¿Existe relación entre la alteración de los ritmos biológicos y la hipertensión arterial? ¿Son más susceptibles a la hipertensión arterial individuos gestados bajo cronodisrupción? Estas son algunas de las interrogantes que estudiará la Dra. Natalia Méndez, la investigadora recientemente incorporada al Centro UC de Envejecimiento y Regeneración.

La Dra. Natalia Méndez, trabaja en cronodisrupción y programación fetal y, desde que entró a Care Chile U), ha añadido la función renal a sus investigaciones dada la estrecha relación que tienen las diferentes funciones fisiológicas, con el buen funcionamiento del sistema circadiano. La presión arterial, por ejemplo, tiene un marcado ritmo circadiano, donde en individuos sanos aumenta la presión durante la mañana y cae hacia la noche, patrón que se repite cada 24 horas. Esto significa que los componentes que regulan la presión arterial están bajo control circadiano incluyendo la función excretora renal. 

Existen estudios que evidencian que los genes indispensables para el manejo de sodio y potasio renal comienzan a tener ritmos de expresión temprano durante el desarrollo demostrando que el sistema circadiano tiene un rol crítico en la regulación de los electrolitos a nivel renal. En este contexto, la función renal podría verse modificada por ambientes adversos durante la gestación, teniendo efectos a largo plazo, como hipertensión arterial. “Por este motivo he incorporado la función renal como un elemento clave entre cronodisrupción y efectos de programación fetal. Algunos de nuestros datos recientes apoyan la idea que la cronodisrupción durante la gestación modifica la función renal con efectos directos sobre la presión arterial”, explica la nueva postdoctorado UC.

Hace algunos años era impensable imaginar que la exposición a luz artificial durante la noche (principal agente “cronodisruptor” actual) podía tener consecuencias. Sin embargo, estudios epidemiológicos demuestran que las mujeres que realizaron turnos nocturnos durante la gestación, presentan mayor incidencia de abortos espontáneos, partos prematuros y nacidos de bajo peso, condiciones que se asocian a programación fetal. “Nuestra evidencia experimental muestra que la cronodisrupción gestacional es adverso para la madre, para el feto y para el futuro adulto. Demostramos que la alteración del sistema circadiano durante la gestación es capaz de modificar aspectos endocrinos, metabólicos y cardiovasculares en la progenie adulta a varios niveles, destacándose entre estos cambios: la alteración de la presión arterial, frecuencia cardiaca y algunos indicadores de función renal. Por otro lado, hemos observado la ausencia de ritmos en hormonas que son indispensables para que los sistemas funcionen de manera coordinada y, por lo tanto, un adulto estará más predispuesto a sufrir alteraciones, como diabetes, hipertensión”, señala.

La exposición crónica a luz artificial durante la noche altera los diferentes relojes biológicos, con consecuencias en hombres y mujeres. En el caso específico de las mujeres, la alteración del sistema circadiano tiene efectos significativos sobre sus ciclos menstruales, afectando directamente su salud reproductiva. Estos efectos ya han sido reportados en poblaciones de mujeres que trabajan con sistema de turno (enfermeras, tripulantes de cabina, entre otros). Sin embargo, si esta mujer logra una gestación y además continua con este régimen de trabajo (aunque sea por un corto tiempo) es importante determinar los efectos a largo plazo en sus hijos, de lo cual existe poca evidencia.