepara algo dando lo mejor de uno mismo, pero al momento de los resultados uno no está dentro del algún campamento o feria científica. No es todo perfecto, pero en esos momentos uno debe replantearse y tener la capacidad de criticarse, soy un convencido de que el éxito llega cuando aprendes de ti, uno debe valorar sus fracasos, pero tampoco perder la confianza en sus capacidades. La actitud de superación marca la diferencia.
