Los héroes y heroínas nacidos en los cómics custodian nuestros sueños e imaginación, pero, ¿cómo funcionarían sus capacidades en el mundo real? El profesor, comunicador científico y especialista en cultura pop, Robbie Barrera Yáñez, los analizó en una amena conversación.
Generalmente, desde niños y niñas, nos llama la atención la fantasía, la ciencia ficción y ese gigantesco panteón mitológico moderno donde seres dotados de habilidades extraordinarias resuelven los problemas de la humanidad en enfundados en trajes y capas de diversos colores. Los superhéroes y superheroínas custodian nuestros sueños e imaginación, pero, ¿cómo funcionarían sus capacidades en el mundo real?
La respuesta a esta y otras interrogantes fue la motivación del Late show “Ciencia y cine de superhéroes”, que encantó a todos los participantes que se conectaron a esta iniciativa de Ciencia Abierta 2021 del Proyecto Explora Coquimbo. En la ocasión, el profesor, comunicador científico y especialista en cultura pop, Robbie Barrera Yáñez, “aterrizó” a nuestros paladines de la justicia a través del método científico y el pensamiento crítico, enseñándonos cómo sus artefactos y superpoderes tienen mucho de la mecánica de Newton, la relatividad de Einstein, los principios de la teoría cuántica y el electromagnetismo, entre otras materias.
La conversación de Robbie partió en las alturas, desentrañando qué altura debiese alcanzar Giant-man (la versión gigante de Ant-man) para poder utilizar la torre de Telefónica en Santiago como un celular, edificio que hasta 1999, fue el más alto del país. El experto primero explicó qué debe pasar para que el superhéroe pueda hacerse tan grande, invitando a pensar qué tan grandes pueden ser los seres vivos en el planeta, explicando que todo está definido por el ambiente, “si estamos en tierra, en el continente, son tus piernas contra la gravedad para levantarse del suelo. Aquí los más grandes fueron los dinosaurios, y el más grande se ha hallado en la Patagonia argentina, el Patagotitan mayorum”, aclaró.
La ley cuadrática-cúbica
¿Y qué pasa en el agua? Robbie contó que allí la fuerza de empuje te sostiene y no son necesarias las piernas, y si se empuja algo hacia el fondo, ese algo va recibir una fuerza hacia arriba que lo hará flotar, “eso es el empuje, que está regido por el principio de Arquímedes. Si tomas un globo, y tratas de hundirlo, te costará mucho, porque la fuerza hacia arriba será igual al peso que tendría ese globo si estuviera lleno de agua”, clarificó.
En este contexto acuático, continuó el experto, el ser vivo más grande que ha existido es la ballena azul, por sobre los dinosaurios terrestres y marinos, pesando más de 100 toneladas. Pero Ant-man no está en el agua y no tiene la ventaja del empuje, tiene que afirmarse de su propia estructura, por tanto necesita esqueleto y musculatura, “pero aquí tenemos a la ley cuadrática-cúbica, que nos dice que los huesos crecen (en 3 dimensiones) más rápido que el crecimiento de los músculos (en 2 dimensiones), y por tanto, hay límites para un gigante, que sería la gravedad, entonces, el límite de altura para un ser humano serían los 3 metros”.
De esta forma, si los huesos del superhéroe no están hechos de calcio, sino de acero o titanio, por ejemplo, y sus músculos tienen otra estructura, el cálculo, detallado por Robbie sería: si la torre de Telefónica tiene 143 metros, el actor que hace de Ant-man tiene 1,78 metros y un celular promedio tiene un tamaño de 0,1 metros; aplicamos regla de 3 y obtenemos que el tamaño que necesita nuestro héroe es de 2,54 kilométros, más grande de lo que se muestra en las películas. Es decir, si lo acostamos en Coquimbo, su tamaño iría desde el Fuerte Lambert hasta el sector de Almirante Latorre.
Si deseas conocer qué otros superhéroes fueron analizados por el experto, te dejamos el video de la conversación:
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