Entrevista #5: “La ciencia y la tecnología, como pilar fundamental del desarrollo, debieran tener un ministerio”

Entrevista #5: “La ciencia y la tecnología, como pilar fundamental del desarrollo, debieran tener un ministerio”

Octubre se ha transformado en el mes de la ciencia, cargado de actividades de divulgación y conflictos entre el campo científico y la institucionalidad estatal responsable de su desarrollo, hechos que nos invitan a reflexionar sobre el estado de la ciencia en Chile y el rol que esta cumple en nuestras vidas.

Sobre estos temas conversamos con Jorge Babul Cattan, Doctor en Bioquímica, Presidente del Consejo de Sociedades Científicas e integrante de la comisión presidencial “Ciencia para el Desarrollo de Chile”.

Entrevista en video

Institucionalidad y política pública

¿Cuánto se valora la Ciencia en Chile? ¿Existe una política a largo plazo?

En primer lugar, tenemos que tomar en cuenta la función que cumplen las universidades en este proceso. Para mí es fundamental la investigación científica respecto a la formación de profesionales, porque obviamente aquel que enseña lo que hace, lo va a enseñar mucho mejor que aquel que lo leyó en un libro y le fue a contar a alguien, por lo tanto bajo ese punto de vista, si queremos tener universidades sólidas, tenemos que tener investigación y deben ser los investigadores los que fundamentalmente formen a nuestros profesionales para que sean creativos y puedan resolver los problemas que el país necesita.

Lo que observamos en la actualidad, con respecto a las universidades, es que del total de ellas, sólo 2 o 3 realizan el 70% de la investigación del país, vale decir hay 40 o 50 facultades de ciencias que no hacen investigación. Entonces como se va a estar formando científicos, si es que no se hace investigación.

Un primer punto para el desarrollo de nuestro país, es que tiene que ir en conjunto con el desarrollo de la ciencia y para esto se debe desarrollar la investigación en las universidades, potenciando las de regiones, porque uno se pregunta por qué no tenemos la mejor escuela de astronomía del mundo si tenemos mucho más tiempo de observación que otros países, o por qué en la Universidad de Antofagasta no tenemos el mejor centro de minería, etcétera.

¿Quién hasta el momento ha definido qué se investiga y para qué?

En cuanto al qué se investiga, tenemos varios programas que dependen de CONICYT, donde existe el Fondo de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt), que está basado fundamentalmente en la excelencia, o sea que tan bueno es lo que uno hace, pero no hay áreas prioritarias.

Los estudiantes que obtienen su doctorado pueden acceder a proyectos de post doctorado, que es una etapa fundamental en la formación de los investigadores, después de eso debieran competir por proyectos de investigación, pero como está recién iniciándose, no pueden competir con alguien que lleva muchos años, que tiene un currículo y un laboratorio fuerte, entonces se inventó un sistema que se llamó “Proyectos de iniciación a la investigación”, entonces con ese entrenamiento del post doctorado y de la iniciación a la investigación, ya están más aptos para el siguiente paso que son los proyectos regulares de Fondecyt para los investigadores independientes, pero también hay proyectos de fondos de desarrollo, donde hay alianzas entre los grupos de investigación y las empresas, entonces ahí sí hay proyectos que tienen que ver con lo que el país necesita o con problemas más específicos.

Hace falta, bajo mi punto de vista, lo que yo llamo “Política del entusiasmo”, que significa que el gobierno diga estar interesado en desarrollar por ejemplo la industria pesquera o la agricultura en determinada zona, destinando proyectos y financiamiento para motivar a investigadores a desarrollarse en esas áreas, ese entusiasmo falta, además de la vinculación de las universidades con los proyectos del país, para aumentar los grupos de investigación en las áreas que el país necesita.

¿Cómo evalúa el trabajo y los resultados surgidos desde la comisión presidencial “Ciencia para el Desarrollo de Chile”?

Hay un consenso, necesitamos una institucionalidad y necesitamos un ministerio. Yo creo que la diferencia está en que tipo de ministerio y para eso hay dos modelos, uno de un pilar donde está todo integrado; como las investigaciones, las empresas, la parte económica y la parte aplicada. El otro modelo es de dos pilares, donde hay uno en que está la parte de investigación y otro con la parte más productiva, donde participa CORFO y otras instituciones, donde ambas partes conversan entre sí.

En realidad no son tan grandes las diferencias entre ambos modelos, se podría transitar del modelo de uno al de dos, porque no tenemos experiencia, no sabemos cómo va a resultar, entonces si no se llevan bien ambas áreas es difícil juntarlas de golpe.

Yo creo que puede ser que los gobernantes tengan el interés de crear esta institucionalidad, pero no aparece en los programas. Si ahora los presidentes están muy apegados a los programas y los eligieron por eso, tienen la obligación de hacer eso. Entonces lo que tenemos que lograr, para tener éxito, es que una institucionalidad que nosotros queremos, como por ejemplo el ministerio, aparezca de frentón en el programa. Porque lo que aparece en el programa de Michelle Bachelet actualmente es algo contrario a lo que nosotros queremos, porque aparece una subsecretaría en el ministerio de Economía y aparece una comisión dirigida por el ministro de Economía y justamente la comunidad científica protestó cuando se quiso pasar Conicyt al Ministerio de Economía.

Yo creo que hay que seguir empujando, en el senado se aprobó hace un par de años la formación de un Ministerio de Ciencias, pero no ha pasado porque es voluntad del presidente y estamos en un sistema muy presidencialista, donde si el presidente no quiere algo, no se lleva a cabo.

¿Cómo proyecta la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología?

