Descubre acá que están investigando nuestros “pequeños científicos” de la comuna de Coquimbo.
Son ocho los establecimientos de la región de Coquimbo, que son parte de los “Clubes de Apoyo a la Investigación Científica Escolar (CAICE)”, iniciativa organizada por el PAR Explora de CONICYT Coquimbo y que busca estimular en los estudiantes actitudes positivas hacia la ciencia y el desarrollo de competencias científicas, fundamentalmente a través de la ejecución de proyectos en las áreas de las ciencias naturales y sociales. 
En esta oportunidad conoceremos un poco más del CAICE del Colegio Leonardo Da Vinci de Coquimbo, bajo su club “Exploradores del mar: las algas a su servicio”, quienes están buscando descubrir una nueva aplicación en las algas y que beneficiaría a la comunidad.
Los 17 estudiantes de 6to y 8vo básico que conforman el CAICE, están trabajando en poder descubrir cuál es la cantidad de sal que se puede obtener de las algas y con ello convertirse en un complemento a la sal de mesa que se utilizan todos los días y que puede resultar mucho más dañina para el ser humano.
Lilian Ponce, estudiante de octavo básico del establecimiento, nos cuenta que “estamos averiguando cuánto cloruro tiene el alga, para ver si se puede reemplazar por la sal de mesa y así ver si es más sano para el cuerpo humano y en cuánta cantidad se puede comer”.
Durante las últimas semanas, los y las estudiantes han llegado al Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Algas, CIDTA de la Universidad Católica del Norte, para realizar sus experimentos y aprender junto a los investigadores.
Cabe destacar que este proyecto nació por la ocurrencia de una estudiante, quien se hizo la pregunta de cómo poder sacarle más partido a las algas y además de cómo aprovechar su procedencia “a mí se me vino de inmediato a la cabeza la sal, al ver que la sal de mar es muy cara y la común tiene muy pocos minerales. Entonces se me ocurrió investigar las algas, ya que he escuchado que son buenas y que son utilizadas en hartos alimentos como ensaladas, sushi, pero nunca se ha usado como sal. Ahí se me ocurrió que al venir del mar, viene con los minerales de este, por ende vienen con sal”, afirma Francisca Aguirre, estudiante de 6to básico del establecimiento.
Esto es destacado por la profesora Norys Villarroel, quien afirma que el proyecto naciera de los propios estudiantes “es lo mejor, realmente este CAICE nace desde la idea de una estudiante. Trabajamos con ella, aprendió a redactar el proyecto y luego le extendió la invitación a sus compañeros y compañeras. Paralelamente vamos trabajando con las algas, hacemos terrenos para recolectar algas y dentro del club van saliendo nuevas ideas para hacer”.
Luego de conocer los resultados y cuando se tenga la sal de alga, se va a someter a pruebas organolépticas por parte de estudiantes del CAICE y del establecimiento, y con ello determinar si su sabor es rico y es del gusto del público.
