Si bien pensar en una vuelta a las aulas se torna complicado por el contexto actual, hay aspectos en la vida juvenil que se continúan desarrollando y adquieren mayor relevancia aún: el vuelco a la digitalización de las actividades pedagógicas. En este sentido, el equipo ejecutor de Huellas en el Biobío comprende la necesidad de que los productos del kit educativo que desarrolla sean atractivos para las y los estudiantes, por lo que investigó sobre las tendencias de consumo de este público.
Por Daniel Erbo. Periodista Huellas en el Biobío
Huellas en el Biobío es un proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación y ejecutado por la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción. Mediante cuatro cápsulas audiovisuales, esta iniciativa promoverá en estudiantes de enseñanza media el conocimiento y valorización del patrimonio natural y cultural de los diversos territorios que integran la cuenca del río Biobío, así como la identificación y reflexión crítica de riesgos y amenazas antrópicas a las que éstos se ven sometidos.
Este proyecto tendrá como hito de lanzamiento la primera capacitación docente a ejecutarse este jueves 14 de enero, para lo cual son convocados las y los profesores de educación pública que hagan clases a estudiantes de enseñanza media. Para participar deben inscribirse en el siguiente vínculo. Lo cual les dará la oportunidad de recibir el kit completo de forma física, la cual, además de contener las cápsulas audiovisuales, tiene una guía de apoyo al docente con actividades y formas de evaluación sugeridas, un mapa de la región y fichas de trabajo.
El contexto digital
Como punto de partida para comprender los usos que las y los jóvenes dan a internet, el equipo profesional de “Huellas en el Biobío” analizó la investigación “En clave adolescente: referentes, prácticas y hábitos de consumo audiovisual”, realizada por la Universidad de Chile en 2019. Este estudio demuestra que: un 93% de jóvenes utilizan internet para la realización de trabajos y tareas escolares; un 77% para aprender algo nuevo; un 91% para ver videos o tutoriales y un 79% para jugar.
En cuanto al acceso, los indicadores nacionales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) establecen que un 87% de la población posee conexión a internet desde sus casas. Por su parte, la última encuesta CASEN del Ministerio de Desarrollo Social de Chile (2017), indica que un 72% de los niños, niñas y jóvenes de Chile se conecta a Internet desde sus hogares. Esto revela que la conexión a internet y el ejercicio de las prácticas digitales también se llevan a cabo fuera de los establecimientos educacionales, en contextos de conexión permanente.
Tendencias de consumo adolescente
Con el objetivo de orientar y sustentar las decisiones que se tomaron para materializarlas cápsulas audiovisuales del proyecto, el equipo de Huellas en el Biobío emprendió un proceso investigativo estratégico. Para esto, utilizó una metodología que combinó la revisión de fuentes secundarias, como reportes e investigaciones sobre los consumos juveniles digitales y canales de Youtube que difunden contenido educativo; con fuentes primarias, que en este caso correspondieron a estudiantes de 1ro a 4to medio.
“Durante el mes de septiembre se realizó un grupo focal y entrevistas individuales con estudiantes de las tres provincias de la región del Biobío. En estas instancias, conversamos sobre la percepción que las y los jóvenes tienen sobre los videos educativos en su aprendizaje dentro de los espacios escolares. Además, testeamos la propuesta audiovisual que habíamos construido en el proyecto, para su retroalimentación”, relató Constanza Vergara, socióloga y magíster en Antropología Social, parte del equipo de investigación de Huellas en el Biobío.
Tanto en los focus groups como en las entrevistas, se indagó en las percepciones del video educativo como recurso pedagógico y las preferencias de las juventudes. En este sentido “las y los estudiantes valoran mucho este tipo de formato, destacando que son dinámicos, innovadores y entretenidos, permitiendo la comprensión y profundización de contenidos. Sin embargo, señalaron que dentro de sus establecimientos educacionales no se utilizan mucho”, señaló la investigadora al ser consultada por los resultados del estudio.
El material elaborado fue bien valorado por parte de las y los estudiantes. “Destacaron su propuesta estética, recursos gráficos y contenidos, encontrándolos muy interesantes. En cuanto a la narración y musicalización, señalan que éstos sirven para dar ritmo y emotividad a los contenidos, por lo que la voz es fundamental para lograr esto”.
Para el equipo, lo más complejo de utilizar videos para la enseñanza son la duración a la cual están acostumbrados los y las jóvenes: alrededor de 3 minutos. Pero situándose al contexto educativo las y los estudiantes indicaron que “la atención a los vídeos dependerá del interés que genere la información mostrada por lo que recomendaron una duración que no supere los 10 minutos”, agregó Constanza.
Finalmente, es importante relevar que, ante la existente brecha digital en la región y país, el formato de cápsulas audiovisuales y guías educativas, también parte de Huellas en el Biobío, son una gran herramienta para la difusión de contenidos que no necesariamente requieren de internet ya que pueden ser socializados en USB u otros dispositivos.
La adaptación audiovisual
El desafío de generar las piezas audiovisuales y adaptarlas según las indicaciones del estudio, fue asumido por la Cooperativa Nómada Sur, quienes, debido a la crisis sanitaria y medidas de confinamiento establecidas por las autoridades de salud, tuvieron que redefinir su estrategia de terreno y ajustar su modalidad de trabajo. Estas modificaciones, sin embargo, “también presentaron una oportunidad para poder desarrollar una propuesta audiovisual que rompa con los estereotipos y conceptos clásicos del cine para educación”, señaló Miguel Peña, miembro de la Cooperativa.
Según Miguel, “como cooperativa hemos analizado un modelo educativo anticuado y rígido, que no ha acabado de asumir el reto de introducir lo audiovisual en el aula. Esto llama la atención porque nos enfrentamos a una generación inmersa en una cultura audiovisual en perpetuo estado de mutación”.
Es así como este trabajo demandó a Nómada Sur pensar en estrategias que permitieran “darles dirección a los contenidos, temas que se abordan, reflexionar en torno a la paleta de colores, desarrollar una musicalización en específico e innovar y proyectar una propuesta de diseño, de manera de contribuir con una metodología que pueda aportar y cooperar en la comprensión de las lógicas de desarrollo con las que opera nuestra sociedad y los efectos de las mismas en las comunidades”.
De esta forma, Huellas en el Biobío apuesta por ser una herramienta audiovisual y pedagógica que haga fascinante la Educación Ambiental y que impulse a liceanos y liceanas a impregnarse de la naturaleza y cultura de sus territorios.
