Museo Lincurlauta: conociendo los orígenes de San Fernando

Museo Lincurlauta: conociendo los orígenes de San Fernando

En medio de la velocidad y el ruido propio de las ciudades, San Fernando posee un espacio que evoca la pasividad y el silencio, y que además honra la fundación de la capital del Valle de Colchagua. El Museo Lincurlauta, ubicado en la casona que sirvió de fundación de la ciudad, es un espacio que permite a sus visitantes rememorar las tradiciones antiguas del campo de nuestro país. Y como no, ha sido parte importante de la XXII Semana de la Ciencia y la Tecnología organizada por el proyecto PAR Explora de CONICYT O’Higgins y la Universidad Católica del Maule. 

Incrementando su público habitual, el Museo Lincurlauta ha recibido una importante cantidad de delegaciones de establecimientos educacionales de la comuna durante la semana. En la jornada del jueves, fueron los cursos de prekinder y kinder del colegio Isabel La Católica los que llegaron con cerca de cien personas al lugar. Según lo señalado por el encargado del museo, Raúl Abarca, en estos cuatro días que lleva la Semana Nacional de la Ciencia y Tecnología, han recibo alumnos de prebásica, básica y media. 

“La semana ha sido bastante provechosa, han venido muchos cursos de distintos establecimientos, a quienes les hemos mostrado la fundación de San Fernando, porque este museo está ubicado en la casa con que se fundó la ciudad; es la única casa patrimonial fundacional que existe en Chile, tiene cerca de 300 años, y ha vivido mucha gente. Los niños pudieron observar las piezas y también pudieron disfrutar de su patio, que es como estar en el campo, pero en la ciudad”, indicó el dependiente. 

El Museo Lincurlauta está ubicado al final de la avenida Manso de Velasco, en lo que fue la casa construida por los españoles cuando fundaron esta ciudad. El recinto, de arquitectura colonial con bellos jardines y piezas que muestran parte del pasado colonial -además de piezas de rodeo, ferrocarriles, carruajes, paleontología, muestras intinerantes e incluso un espacio dedicado al accidente del avión de uruguayos (1972)-, está abierto de lunes a domingo y tiene una entrada liberada para todo público.

“Estamos (museo) rodeados de caos, pero aquí se respira tranquilidad. Aprovecho de invitar a los padres para que vengan con sus niños, porque el museo está abierto siempre; es de todos”, concluyó Abarca.

 

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