Por: Joaquín Gorostiaga Cortés
En el contexto de la iniciativa Ciencia Abierta, la especialista Dra. Evelyn Calderón, se hizo presente con una interesante conversación en torno al buen funcionamiento cerebral y su respectivo cuidado.
El cerebro también se alimenta y a veces también pasa hambre ¿Cómo nutrirlo de la mejor manera? Con el objetivo de educar e informar en torno a esta temática, es que la Dra. Evelyn Calderón acudió al Late Show Online desarrollado por “Ciencia Abierta” del Proyecto Explora Coquimbo y entregó útiles recomendaciones en la instancia llamada “6 claves para alimentar tu cerebro”.
No han sido años fáciles. Entre pandemias, encierros, guerras y todo tipo de vaivenes a nivel nacional y mundial, según Calderón “la mayoría de nosotros ha observado algún impacto este último tiempo en nuestro funcionamiento mental, emocional y psicológico”.
En palabras de la experta, si bien en el trabajo en el área de salud mental y emocional, existen fármacos disponibles, estos siempre van a necesitar un apoyo no farmacológico, por lo cual entregó distintas estrategias en base a seis ejes: prevención, consumo, nutrición, hábitos, pantallas y estrés.
Partiendo con la prevención, vital para evitar posibles futuras afecciones. Según la doctora, este proceso empieza desde el útero y se da de manera correcta cuando la madre se encuentra saludable. “El estímulo que más marca las elecciones alimentarias a un niño, es lo que ve comer a la madre en los primeros dos años de vida”, sostuvo.
“Siempre, hasta el último día, hasta que nos muramos, va a haber un proceso de remodelación de circuitos, que siempre está ocurriendo y por lo tanto, siempre vamos a tener la posibilidad de mejorar el funcionamiento neurológico”, explicó. Por esto, que cuidados cotidianos como el bajo consumo de masas y azúcar, sostener un sueño adecuado y beber agua en cantidades correctas son cruciales.
En esta misma línea, el siguiente consejo gira en torno a algo más que la alimentación. Somos lo que comemos y lo que absorbemos. En esto juega un papel importante la proteína y según mencionó Calderón no necesariamente tiene que ser animal para ser de calidad, categoría en la que entran legumbres, quínoa, brotes y frutos secos, a excepción del maní.
“Somos también lo que no comemos. Cuando no consumimos excesos de azúcares, endulzantes, harina, nuestro cerebro puede funcionar mucho mejor”, aseguró, al mismo tiempo que recomienda fermentados, “superalimentos”, vísceras, chucrut hecho en casa, además de las famosas 5 verduras y 2 frutas al día, que incluso se pueden mezclar en jugos.
“La nutrición no es sólo alimentación”, contó la experta. Se puede partir por cosas prácticas: aprender una palabra cada día, memorizar poemas, resolver sopas de letras, armar un rompecabezas o lavarse los dientes con otra mano. “Esto se trata de reclutar áreas distintas de tu cerebro y permitir que cree circuitos de conexión amplios y globales, que van a permitir crear conexiones nuevas”, sostuvo.
Otra tarea importante es la de sostener hábitos diariamente, explicó la Dra. Calderón. “Los cerebros se están remodelando día a día, esta remodelación es un proceso lento, que se lleva a cabo de meses y años”, recalcó además, la importancia de poder construir un cerebro mejor para mañana. “Siempre un cerebro va a poder mejorar, nunca es tarde para un cerebro”, dijo.
Tras tres años de pandemia, el ser humano vio como su relación con la tecnología era otra. Según explicó, las pantallas, entregan señales de luz diurna, haciendo que el cerebro se confunda y finalmente no descanse. Esto, por ejemplo, en niños resulta sumamente perjudicial. “En términos neurológicos, pasarle un celular a un niño sería lo mismo que pasarle cocaína, cigarrillos o alcohol”, advierte.
“Para el cerebro, entre hacer un puzle en el teléfono y hacer un puzle en lápiz y papel, siempre será mejor hacerlo en lápiz y papel”, ejemplificó.
Otro factor determinante para el buen funcionamiento del cerebro es el manejo del estrés, según Evelyn no es un proceso solo mental, sino que tiene también físico. “Siempre va a tener un efecto corporal completo”, sin embargo, para manejarlo se debe trabajar en torno a cuatro ejes: sueño, movimiento, alimentación y respiración.
Y por último, sustancias con las que día a día se entra en contacto: vapores de motores de combustión, colorantes, edulcorantes y productos de limpieza. Estos tienen un efecto en el cerebro y según la especialista puede combatirse en contacto con la naturaleza. “Chile es un país marítimo, es un país de bosques. Ocupemos los cerros, visitemos los parques nacionales, visitemos las playas. Nuestros cuerpos la necesitan, nuestro cerebro las necesita”, recomendó.
Revisa la conversación completa aquí:
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