Claudia Ortiz Calderón es Bioquímica de la Universidad de Santiago de Chile y Doctora en Ciencias Biológicas de la Universidad de Chile, realizó estudios de Post Doctorado en Biología Molecular del Stress en University College London. Actualmente se desempeña como Jefa del Laboratorio de Bioquímica Vegetal y Fitorremediación en la Universidad de Santiago de Chile, su línea investigativa está vinculada a la bioquímica, biología molecular y fisiología del stress en plantas que son tolerantes a metales.
Claudia viajó hasta la región de Aysén para participar en Coyhaique de la presentación del proyecto “Buscando organismos remediadores de pasivos ambientales” que ejecuta el Campus Patagonia de la Universidad Austral de Chile en Puerto Cristal con financiamiento del Gobierno Regional.
¿Cuál es el aporte que realiza desde su área investigativa a la comunidad?
El aporte que se realiza con la utilización de plantas permite hacer mejoras en ambientes que son impactados por las actividades mineras, nuestro foco es la mitigación del impacto ambiental de la minería a través de sistemas biológicos. La importancia de los proyectos y de la investigación que nosotros realizamos en el área de la fitorremediación y la tolerancia a stress por metales en plantas radica en que hoy tenemos una ley de cierre de faenas mineras, una normativa ambiental que exige a las empresas mineras que se hagan cargo de sus pasivos ambientales desde el día uno en que se levantan los proyectos mineros. Incorporar este tipo de tecnologías implica que hacia el final del ciclo de vida de la mina puedes implementarlas para mejorar ambientalmente el sistema de manera amigable del punto de vista ambiental.
¿Cuál es la importancia del Proyecto “Buscando Organismos Remediadores de pasivos ambientales” que ejecuta el Campus Patagonia UACh en Puerto Cristal?
El proyecto de biorremediación que se realiza en Puerto Cristal es emblemático desde la perspectiva en que la remediación se considera como un primer paso para una futura rehabilitación de este sistema intervenido. Se puede recuperar el patrimonio cultural y ambiental que está fuertemente impactado por la actividad de extracción minera que tuvo en un pasado no muy lejano. El aporte tiene que ver con que existe una imagen regional que está focalizada hacia la conservación ambiental, hacia terrenos prístinos y el proyecto está contribuyendo de esta manera a poder fortalecer esa imagen, al mismo tiempo la contribución que puede hacer al conocimiento de la remediación en catastro de plantas que son tolerantes en zonas más australes es enorme, en Chile falta mucho que hacer en ese contexto.
¿Qué plantas se han detectado en Chile que tengan capacidades remediadoras en pasivos ambientales?
En Chile existen varias iniciativas que han logrado levantar información respecto a plantas que son bastante útiles para pensar en estas tecnologías de remediación ambiental. Particularmente hay un grupo de plantas que pertenece a la familia de las poáceas, que son plantas normalmente gramíneas, como pastos por ejemplo, que son muy útiles para este tipo de tecnologías. En Chile existe esta información, lo que no existe es la sistematización de este material como por ejemplo una guía de plantas para utilizar en tecnologías de remediación, esto es algo que seguramente con el conocimiento se va a ir consolidando y es un trabajo futuro a realizar.
¿Cuánto tiempo se demora este tipo de tecnologías en recuperar un sitio?
La remediación es el primer paso de un camino largo, estamos hablando entre 12 a 20 años pensando en la recuperación del sitio que fue impactado. Es importante generar la conciencia a nivel político de quienes están detrás del financiamiento de este tipo de proyectos, ya sea a nivel gubernamental o particular porque es muy importante que la empresa privada se haga cargo de ellos. Un proyecto de dos años no va a permitir llegar más allá de la caracterización y búsqueda de información, es importante tener en cuenta que posterior a eso viene la aplicación de esa información. Son varios pasos que hay que dar antes de tener un resultado que uno diga aquí está pasando algo, se está mejorando el ambiente, aquí están creciendo plantas. Estamos hablando de sistemas biológicos que toman su tiempo, el último objetivo es que estos sistemas biológicos al establecerse recuperen el sitio incluso pudiendo llegar al paisaje original antes de la intervención industrial, lo que obviamente es una contribución enorme a la restauración ambiental.
Pablo Cid, Periodista
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