Sin duda este ha sido un año particular en cuanto a fenómenos climáticos, hemos enfrentado una grave sequía, aluviones, tormentas, altas temperaturas e intensas marejadas, dejando en evidencia que el tan anunciado Cambio Climático ya está aquí y que como sociedad, debemos prepararnos para este nuevo escenario.
Conversamos sobre este tema con Pilar Moraga, abogada del Centro de Derecho Ambiental de la Universidad de Chile, Investigadora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia y miembro del “Plan de acción de adaptación y mitigación frente al cambio climático” conducido por el Ministerio del Medio Ambiente.
Mitigación + Adaptación + Resiliencia
¿Cómo han ido evolucionando las formas de abordar el problema del Cabio Climático?
Un informe del año 2007, emitido por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), deja en evidencia que este fenómeno es producto de la actividad humana, lo cual marca un hito bastante importante, porque con esto se deja de pensar que el Cambio Climático es un producto de una variabilidad natural.
Si analizamos el tema desde el punto de vista de los convenios internacionales, como la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, vemos que en los años 90 todo el enfoque estaba radicado en lo que era la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, sin embargo con el correr del tiempo, esta Convención se fue focalizando cada vez más no sólo en el tema de mitigación, sino que cada vez más también en el tema de la adaptación, lo que significa que es necesario tomar medidas para poder adaptarnos a las nuevas condiciones que nos ofrece este Cambio Climático y hemos llegado en los últimos años a un paso aún más allá, en donde decimos que haciendo todos los esfuerzos de mitigación y adaptación, vamos a tener que enfrentar daños provocados por el Cambio Climático que se van a producir sí o sí.
En nuestro país, estamos desarrollando estudios sobre la mega-sequía, buscando sus causales, cuáles han sido las respuestas del Estado y cuál es el nivel de vulnerabilidad de nuestro país. Algunas de las conclusiones a las que hemos llegado está el hecho de que no responde a un fenómeno natural, sino que efectivamente existen otros patrones que están definiendo esta prolongación en el tiempo y esta extensión en el territorio, además será la tendencia que se observará en los próximos años.
¿Cuál es el primer paso para enfrentar estas nuevas condiciones?
Existe una aceptación de que efectivamente las condiciones del clima van a cambiar, de que esto va a traer efectos y el desafío es ver como nosotros vamos a enfrentar estos efectos, cómo vamos a superarlos y como vamos incluso a tomar esto como una oportunidad para vivir de otra manera.
Políticas públicas, Sociedad y Medio Ambiente
¿Cómo ve la relación, en materia ambiental, entre el desarrollo económico y la población?
Actualmente hay una relación de tensión entre el desarrollo de actividades productivas y las comunidades aledañas a los sectores donde se instalan estas actividades. El desafío para nuestro país en esta materia es avanzar hacia reglas de un ordenamiento territorial más claras, avanzar hacia una evaluación ambiental estratégica que permita evaluar de manera más global el desarrollo de una determinada región o territorio.
En este sentido es necesario que los proyectos de inversión tomen en consideración lo que son los objetivos de los planes de desarrollo regional, porque ahí se establecen cuáles son las vocaciones del territorio, cuáles son las aspiraciones de las comunidades y es una manera de ir haciendo más compatibles los proyectos con esas aspiraciones. Hay un desafío de ir equilibrando los intereses de la población con el desarrollo económico.
¿En qué aspectos del marco regulatorio se proyecta la necesidad de incluir modificaciones?
En materia de modificaciones legales la cosa ha ido lenta, porque tenemos un proyecto de biodiversidad que está muy entrampado en el Congreso, el cual es muy relevante para nuestro país; tenemos también el tema de la reforma del agua a nivel constitucional y legal, que también es un gran tema porque vemos que el recurso hídrico en Chile es cada vez más escaso, entonces vamos a tener que crear mecanismos adecuados para la preservación de este recurso en el largo plazo y esa es una discusión que está, pero muy tímida.
Enfrentados al tema del Calentamiento Global, estamos observando desde el mundo académico la necesidad de contar con una ley de Cambio Climático que nos pueda servir de un marco jurídico transversal a un problema climático que no es sólo ambiental, sino que también económico y social y que desde esa perspectiva debe ser un problema que se trate de una manera transversal de parte del Estado y para ello se requiere una ley que establezca recursos de manera permanente, más allá de los vaivenes políticos, con una institucionalidad de tipo transversal que también tenga una proyección en el tiempo y que pueda asegurar que estas temáticas se resuelvan de manera adecuada.
