La Universidad James Cook en Australia ha logrado crear una variante de concreto que no está reforzada con acero sino con deshechos plásticos, en lo que ha llamado “concreto verde”. No sólo hay ahorros en la cantidad de acero utilizado, también se reducen en un 90% las emisiones de CO2 y el uso de combustibles fósiles. Además de ayudar con el problema de que hacer con el creciente deshecho plástico. Tan sólo en Australia el 79% del plástico no es reciclado.
Las primeras pruebas de seguridad han demostrado que el nuevo concreto es lo suficientemente duro como para ser usado en piezas prefabricadas, como tubos de drenaje y en aplicaciones que tengan poca carga como los señalamientos de caminos peatonales y ya se exploran las diferentes alternativas para darle aplicaciones a este material.
Pero como el concreto es el segundo material más utilizado en la Tierra, sólo después del agua, se está tratando de llevar más allá los objetivos de la investigación. Se proyecta reducir aún más la huella del concreto al reducir la cantidad de arena utilizada en su producción y reemplazar el hasta el 30% del cemento con deshechos de minería. Esta es una ventaja para todos, un material de construcción más limpio y una reducción en los deshechos, ¿por qué no se había hecho antes?
Fuente: Fayerwayer
ETIQUETAS:
COMPARTE: