Como parte de la actividad denominada “Mil Científicos Mil Aulas”, del Proyecto Explora que ejecuta la Universidad de Tarapacá, los estudiantes del Colegio Adolfo Beyzaga, participaron en una charla sobre los animales de la región representados en el arte rupestre.
Apenas se presenta la arqueóloga Zaray Guerrero, se advierte el acento español, con una “Z” pronunciada distinta a nuestra cotidianeidad. Aunque lleva más de tres años en la Región de Arica y Parinacota, su país de origen la delata. Es un detalle a la hora de exponer su tema “Desde la costa hasta el altiplano: representaciones animales en el arte rupestre del extremo norte de Chile”, a los estudiantes de tercero básico del Colegio Adolfo Beyzaga, ubicado en la calle Las Acacias en Arica.
La descripción del tema y la muestra de láminas a través de un Data Show, genera que este público de estudiantes de corta edad, que no supera los nueve años, se entusiasme y empiece a levantar la mano para ir respondiendo las preguntas que surgen. El profesor de biología y ciencias naturales, Marcos Retamal, ordena el curso al principio, pero luego todo fluye en esta interacción donde los estudiantes comentan su cercanía con algunos paisajes y animales que aparecen en los paneles de pinturas rupestres.
La charla es parte de este gran Proyecto Asociativo Regional Explora Arica y Parinacota de CONICYT, ejecutado por la Universidad de Tarapacá, en la línea de difusión denominada “Mil Científicos, Mil Aulas”, consistente en la visita de los científicos a los distintos establecimientos, donde imparten exposiciones de sus áreas de investigación.
Marcos Retamal, profesor del Colegio Adolfo Beyzaga, considera que con este tipo de actividades se acercan los contenidos de una forma distinta. “Eso se agradece, cambiar el ambiente pedagógico cambia el chip de los estudiantes y las charlas son un buen aporte focalizado en lo que es la región”.
Después de la presentación de la fauna local, se entregó una lámina para colorear e identificar las figuras. “En general participan mucho porque es bien entretenida la actividad, como les pongo los animalitos y tienen que adivinar les gusta bastante hacer ese tipo de juegos”, indicó la arqueóloga invitada, agregando que le “parece fenomenal” visitar los colegios y ver que los estudiantes participan activamente, “la idea no es quedarnos en el laboratorio o en la universidad haciendo nuestro trabajo, sino poder trasmitirlo a niños pequeños”.
En la charla también participó Verónica Alcalde, ad portas de titularse de arqueóloga, quien indicó que ésta es una actividad “súper estimulante porque los niños son muy receptivos, les gusta participar y es una forma interactiva para que conozcan sobre arqueología, el arte rupestre y los animales de la zona”.
En la parte final de la actividad, donde los camélidos adquirieron los colores más inesperados, Alexandra Zarate, una participativa estudiante, remarca con lápiz fucsia la orilla de una figura.
– ¿Qué te gustó de la clase de hoy? “Los animales y pintar, el tiburón, el cóndor, la llama y la lagartija”, señala, mientras Santiago Pérez, sentado al lado, irrumpe, “a mí, los perritos”. Más atrás, Betzaida Huanca, dice que “los animales y aprender”, pero Matías Rivera, define que “el que más me gustó fue el ñandú”.
Termina la charla de Mil Científicos Mil Aulas de Explora CONICYT, la mayoría de los animales identificados por los estudiantes, y los camélidos azules, naranjos, rosados juegan con los cóndores verdes en la hoja de ejercicios, hasta la próxima visita de un científico.
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