El Colegio Bicentenario Madre Ana Eugenia, de la comuna de Pudahuel, es uno de los establecimientos educacionales que desde 2019 ha trabajado con el proyecto Explora Región Metropolitana Norte y este año es el colegio con más Clubes Científicos Escolares participando en la iniciativa Investigación e Innovación escolar. Gracias a esta iniciativa, las estudiantes han podido aproximarse a la ciencia y al medio ambiente, en un espacio de colaboración y continuo aprendizaje.
La iniciativa de Investigación e Innovación Escolar (IIE) del Proyecto Explora Región Metropolitana Norte, del Ministerio de Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación, ejecutado por el Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas (ACCDiS), liderado por la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile, busca fomentar el desarrollo de competencias científicas en la comunidad educativa, promoviendo la creación de Clubes Científicos Escolares para segundo ciclo de educación básica y media, y Equipos de Mini Explorador@s para primer ciclo básico, quienes reciben capacitaciones, talleres, actividades con la comunidad científica y eventos de socialización de sus proyectos durante todo el año escolar.
Los Clubes Científicos Escolares están conformados por equipos de estudiantes de 5to básico a IV Medio que realizan proyectos de investigación científica escolar en las áreas del conocimiento, como son las ciencias naturales y sociales, innovación, y/o artes y humanidades.
Los objetivos de esta iniciativa son: Fomentar el desarrollo de competencias para la investigación e innovación en la comunidad educativa, haciendo énfasis en preguntas y necesidades que surjan desde su entorno y vida cotidiana de manera colaborativa. Y promover la apropiación social de la investigación e innovación como práctica cultural en la comunidad educativa.
Para el año 2023, hay más de 70 Clubes Científicos Escolares funcionando en 29 establecimientos educacionales de la Región Metropolitana Norte, siendo beneficiados/as más de 380 estudiantes (2/3 de ellos/as estudiantes mujeres).
El Colegio Bicentenario Madre Ana Eugenia, ubicado en la comuna de Pudahuel, forma parte de los establecimientos educacionales que participan en la iniciativa, durante este año 2023 cuenta con 44 estudiantes que conforman 12 clubes científicos, los cuales son guiados por sus docentes del departamento de ciencias de la institución: Luciano Flores, Javiera Núñez, Nicolás Valenzuela y Guillermo Vidal.
Diversos clubes científicos escolares del colegio desarrollan proyectos IIE con un enfoque en la sostenibilidad, equidad socioambiental y protección de los bienes comunes ambientales.
Lafken Temu
El nombre que recibe este club científico proviene del mapudungún que quiere decir “hermoso océano”. El grupo está integrado por Javiera Muñoz, Rocío Espina, Catalina Gutiérrez y Antonia Bueno. Su interés es explorar sobre la biología marina, conociendo las consecuencias del cambio climático y su efecto sobre la intensificación del fenómeno ENSO y las mareas rojas en las costas de Chile, causando una amenaza a la escasez de recursos en la industria pesquera. Como solución quieren generar un modelo de inteligencia artificial que ayude a la industria pesquera y a los sindicatos de pescadores. “Nuestro proyecto se trata de predecir la marea roja y el fenómeno ENSO en nuestro lafken temu, a través del uso de la inteligencia artificial”, sostienen.
The Blinds
Está conformado por Mariana Avendaño, Renata Díaz y Anthony Urrutia, “esta iniciativa de innovación tiene como objetivo crear un producto tecnológico llamado MATierra UNO que permita enviar la localización GPS exacta de un incendio forestal en tiempo real, así se reducirá el tiempo de detección de una tragedia por medio de un aviso directo a las compañías de Bomberos más cercana al hecho. De esta manera, se minimizarán los tiempos de aviso y se mitigará el riesgo de propagación de los incendios forestales para las plantaciones forestales y Áreas Silvestres protegidas del Estado” explicaron los integrantes del equipo.
Auroras
Antonia Seguel, Valentina Barrientos, Maite Iribarren, Valentina Sáez, Florencia Álvarez, Matilda Gorigoytia, Anais Mena y Constanza Núñez son quienes forman parte del club las Auroras. “Nuestro objetivo es comparar una posible correlación entre la concentración de metales pesados presentes en el agua potable y el nivel socioeconómico de las comunas de Santiago. Hemos tenido que estudiar química, desarrollo sostenible y derechos humanos para desarrollar nuestra investigación”, reflexionan.
“Las concentraciones de metales pesados presentes en los cauces de agua dulce de la zona de Chile central tienen cifras alarmantes, según los estándares solicitados por la Organización Mundial de la Salud. Y queremos saber si hay una diferencia en la calidad del agua potable a partir de la desigualdad socioeconómica en términos ambientales en la ciudad de Santiago, identificando una posible correlación negativa entre la concentración de metales pesados en el agua potable que tienen las comunas y el PIB per cápita de sus habitantes”, agregan.
Las machis
Las integrantes de este club científico son: Valentina Palma y Coloma Inostroza. Su objetivo es preservar y conservar los servicios ecosistémicos del Estado de Chile relacionados con la etnobotánica así también para cuidar el medio ambiente e informar a la sociedad sobre las propiedades antibacteriales que podrían tener ciertas plantas medicinales del pueblo mapuche que son especies nativas. La investigación puede abrir puertas no solo a la ampliación de conocimiento científico sobre las propiedades curativas de la medicina mapuche sino también a la conservación de especies nativas con una importancia en servicios ecosistémicos, de abastecimiento y cultural.
La visión de uno de los profesores
“Enseñar habilidades comunicativas y sociales es un desafío grande para las estudiantes y es tanto más relevante que enseñar el cómo desarrollar una investigación científica y la parte teórica propio de la disciplina”, sostiene Guillermo Vidal, profesor de Biología y jefe del departamento de Ciencias del colegio bicentenario Madre Ana Eugenia.
“Para enseñar estas habilidades me baso mucho sobre la filosofía del rugby. En este deporte, el enfoque se centra ir paso a paso juntos como equipo unido, para cumplir el objetivo ganar el partido o dar lo mejor de sí. Para cumplir con esto a veces rompo la rutina y hacemos alguna convivencia para que se conozcan más, con el fin que sepan cuál será su número de camiseta, cuál será su función dentro del equipo, porque en el rugby los jugadores tienen diferentes habilidades y cada uno es esencial para cumplir el éxito del equipo”, analiza.
