Escrito por Cintia Beltrán Gómez
Desde las primeras etapas de la vida, la curiosidad y el interés natural de descubrir y comprender los fenómenos que nos rodean han estado presentes en nuestro desarrollo. Tareas simples como observar, hacer preguntas, generar predicciones, experimentar y comunicar los descubrimientos generados responden a lo que conocemos como el método científico.
En este sentido la Dra. Inés Figueroa, directora del PAR Explora Ñuble, comenta que “durante este proceso, trabajamos en el fortalecimiento de las competencias científicas en las educadoras para que propicien su desarrollo en niños y niñas a través del enfoque indagatorio inmerso en actividades lúdicas e interactivas en las áreas de botánica y zoología en las cuales se intenciona el desarrollo progresivo de conocimientos, actitudes y habilidades de la comunidad científica.
De acuerdo con el National Research Council de Estados Unidos, define a la indagación como una actividad multifacética que involucra hacer observaciones y preguntas, examinar libros y otras fuentes de información para saber qué es lo que ya se sabe. Ariel Araneda, experto en indagación y relator de PIPE, declara que “la indagación científica corresponde a un enfoque pedagógico centrado en los y las estudiantes, en donde el educador o educadora orienta la construcción de conocimientos científicos a través de distintas actividades que los involucran y comprometen en la búsqueda de respuestas a preguntas que surgen de problemáticas de su entorno. Lo anterior se articula enormemente con la labor que se realiza en educación parvularia, pues fomentar curiosidad a partir de la experimentación y exploración es parte de su quehacer y un elemento fundamental en el aprendizaje de las ciencias desde esta perspectiva de enseñanza”.
Gabriela Cárdenas, educadora de párvulos del Liceo Técnico Puente Ñuble, San Nicolás, expuso que “generalmente se produce el error de limitar a los niños y niñas porque los vemos pequeños o porque pensamos que la ciencia es para más grandes. Sin embargo, es en la primera infancia donde tienen la curiosidad a flor de piel y buscan respuesta a todo. Por esta razón, considero importante motivar y promover las competencias científicas a temprana edad”.
Modelo de competencias asociado a la innovación, ciencia y tecnología
En 2007 el programa Explora en colaboración con Fundación Chile, desarrollan un modelo de competencias asociado a la innovación, la ciencia y la tecnología, con el propósito de profundizar el vínculo entre el mundo educacional y el mundo de la ciencia y la tecnología contribuyendo a la igualdad de oportunidades de formación integral.
Patricia Jana, encargada de contenido del PAR Explora Ñuble, expresa que “el modelo considera siete competencias específicas o técnicas referidas directamente a la forma de como la comunidad científica construye conocimientos y cuatro transversales de carácter genérico, las que trascienden los límites del mundo científico, pero refuerzan su aplicación y transferencia a situaciones concretas de la vida. Las competencias científicas se abordan para que los niños y niñas las adquieran y, así, consideren el conocimiento, actitudes y habilidades que les permitan buscar respuestas e interpretar evidencias de acuerdo a su edad”.
Basándose en este modelo y con el propósito de estimular tempranamente en los niños y niñas su curiosidad natural, incorporar las competencias científicas a la formación curricular y a la vez, integrar los conocimientos científicos y tecnológicos declarados en las Bases Curriculares de la Educación Parvularia se da origen a la primera versión piloto del Programa de Indagación para Primeras Edades, PIPE, el cual tuvo una participación en la región de Ñuble de 25 educadoras y técnicos de educación parvularia provenientes de San Nicolás, Cobquecura, El Carmen, Bulnes, Yungay, Quillón, Pinto, Coihueco, Ñiquén, Chillán, San Ignacio, San Carlos, Chillán Viejo, Ninhue, San Fabián, Quirihue, Coelemu, Portezuelo y Ránquil.
PIPE basado en actividades que contemplan plantas y animales
El programa PIPE presenta dos módulos independientes, pero complementarios, uno centrado en plantas y otro en animales en los que se presenta una mirada sistémica y amplia para mejorar las oportunidades educativas enfatizando la interacción y comprensión del entorno a través del desarrollo de las competencias científicas para posteriormente expresarla y ser consciente de su aplicación. Los núcleos de exploración del entorno natural están basados en las Bases Curriculares de Educación Parvularia promoviendo actividades lúdicas e interactivas en los párvulos.
Durante el módulo de plantas Angélica Urbina, docente la Facultad de Agronomía de la UdeC, realizó 3 talleres: “Las plantas de nuestro entorno”, “Las partes de una planta, ¿qué hacen?” y “Frutos y semillas”.
Mientras que en el módulo de animales el docente de la Facultad de Cs. Veterinaria, Daniel González, compartió su conocimiento a través de los talleres: “El ciclo de la vida: Conexión vital entre animales y humanidad”, “Pelos y plumas manchadas: Un experimento con petróleo” y “Javier el guardaparque: Protector de la fauna chilena”.
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