El territorio se llenó de curiosidad en el Colegio Paula Jaraquemada de Paine y en la Sala Cuna y Jardín Infantil Emanuel de Maipú, donde niñas, niños y sus familias participaron del taller “Vermicompostando”, guiado por las talleristas Claudia Iturriaga y Magdalena Lagos.
Ambos encuentros, desarrollados en contextos distintos, pero unidos por el mismo espíritu científico, invitaron a observar la tierra con nuevos ojos y descubrir el trabajo silencioso de las lombrices en el reciclaje orgánico.
Desde el inicio, el ambiente en ambos espacios se llenó de preguntas, asombro y manos listas para explorar. Las familias conocieron de cerca a las protagonistas del vermicompostaje y aprendieron sobre su rol fundamental en la transformación de residuos orgánicos en un recurso lleno de vida.
Paine: creando una vermicompostera desde cero
En el Colegio Paula Jaraquemada de Paine, laas familias construyeron la nueva vermicompostera del establecimiento, comprendiendo cada paso del proceso y reflexionando sobre cómo este pequeño ecosistema puede convertirse en una herramienta educativa y ambiental para toda la comunidad escolar.
Maipú: aprendiendo desde una experiencia ya en marcha
En la Sala Cuna y Jardín Infantil Emanuel de Maipú, donde ya existía una vermicompostera activa, el taller permitió profundizar en el tema. Las participantesobservaron directamente el espacio, hicieron preguntas a partir de lo que veían y conectaron lo aprendido con un ejemplo concreto y vivo del proceso. Esta visita transformó la teoría en experiencia, fortaleciendo la relación entre aprendizaje y entorno.
Ciencia, comunidad y medioambiente desde la primera infancia
En ambos establecimientos, el taller no solo enseñó sobre el vermicompostaje: también fortaleció la conciencia ambiental, la curiosidad científica y el sentido de comunidad. Niñas, niños y familias pudieron experimentar cómo un simple gesto como separar restos de frutas y verduras puede convertirse en una acción significativa para el planeta.
Agradecemos profundamente a todas las familias que participaron y aportaron energía, preguntas y ganas de seguir aprendiendo.
¡Sigamos cultivando naturaleza, ciencia y comunidad en cada rincón del territorio Sur Poniente!