Antes de pintar el ya tradicional mural científico, estudiantes de La Florida recibieron la visita del doctor en antropología Koen De Munter y la colaboradora intercultural aymara y antropóloga, Jannet Patzi, quienes les hablaron sobre la relación que tienen las culturas originarias con el sol.
Cada año, el arte y la ciencia se unen en el Mural Científico que el PAR Explora RM Sur Oriente lleva a diversas comunas de su sector. Este año, fue el turno de la comuna de La Florida, especificamente de los estudiantes de cuarto año básico y segundo medio del Colegio Cardenal Antonio Samoré.
El presente año, la temática del mural fue el Sol, para lo cual se desarrolló un taller para inspirar a los futuros muralistas. El taller “Cosmovisión del pueblo Aymara sobre el Sol”, fue dirigido por la antropóloga aymara Jannet Patzi, quien acercó a los estudiantes a la cultura aymara contando parte de sus costumbres y el significado de algunas palabras en su idioma. Para relatar la relación que tienen los aymaras con el sol, Patzi contó una hermosa leyenda del Sol y la Luna, que explicaba por qué en su cultura las mujeres son más cercanas a la Luna y la noche, y los hombres al día y a el Sol, lo cual se evidencia en varios de sus ritos y costumbres.
“El mito es un cuento de dos fuerzas unidas que se casaron y de ahí nacieron unos gemelos: Inti y Paxi. Esa es la cosmogonía de los pueblos aymaras, por lo menos de la región circunlacustre. De ese modo, se explica por qué la Luna tiene manchas y por qué su brillo en la noche es tan cautivante…en el Lago Titicaca se refleja mucho más. Cada lugar establece un mito para dar explicación a las cosas. El sol se representa en el hombre, porque hace prevalecer su autoridad como Inti y nosotras, las mujeres, siempre tomamos partido por el más débil y los apoyamos. Nuestro rol es muy diferente, estamos en la meditación, en la relación más tranquila, y esas cosas nos identifican con la noche. En nuestras reuniones, los hombres aymaras siempre se sientan frente al Sol y las mujeres contra el Sol. Esos códigos del mito se reflejan en el mural”.
Por su parte, Koen De Munter, asesor científico del mural, enseñó a los estudiantes distintas maneras de entender a los pueblos originarios, especialmente a los aymaras. Contó que ellos son una cultura viva, no exinta, y que ha dedicado años de su vida a estudiarlos, dejando su Bélgica natal para incertarse en el altiplano y luego radicarse en Chile. Esto, sin duda, llamó la atención de las y los estudiantes.
A fines de los años ochenta, Koen De Munter viajó a Sudamérica para recorrer la zona andina. En ese viaje, le interesaron mucho las tradiciones de los aymara, aunque también le llamó profundamente la atención la invisibilización de los grupos indígenas. “Fue la causa directa por la cual empecé a estudiar antropología como segunda carrera, además de la convicción de que podría haber un gran potencial de aprendizajes de todo tipo en el encuentro con la praxis actual de dichas tradiciones”, señaló.
Como antropólogo, Koen De Munter ha estudiado temas relacionados a los grupos indígenas de los Andes: las dinámicas interculturales a partir de sus prácticas políticas, rituales y ecológicas; cosmopraxis y convivencialidad; prácticas liminales o interfaces, como praxis contrahegemónica, entre otros. De Munter es un convencido de que en materia de habilidades interculturales, los aymaras llevan ventaja.
“Por la fuerza tuvieron que aprender a convivir y en parte adaptarse a varios aspectos importantes de la tradición occidental, colonialmente impuesta (lengua, religión, sistema económico, organización política, etc.) Esta experiencia es valiosísima cuando nos proponemos pensar en alternativas para las sociedades como las nuestras, donde reinan el etnocentrismo, desarrollismo y una falta de vinculación entre naturaleza y cultura”.
Tras la visita de ambos profesionales, las y los estudiantes dibujaron sus propias versiones de lo aprendido y realizarón dibujos, muy relacionados al mito relatado por Patzy. Con estos dibujos, la diseñadora en Comunicación Visual, Claudia Yañez diseñó la obra, que posteriormente se pintó en la muralla del colegio, ubicada en la intersección de las calles Serafín Zamora y Froilán Roa. Los que pintaron fueron los propios estudiantes, junto a vecinas y vecinos del sector.
“Estas actividades son sumamente importantes para nuestra comunidad, porque permiten conquistar el espacio público, es un mural que sale a la comunidad, para generar identidad, tremendamente interesante que se ligue el arte con la ciencia”, comentó Christián Nuñez, director del colegio.
Tras ver el resultado final, Jannete Patzi, se mostró muy emocionada. “Quedó muy lindo, estoy feliz por los niños. Si nosotros los adultos aymaras a veces vivimos encubiertos, imagínate los niños, que viven bajo la tuición de padres que necesitan adaptarse a otro medio. Tienen que olvidarse prácticamente de su lengua, sus costumbres. Esto sirve para que todos se acerquen a otras culturas”.
Para finalizár el proceso, las y los estudiantes junto a sus profesores y director, cortaron la cinta que inauguró el Mural Científico 2019 y el inicio de la Semana Explora para el PAR Explora RM Sur Oriente, dando una nueva y mejor apariencia al barrio. Estas fueron algunas de sus opiniones:
“Fue muy bonito pintar, me gustó hacerlo. Hice un dibujo de un Sol y una Luna con la historia que nos contaron. Pinte alrededor de la Luna, color violeta y alrededor del Sol los colores del día”. Julián Urrutia, 4to básico.
“Ahora el colegio se ve más bonito con el mural, que representa el poder de la mujer y el hombre. Yo ayudé a pintar el cielo y la luna. Cada vez que voy al mall lo veo y a mi familia le encantó.” Sofía Martínez, 4to básico.
“Quedó bacán, me gustó mucho. Se trata del Sol y la Luna. El Sol nos miraba a los hombres y la luna miraba a las mujeres”. Máximo Navarrete, 4to básico.
“Fue entretenido pintar afuera en la calle. La esquina antes estaba rayada, rota. Ahora se ve bonita con el dibujo de la Luna y el Sol”. Ricardo Aedo, 4to básico.
“Me encantó porque pudimos saber más de nuestros pueblos originarios, reconocer nuestra cultura como país, que los Aymara no son un pueblo que sale de la nada. Básicamente nosotros somos descendientes de ellos, llevamos su sangre, sus apellidos y me parece bien que reconozcamos esto”. Ignacio, 2do medio.
“Está muy bonito, cuando paso por ahí pienso en que quedó genial, no como antes que estaba roto, dañado y sucio. Siempre quise que pintarán ese muro y mi sueño se cumplió y yo ayudé , pintando la nieve de las montañas”. José Miguel Ramírez, 4to básico
“Es interesante, es algo bonito y nuevo para el colegio y para las personas que pasan por fuera y lo ven”. Kevin, 2do medio.
