El experto en computación e informática forma parte del equipo selecto de académicos que apoyan la gestión del Programa Explora de la Universidad de Tarapacá. Trabaja colaborativamente con este proyecto de Conicyt, pues lo considera como un apoyo directo a la sociedad.
Difícil que pase inadvertido, es alto, no sonríe mucho, usa una barba prominente y no se complica en dar una entrevista en una simple banca anaranjada en el campus Saucache de la Universidad de Tarapacá, donde estudió la Carrera de Ingeniería Civil en Computación e Informática y su Magíster en Ingeniería de Software. Raúl Herrera continuó sus estudios de Doctorado en Ciencias de la Computación en la Universidad de Kingston, Inglaterra, para volver el 2015 a la Casa de Estudios Superiores donde inició sus sueños.
Cuando niño se enfermó de bronconeumonía, por lo que estuvo en observación varios meses, tiempo en que dejó de jugar con sus amigos y se dedicó a ver televisión y leer los cómics en las revistas que su madre le compraba. Desde ahí parte su afición que completa la otra mitad de este académico, que a veces se pone el traje de Wolverine porque en parte este personaje habita en su mundo desde hace mucho tiempo.
Además de la docencia, está a cargo del Taller de Competencias en Computación e Informática, proyecto al que están invitados los establecimientos secundarios de Arica, con alumnos de primero a cuarto medio. Su interés para el 2017 es desarrollar sistemas de interacción humana a computador con dispositivos de video juego.
Con el Programa Asociativo Regional Explora Arica y Parinacota, de la Universidad de Tarapacá, dirigido por la Dra. Mónica Navarrete, trabaja colaborativamente en las áreas que lidera, en este contexto comentó su experiencia.
¿Qué tan fácil o difícil es encantar con la ciencia a través del Taller de Computación?
-Esto es una iniciativa que forma parte de las Olimpiadas Chilenas de Informática, ya que somos una sede regional. Hace 10 años se inició en otros países donde se motiva a los estudiantes secundarios a conocer más de cómo se realiza un software, los video juegos y otras plataformas que son las que más se usan en estos momentos, como Facebook, Twiter, etc.
Si los niños son capaces de programar en este lenguaje, se les va a ser muy fácil entender como programar en cualquier otro lenguaje, en términos simples van a poder resolver problemas de alta complejidad matemática o lógica mediante el uso de un código computacional sin la necesidad de que ellos tengan que pensar o hacer cálculos, sino que simplemente le van a tener que dar instrucciones al computador y éste va a llevar a cabo la tarea.
Lo que he descubierto es una alta motivación personal en los alumnos, algunos hacen programas en la casa, fuera de lo que se les enseña acá y las niñas en general tienen harta capacidad para todo lo que tiene que ver con programación.
¿En qué etapa del internet nos encontramos?
-Estamos en un tercer nivel del internet, al principio sólo producía contenidos, después además de producir contenidos nos permitió a nosotros entregar contenidos, pero ahora estamos en el internet de las cosas donde quienes producen contenido, transmiten información y quienes se comunican dentro de internet son las cosas, por ejemplo, está todo lo que tiene que ver con el proyecto de Smart City, ciudades inteligentes, donde los basureros mandan señales y avisan que tienen que ir a recoger la basura; los paraderos inteligentes donde se pueden ver los horarios que va a pasar la micro, o cualquier otro tipo de transporte, y un sinfín de otras cosas capaz de ajustarse a la medida del usuario.
¿Qué es lo que más le ha impresionado en su área?
-Es la reducción de los tamaños de los dispositivos de software, en un celular ahora tenemos la capacidad de lo que era hace unos 30 a 40 años atrás un computador, que era del porte de una casa.
El primer computador electrónico diseñado en Alemania era sencillo pero del tamaño de un estadio y no creó por eso. Eso ahora está dentro de nuestros teléfonos.
¿Cree que estar interconectados implica estar más comunicados?
Las interacciones están cambiando, no son las mismas que teníamos antes, hay fotos de 1900 donde la gente estaba con un periódico en la cara y no se veía a nadie, ahora hay un celular o una tablet, las tendencias son las mismas.
La comunicación se vuelve más fluida con las personas que están más lejos gracias a la tecnología, ya no hay que viajar, hay más inmediatez, si uno va a llegar tarde a algún lado puede avisar, hay ventajas y desventajas porque también se pierde el contacto físico.
¿Cómo ha sido su experiencia de trabajar con Explora?
-Siempre ha sido una meta para mí que lo que estoy haciendo en la carrera sea un apoyo en la sociedad y Explora tiene el apoyo de Conicyt, lo cual implica un mayor realce del taller y más notoriedad a nivel de la comunidad científica y tecnológica.
El resultado es bastante bueno, en general, todo lo que tiene que ver con el video juego, y como se han dado bien las cosas mi disposición está en seguir apoyando a Explora.
Voy a seguir en la línea de video juego y tratar de innovar, creo que se viene un año bastante desafiante.
¿Qué le parece el video juego que desarrolla Explora e integra la cultura Chinchorro?
-Me parece bastante entretenido y beneficioso para todos, porque además de ser una oportunidad de mostrar la cultura también es una oportunidad de mostrar que en la Universidad de Tarapacá sí se desarrolla tecnología y mediante el proyecto Explora se va a difundir por el país.
ALTER EGO
A los cuatro años empezó a leer. Fue la edad en que quedó marcado por los cómics que hasta hoy forman parte de su vida. Estar enfermo de bronconeumonía aguda lo mantuvo varios meses en cama, aprovechó de ver revistas de los transformers y empezar a definir su hobbie. Hoy es fanático de Hulk y Wolverine, cuyo personaje ha interpretado en distintos lugares, comprando el vestuario y diseñando él mismo una especie de mano robótica con grandes garras.
¿Cómo se inicia su interés por los cómics?
-Con la enfermedad que tuve a los cuatro años mi mundo fue leer y ver televisión, mi primer héroe admirado fue Hulk, el hombre increíble. Soy ñoño desde chico, ahí partió todo. Después participé con amigos en fiestas de disfraces de series de animación japonesa, y para mantener mi lado infantil cuando fui a Londres participé en dos convenciones de cómics, donde interpreté a Wolverine.
¿Qué tiene usted de Wolverine?
-Él es un lobo solitario porque tiene espacios para él solamente, pero tiene un montón de amigos y lucha por ellos, es muy leal, en general trata de hacer las cosas bien aunque no siempre le resultan, es como un samurái o un vaquero. En ese sentido me siento muy representado.
¿Cómo se siente interpretando al personaje?
-Cualquier bicho raro llama la atención y a veces cae mal, en Chile las cosas son más cuadradas, no se puede tener otra faceta de un ser humano completo porque se juzga; en cambio en Londres uno puede hacer lo que quiere, mientras cumpla con su trabajo está todo bien. Pero a mí no me ha pasado tanto, me puedo levantar como académico y dormir como Wolverine, así que me siento muy bien.
Raúl Herrera no se conecta más de dos veces al día al Facebook, pero por un tiempo prolongado, el mismo que lleva viviendo junto a su madre aunque en un espacio independiente. Como no es un soltero empedernido contempla casarse y tener hijos, así que cortar el cordón umbilical será el primer paso, pronto le entregarán su departamento y Wolverine podrá soñar con esos días que aunque se pusiera el traje de su héroe favorito no podía salir de casa. Ahora el mundo es suyo.