Si la presidenta tratara de echar adelante lo que le propusimos, que es la creación del Ministerio, tendría que discutirse con los empresarios, con los políticos, yo lo veo en varios años. El mejor escenario que yo veo es que antes que termine su mandato ella envíe un proyecto de ley, pero yo creo que ni siquiera vamos a llegar a eso. En cuanto a mi optimismo, más bien estoy desanimado.

Entonces, ¿pasa por un tema de voluntades?

Yo creo que ella tiene la voluntad, pero no está en su programa, entonces, cómo va a hacer algo que no está en su programa si a duras penas están tratando de hacer las cosas que están, entonces bajo ese punto de vista yo lo veo consecuente, porque si yo voté por su programa entonces hagamos las cosas que están ahí.

Pero hemos avanzado en el sentido que hay consenso, todo el mundo dice sí a la existencia de un ministerio, aún cuando hay algunos que dicen que quizás con un alto presupuesto y con una buena coordinación podríamos resolver el problema. La solución a todos los problemas tampoco va por la creación de un ministerio, pero yo creo que la ciencia y la tecnología, como pilar fundamental del desarrollo, debieran tener un ministerio.

Babul8

Hacer ciencia en Ch
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¿Cuáles son las trabas que impiden la profesionalización del trabajo en ciencias en Chile?

En parte tiene que ver con la institucionalidad, porque ¿quiénes son los llamados a elaborar los programas que tienen que ver con nuestro desarrollo? No existe una organización para eso. Retomando el tema de la importancia del fortalecimiento de la ciencia en las universidades, en estos momentos de 30 mil profesores universitarios, puede que hayan 5 a 7 mil, lo cual es bastante bajo, en este momento debemos tener unos 3 mil 500 estudiantes de doctorado en Chile y en el extranjero, ya nos estamos acercando a tener mil doctores por año, entonces si nos demoramos 50 años en insertar esos 5 mil en la academia, ¿cómo lo vamos a hacer? No se puede. Hay un porcentaje de personas que en estos momentos están yendo a las empresas, pero todavía no llegamos a un 20%, entonces tenemos un largo camino que recorrer.

Tenemos que fortalecer aquellas universidades que el país defina que deben ser de alta complejidad y al mismo tiempo incentivar a las empresas para que inviertan más en ciencia y tecnología. En estos momentos, no recuerdo exactamente las cifras, las empresas contribuyen con más o menos un 30% de la inversión del Producto Interno Bruto en ciencia y tecnología, lo que no es más de mil millones de dólares, lo cual es similar al presupuesto de la Universidad de Chile, o sea que lo que se invierte en ciencia y tecnología en este país, es aproximadamente el presupuesto de una universidad! Así no vamos a llegar a ningún lado, estamos últimos en la OCDE con un 0,38% frente a un promedio de 2,5% en estos países, entonces no hay política que se pueda desarrollar con números tan bajos de científicos y con tan poco presupuesto.

Hay que ir repensando nuestro modelo de desarrollo para que no dependa tanto de los recursos naturales, porque no podemos cambiar de modelo cuando estos recursos se nos acaben.

En los distintos temas que hemos tratado siempre llegamos al tema de la institucionalidad…

Pero si en este país no sabemos cuántos somos, entonces ¿cómo se puede hacer cualquier política de desarrollo en cualquier área sin saber cuántos somos y qué hacemos?

Cultura Científica

¿Cómo cree usted que debiera entenderse la importancia de la ciencia en nuestras vidas?

Cuando los economistas preguntan esto, que a uno lo pone tan incómodo, sobre de qué sirve lo que usted como científico hace, a quienes lo ponen de otra manera: cuál es el efecto que tiene lo que se hace en ciencia para el desarrollo del país, y no entendiendo el desarrollo sólo desde lo económico, sino que en todo sentido y esa es la clave.

Debemos usar en vez de desarrollo, el bienestar de la gente, o sea que las universidades y las cosas que hacen los investigadores, tengan un efecto en el bienestar de las personas, no que las cosas sirvan para tener más dinero y que por chorreo la gente esté mejor. De esta forma podríamos conseguir que no fuéramos sólo los científicos los que empujemos para que haya más ciencia para el país, sino que también la ciudadanía note que la ciencia es una parte importante de su vida y de su bienestar. Entonces, ahí viene la parte de explicarles a todos en palabras sencillas lo que uno hace.

¿Cuáles son las principales dificultades que enfrenta la divulgación de las ciencias?

Uno es el número de científicos, yo creo que si fuéramos más, habría más gente que le gustaría hacer eso, pero somos muy pocos.

En estos momentos tenemos un número de doctorados que el país no está aprovechando, que están trabajando en laboratorios por unos pocos pesos, sin previsión, sin seguridad, etcétera, entonces yo creo que sí el país tuviera proyectos de envergadura, ya contamos con el capital humano formado y corremos el serio peligro de no aprovechar todo lo que hemos invertido en esas personas especializadas, entonces alguien tiene que remecer esto, porque Becas Chile partió sin la participación de las universidades y sin un plan, tanto así que se les obliga a volver al país y no hay capacidad del país para darles empleo, entonces no hubo una preparación del terreno para que ellos pudieran volver a trabajar.

Porque quizás aquí se pensó que los que volvían con un doctorado se les iban a ocurrir ideas brillantes e iban a tirar para arriba el país y no es tan así. No hubo preparación, hubo improvisación y no se pensó en áreas prioritarias.

¿De qué forma podríamos ver materializado el empoderamiento ciudadano en materia científico-tecnológica?

Cuando sea la ciudadanía la que pida más ciencia para Chile y no los científicos.

 

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