En el marco del “Año de los ¿Por qué?” y la celebración de la XXIV Semana Nacional de la Ciencia y la Tecnología, expertos de distintas áreas nos comentan sobre su quehacer y labor institucional.
Por: Natalia Castillo Villarroel
Ginecóloga-Obstetra en Hospital El Carmen de Maipú.
“En estos tiempos que estamos viviendo con el movimiento feminista luchando por la igualdad real de las mujeres en nuestra sociedad, vuelvo a recordar la experiencia que significó el trabajo realizado por mí y un grupo de compañeras del Liceo Nº1 Javiera Carrera hace casi 20 años, cuando desarrollamos un experimento que entusiasmó a la misma NASA y que aún es recordado por mucha gente.
La idea, en apariencia sencilla, era evaluar la capacidad de las chinitas (Coccinelidae) de ser un control biológico de plagas en un ambiente de microgravedad, tal como lo es en la Tierra.
Fueron años de trabajo para desarrollar el experimento estudiando el comportamiento en cautiverio de las chinitas, para después diseñar el experimento bajo las condiciones que nos ponía la NASA. Pero, como muchas iniciativas chilenas, no contábamos con todo el financiamiento para llevarlo a cabo, por lo que buscamos difundirlo de casi todas las formas posibles, y eso ocupaba una importante parte de nuestro tiempo y energía, pero también provocó que se convirtiera en un evento que consignó el interés de mucha gente en nuestro país, debido a que este proyecto científico era inédito en varios niveles: Era desarrollado por adolescentes, sudamericanas, mujeres, trabajando codo a codo con científicos de la NASA y provenientes de un liceo público.
Creo que en su momento no alcancé a dimensionar completamente lo que significaba participar de todo eso. Yo, junto a mis compañeras, estábamos enfocadas en nuestro trabajo y en lograr el objetivo de que el experimento fuera llevado al espacio. Posteriormente, durante mis años de estudiante de medicina e incluso después, he conocido a muchas personas que aún recuerdan el proyecto y me comentan lo impresionados y orgullosos que como chilenos se sentían de nuestro trabajo.
Finalmente, después de varios años de mucho esfuerzo por parte de nosotras, nuestra profesora guía e incluso de nuestras familias, el experimento fue enviado en el transbordador Columbia, en la que fue además la primera misión comandada por una mujer. Los resultados fueron los esperados, las chinitas lograron controlar la plaga de pulgones a las que fueron expuestas mientras que la plaga control (no expuesta a las chinitas) se multiplico sin problemas.
Nuestra experiencia sirvió para abrir paso a nuevas iniciativas científicas en nuestro liceo, el cual cuenta con un Centro de Investigación que ha desarrollado experimentos ganadores de importantes premios internacionales”.
Natalia será parte de la celebración de la la XXIV Semana Nacional de la Ciencia y la Tecnología en la Región de Coquimbo, siendo pieza fundamental de una serie de actividades que organizará el PAR Explora de CONICYT Coquimbo, ejecutado por la Universidad Católica del Norte.
Foto por: fir0002 | flagstaffotos.com.au Wikimedia
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