El Doctor en Ecología y Biología Evolutiva conversó con el PAR Explora Coquimbo y dio a conocer sus impresiones sobre la Biomimética y sus avances en el país.
Buscar soluciones inspiradas en la naturaleza. Eso es lo que busca la aplicación de la Biomimética en el mundo y que ha generado diversos inventos en la sociedad y que son parte de nuestro día a día. Muchos creerán que todos los avances nacen por la imaginación del investigador, pero la mayoría de las grandes invenciones han sido creadas gracias a la inspiración en el ambiente.
Y poco a poco la Biomimética en el país se va abriendo paso en los laboratorios y academias, fomentando el trabajo de los científicos y así crear inventos bioinspirados “100% chilenos”.
La tarea ha sido lenta, no obstante hay un investigador nacional que ha llevado la delantera en estos avances y con sus trabajos acerca de la biomecánica animal y morfología funcional lo han posicionado en esta área a nivel país y en el mundo.
Hablamos de Bruno Grossi, Doctor en Ecología y Biología Evolutiva, ganador del Ig Nobel de Biología 2015, con una investigación que involucró a los pollos, a quienes se les agregó una cola artificial para mostrar cómo caminaban los dinosaurios, acuñando el término “pollosaurios”. Dicho proyecto lo llevó a ser premiado por la Universidad de Harvard.
Grossi afirma que la Biomimética ha estado desde hace tiempo en el desarrollo científico, pero en la década de los 40 comenzaron a definirse los primeros términos como bonico, “básicamente todas las innovaciones de alguna manera, como el típico concepto cuando uno dice ponerse en los hombros de los gigantes, en realidad se ponen arriba de una cantidad de conocimiento que la gente hizo. Nadie puede poner el tablero en blanco y empezar a crear desde la nada, siempre uno está copiando y qué mejor que copiarle a la naturaleza, esa es la parte bonita de esta disciplina”.
En la actualidad, el académico de la Universidad de Chile está trabajando en el área de la ingeniería, buscando darle una “vuelta de tuerca” como él dice, al concepto de la bioinspiración, “la Biomimética siempre se acuña cuando uno desde la biología genera un conocimiento de ciencias básicas y que la ingeniería lo toma para generar una innovación. Yo estoy en ingeniería en este momento haciendo la otra vuelta de tuerca, utilizando herramientas de ingeniería para poner a prueba hipótesis biológicas”, afirma.
A fin de cuentas, el Dr. Grossi explica que su trabajo en la actualidad en el Centro de Investigación AMTC consiste en “tener un robot que se inspiró en un dinosaurio, pero que eventualmente puede ser mucho más eficiente que el mismo dinosaurio. Voy a inspirarme en un bípedo, que tenga una cola, que hace un cabeceo, para poner a prueba hipótesis biológicas, pero colateralmente ese robot puede ser más eficiente y como me inspire en un Tiranosaurio Rex, puede ser eficiente para caminar y usarlo en robótica”.
¿Cómo pasó de la biología a la ingeniería? Esa es una de las grandes interrogantes en la fantástica carrera de Bruno, quien además de darle una vuelta de tuerca a lo cotidiano, su inspiración partió de un anhelo propio “yo soy biólogo. La naturaleza es lo mío y me fui a ingeniería para poder contestar preguntas biológicas. Los robots pueden ayudar mucho como herramienta para poner a prueba hipótesis biológicas”.
Pero en un comienzo este paso fue desconocido para él, ya que según sus propias palabras, él estaba enseñando y trabajando con la Biomimética sin tener mucha conciencia de esta labor, “Con el paso del tiempo, me di cuenta que iba trabajando con proyectos bioinspirados, gracias a los trabajos de mis alumnos. Recién el año pasado me di cuenta que, al saber que era el año de la Biomimética, que era una ciencia que nacía y estaba muy en pañales. La verdad que yo no me di cuenta y estaba inserto en la Biomimética, trabajando con ingenieros, haciendo innovaciones inspiradas en la naturaleza”.
Grossi se toma con mucha responsabilidad “ser la voz” sobre la Biomimética en el país, situación que lo ha llevado a dar charlas por diversos rincones de Chile y él espera que esta disciplina se pueda masificar en las salas de clases y a los estudiantes “hay que contarles el asunto de la Biomimética, explicarles que la naturaleza han solucionado muchos problemas y desde ahí empezar a hacer muchos talleres, solucionar los temas y cuáles son los ejemplos. Por ejemplo empezar a preguntarles a los alumnos qué problema solucionó la cola de tiburón, y preguntarnos si podríamos hacer un barco con cola de tiburón y hacernos la pregunta del cómo podríamos usar ese mecanismo para beneficio propio del ser humano”.
Para finalizar, Bruno Grossi hizo un llamado a todas las personas a mirar la naturaleza e inspirarse en encontrar soluciones a los problemas que vamos observando, ya que “se nos hace natural, la hemos visto durante millones de años, así que no tenemos problemas al respecto”.
*Fotografías archivo personal Bruno Grossi
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