La compañía de teatro del Liceo Gabriela Mistral de Independencia obtuvo el reconocimiento al “Compromiso con el proceso creativo”, en la pasada edición del Festival Escolar de Teatro y Ciencia, y el premio fue un espectacular día en Quintay.
Hasta el Centro de Investigación Marina de Quintay (CIMARQ), de la Universidad Andrés Bello, llegaron las y los estudiantes que protagonizaron el montaje “La rebelión del Millalobo” en la última versión del FETyC, trabajo que les hizo ganador de uno de los premios, el que hacía referencia a la responsabilidad y compromiso que como equipo tuvieron durante todo el proceso vinculado al festival.
La visita se desarrolló el pasado 23 de noviembre y se inició con la observación de un esqueleto de una ballena azul, para luego pasar las piscinas que se administran junto a los pescadores de la caleta y que albergan a diferentes especies que se extraen en la zona. El recorrido continuó con diferentes acuarios con peces para finalmente ingresar al laboratorio a desarrollar la parte práctica.
La fecundación in vitro de un chorito maltón fue el desafío y para lograrlo, las y los participantes debieron abrir un chorito macho y otro hembra para luego extraer sus gametos e proceder a la fecundación observando a través del microscopio.
Gino Arancibia, analista químico y encargado del laboratorio de biotecnología del Centro, fue quien acompañó y guio a las y los estudiantes durante toda la jornada, y al finalizar señaló: “Con este tipo de experiencias el estudiante crea la capacidad de ver un espectro totalmente distinto, sobretodos si son de Santiago, donde están acostumbrados a la ciudad y a su smog, en cambio el hecho de estar compartiendo con la naturaleza ya es algo totalmente distinto y es algo lindo, sobretodo si es cerca del mar, ya que nuestro país tiene una extensa franja con un montón de riquezas y recursos marinos”.
Ludviana López, profesora a cargo del grupo y directora de la Compañía, comentó: “Lo interesante es que el premio fue una experiencia y esto es mucho más enriquecedor para el aprendizaje de los chiquillos, ya que ellos se caracterizan por ser muy inquietos y aquí pudieron indagar y manipular los distintos elementos y estaban maravillados observando la fecundación in vitro”.
Por su parte, Cristóbal Silva, estudiante del Liceo Gabriela Mistral de Independencia, expresó: “Fue una experiencia única, ya que pudimos manipular diferentes instrumentos para fecundar un chorito maltón, y eso es algo que no se ve todos los días y lo que más me gustó fue la forma en que nos explicaron, pasando de inmediato a trabajar con los materiales, eso fue muy divertido”.
Al finalizar el trabajo la visita al Centro, el programa continuó en la playa, para disfrutar un momento del mar, la arena y el sol antes del regreso a la capital.