Santiago High Tech, del dramaturgo chileno Cristián Soto, se sitúa en un Santiago del Futuro, donde se puede recorrer el país en aerotrenes y las relaciones entre las personas han cambiado considerablemente a lo que conocemos, como resultado de los avances científicos y tecnológicos.

En este contexto vive XY, un joven que en ese mundo hipertecnológico está preocupado por lo mismo que podría preocuparse una persona en la actualidad o hace 50 años, el amor, eso sí, viviéndolo de una manera diferente a la que conocemos actualmente, donde se identifica de manera más concreta el funcionamiento de las neuronas espejo.

La obra, que se estrenó por primera vez el 2002, se presenta en el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) y apuesta por un teatro renovado, orientado a un público joven, donde no hay escenografía como tal, ya que la historia transcurre dentro de un cubo en el que se proyectan imágenes y donde el público tiene la oportunidad de interactuar con la obra mediante tablets y la app Santiago High Tech.

 

 

 

 

 

Funciones

14 agosto al 5 octubre (excepto 21 al 24 ago y 11, 18 y 19 sep)                                                                                                                                             
Jueves a sábado – 18.30 hrs. comienzo entrega tablets / 19 hrs. comienzo función
Domingo – 17.30 hrs. comienzo entrega tablets / 18 hrs. comienzo función
Sala N2. Edificio B, piso 2 
$ 6.000 general
$ 3.000 estudiantes y tercera edad
 
Ficha técnica

Dramaturgo: Cristián Soto
Dirección puesta en escena: Francisco Krebs
Dirección creativa: Fernando Ocampo
Elenco: Diego Ruíz, Nathalia Aragonese, Juan Pablo Miranda, Carmina Riego e Isidora Stevenson
Canción original: Gepe

 

Entrevista a  Fernando Ocampo, Director Creativo de Santiago High Tech

El joven arquitecto mexicano, radicado en Chile hace seis años, posee amplia experiencia relacionando su profesión con las artes escénicas. Ocampo es fundador y director creativo de MOODLAB (2011), laboratorio de experimentación creativa y ha dirigido obras como “Gesto”, su primer montaje, o “Errantes”, presentada el 2013 en el GAM. En Santiago High Tech, ha tenido un rol fundamental trabajando las propuestas tras el diseño integral del montaje.

 

¿Cuáles han sido los desafíos de preparar una obra dirigida a un público joven?

Entre los desafíos que ha significado esta obra se encuentra el conocer a nuestro público, conocer cuáles son sus medios de comunicación, redes sociales, etc.

También ha sido un desafío integrar a personas que no son necesariamente del mundo del teatro, como diseñadores de videojuegos, de medios digitales y programadores aplicaciones, entre otros. En ese sentido vamos apostando a profesionalizar el teatro desde otra perspectiva, no solo pensando en la disciplina, sino también en un formato con elementos atractivos para un público, que en este caso es un público joven. Investigamos mucho sobre los temas en voga, las estadísticas de medios de difusión, redes sociales, uso de tablets, tiempo que se demoran en compartir información, etc.

¿De qué forma valoras el abordar una temática científica desde una plataforma teatral?

Para mí el tratar situaciones que se acercan a la ciencia desde una plataforma más cercana al entretenimiento es una de las partes más fuertes del proyecto. Por eso en el momento en que puedes mezclar esas áreas desde el teatro es bastante potente y los temas como las neuronas espejo, la empatía o el cómo las relaciones afectivas pueden de alguna manera cuantificarse científicamente, y que están puestas en el texto del dramaturgo, nosotros estamos intentando llevarlas a una experiencia mucho más cercana. En el montaje no estamos explicando temas tan concretos o técnicos, sino que entregamos nociones para que ellos entiendan en su propio lenguaje posibles conceptos que puedan desarrollar por otro lado.

Y más allá del objeto tecnológico que siempre es atractivo para los más jóvenes ¿cómo reciben los contenidos, se desarrolla empatía con la historia o con los personajes?

Sí, de todas maneras se nota que los jóvenes reaccionan por sus gestos o algún sonido. En la obra hay besos, algunas partes son más románticas o trágicas y siento que también a su edad o a su noción de mundo les afecta, no sé si positiva o negativamente, pero sí permite que se pregunten por ejemplo, qué les depara el futuro y si son capaces de cambiar lo que la obra dice que puede pasar.

Nosotros intentamos hacer que ellos tengan conciencia de que sí es posible un futuro de Santiago que tiene alguna condición trágica por la existencia de las tecnologías, les mostramos un entorno que todavía no conocen, pero que tiene la posibilidad de cambiar.

¿Cuál crees que es el sello distintivo de la obra?

La visualización de los video juegos en una obra de teatro, siento que no se había hecho antes, y el que te pasen una Tablet para ver la obra, es uno de los proyectos pioneros en Latinoamérica y la posibilidad de tener una aplicación que se llame Santiago High Tech para ver la obra, también es otro atributo bien grande porque tampoco el área de aplicaciones para teléfonos está enfocada a estas áreas de artes y humanidades, siempre son proyectos empresariales, con otro presupuesto y aquí estamos apostando a integrar esas áreas a una obra de teatro o a una pieza de arte y desde ahí desde los formatos y el soporte  y desde los contenido, al hablar del futuro, la utopía de hablar de ciencia ficción significa una nueva apuesta para el teatro chileno.

¿Cuál ha sido la reacción de las delegaciones de estudiantes al ver la obra?

Previo a la muestra de la obra realizamos una conversación para que las y los estudiantes entiendan la obra desde que entran y tengan información previa del montaje que van a ver. En esa primera interacción se p
uede ver que se sienten muy contentos ya que se les entrega un aparato con el que ellos pueden interactuar y al que no están tan acostumbrados, al menos en el contexto. Con la Tablet les damos la oportunidad de twittear, hacer check-in en el GAM o tomar fotografías y compartirlas en sus redes sociales, generando interacción en tiempo real con la obra y con sus amigos.

De este modo el recibimiento del montaje ha sido bastante bueno, principalmente porque la obra tiene elementos visuales que son muy atractivos para el público joven.