Por: Joaquín Gorostiaga Cortés
La instancia contó con bloques académicos, experimentales y talleres, a cargo de especialistas provenientes de diversas disciplinas y latitudes, tanto locales como internacionales.
¿Qué tienen en común el arte y la ciencia? ¿En qué convergen la labor de un artista plástico con la de alguien en un laboratorio? ¿De qué modo se puede ayudar al desarrollo? A pesar de que generalmente se les sitúa como campos muy lejanos entre sí, ambos pueden ser una herramienta fundamental para los territorios.
Bajo esta premisa es que el proyecto ArtCC, congregó el pasado 27 de septiembre a destacados exponentes locales, nacionales e incluso internacionales en la primera edición del seminario “Arte, Ciencia y Territorio”, seminario que juntó a diversos mentes del mundo académico, artístico-cultural y educacional,
Luego de recorrer La Higuera, Vicuña, Illapel, Guanaqueros y La Serena con la exposición itinerante “Colores de la Sequía” y diversos talleres destinados a las comunidades, ArtCC cerró su ciclo formativo 2022 con una gran convocatoria en la primera edición del seminario “Arte, Ciencia y Territorio”, con el apoyo de Universidad Central Región de Coquimbo y el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
La actividad dejó gratas impresiones entre quienes pudieron asistir, siendo uno de ellos el Dr. Carlos Calvo, profesor y antropólogo educacional, quien valoró la ocasión y afirmó que “la vinculación entre artes y ciencias ha existido siempre, lo que pasa es que formalmente en las escuelas y universidades por mucho tiempo se les mantuvo separadas”, finalizó el académico y ex convencional constituyente, quien participó con su ponencia “Arte y ciencia en contextos educativos”.
En esta misma línea, Daniela Contreras, una de las fundadoras de ArtCC, destacó la importancia de abrir los espacios como este hacia la comunidad, para acabar con estas ideas sobre la separación del conocimiento. “Siempre se nos enseñó que las personas eran humanistas o científicas. Pero no es así, somos seres integrales y por lo tanto, necesitamos desarrollar estos dos ámbitos”, señaló Contreras, quién además es química laboratorista de profesión.
Por su parte, su socia fundadora, Sandra Tacuma, quien proviene del mundo del arte y de algún modo, comparte el mismo diagnóstico que Contreras, agregando además el factor regional, el que las motivó para iniciar este proyecto. “Vimos varias problemáticas en la región. Por ejemplo, mucha centralización de la cultura, tanto a nivel nacional como regional, o una brecha en cuanto al acercamiento del arte y de la ciencia. Eso hizo que buscáramos un proyecto en común”.
En palabras de Tacuma, todo partió con inquietudes, pero con la certeza de que arte y ciencia tienen procesos similares. “En el fondo, estábamos observando procesos de innovación, de creación muy similares”, siendo esto uno de los principales motores del trabajo que realizan. Avanzando siempre buscando un desarrollo en conjunto de ambas áreas. “Vamos en una misma línea de creación, de innovación, de sensibilidad humana”, sentenció.