¿Se podría hablar de que los efectos del Cambio Climático afectan en mayor medida a la parte más desfavorecida de la población?
Hay una relación, desde la perspectiva ambiental, en que las peores condiciones ambientales están vinculadas a la pobreza, o las mayores externalidades negativas del desarrollo económico muchas veces pueden estar vinculadas a un mal manejo del medioambiente, lo que genera situaciones sociales precarias de salud o de calidad de vida y en este sentido ha surgido el concepto de ‘justicia ambiental’ que nos llama a ser una sociedad más equitativa en la repartición de las cargas ambientales, ya que muchas veces quienes sufren estas cargas son justamente las poblaciones más pobres y por ende nos llama a crear una sociedad más justa en este sentido.
El conocimiento científico y la toma de decisiones
¿Cuál es la vinculación entre los informes técnicos surgidos desde el mundo científico y las decisiones que se toman en materia ambiental?
Para que la ciencia que proviene desde la academia pueda incidir en la toma de decisiones, es necesario que exista un trabajo colaborativo previo. Es difícil que estudios de la ciencia per se, permeen la toma de decisiones, salvo si existe ya una articulación de tipo institucional en que exista un trabajo colaborativo que permita esta sinergia de información.
Hay situaciones que a mí me llaman la atención sobre el valor del conocimiento en la toma de decisiones, porque vimos hace poco, a propósito de las marejadas, a este hotel situado en Concón, el proyecto Punta Piqueros, con olas encima y lo curioso de esto es que ahí hubo una decisión de parte de la autoridad que aprobó el proyecto, luego de varias controversias judiciales, pero que en definitiva la autoridad ambiental otorgó el permiso y este proyecto se está construyendo con todas las de la ley, sin embargo en el estudio hubo informes de la ONEMI advirtiendo de esta situación. Esto ha pasado en muchas ocasiones, a propósito del Sernageomin en otros proyectos, que también están advirtiendo ciertas situaciones.
Ahí hay una definición de cuál es el riesgo aceptable para nuestra sociedad, cuál es el riesgo que estaremos dispuestos asumir como tal. Entonces vemos que muchas veces esa definición del riesgo que hace la autoridad a lo mejor no es la que refleja a los ciudadanos o a la población en general, entonces ese es un trabajo que como país tenemos que hacer, en cuanto a cómo definir un consenso social entorno a cuáles son estos riesgos que vamos a asumir y cuáles no.
¿La creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología podría resolver esa relación entre la toma de decisiones y la información científica?
Los ministerios actúan de manera sectorial y eso genera cierto problema para lo que estamos hablando, porque la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología per se no sé cómo podría, desde mi punto de vista, facilitar ese diálogo entre la ciencia y la toma de decisión.
Para mí la solución va más por educar a la academia respecto a la importancia que tiene de incidir en la toma de decisiones y de ayudarnos y apoyarnos en este trabajo que no es fácil y yo creo que en este sentido CONICYT ha ayudado en esto, particularmente en el Proyecto FONDAP sobre ciencia del clima y la resiliencia en el que participo como investigadora. Uno ve que hay una valoración y una sugerencia de parte de CONICYT de incidir o de estar en la toma de decisiones y eso es relevante, porque quizás para mucho de los investigadores que ahí estábamos en un principio, no era tan evidente esa necesidad.
Género y Cambio Climático
¿Cuál es la importancia de la incorporación de la perspectiva de género en la mitigación y adaptación al Cambio Climático?
Es muy importante incluir esta perspectiva porque las mujeres pueden ser un gran actor en la solución del Cambio Climático, muchas veces son ellas las jefas de hogar y por ende las que definen la economía doméstica y en algunos casos también de su comunidad, en este sentido son ellas las que pueden conducir ese sistema económico a un sistema que sea más sostenible y más compatible con las necesidades del Cambio Climático, entonces ahí también se transforman no sólo en víctimas del Cambio Climático, sino que también en un actor relevante que puede contribuir mucho a la solución.
Educación Socio-Ambiental
¿Cuál es la relevancia que le da a la educación en temas de medio ambiente?
La educación es la base, una población educada es la base de cualquier cambio estructural que nosotros pretendamos en el tiempo, porque a través de la educación podemos comprender que nuestros recursos naturales son limitados y que por ende nuestro uso debe ser eficiente y respetuoso respecto de nuestro entorno.
Además estos actores educados serán los que tomarán decisiones como ciudadanos, como consumidores, como jefes de familia y desde este punto de vista es un elemento, a mi parecer, crucial para generar los cambios fundamentales que se requieren.