Conocimos el trabajo de este proyecto de divulgación científica, las inspiraciones de partes de sus miembros y cómo han encontrado en la comunicación de la ciencia una forma de acercar el conocimiento a los niños y niñas del mundo.
La divulgación es una tarea que en la actualidad, tanto investigadores como otros miembros de la sociedad, asumen como fundamental para poder dar a conocer los avances en ciencia y con ello, mostrar cómo estos avances benefician a los seres humanos y les entregan una solución a sus problemas y también, las respuestas a tantas interrogantes que nos dan vuelta.
La astronomía no es la excepción. Vivimos en una zona que convive cotidianamente con la imagen del cielo, las estrellas y los planetas. No por nada nos afanamos en ser la “Región Estrella”, la de los cielos más limpios del mundo y la cuna de los centros de observación astronómica más importantes del mundo. Pero mucho de ese conocimiento no llega a todos, incluso, algunos ni siquiera tienen la posibilidad de poder mirar al cielo, debido, por ejemplo, a la contaminación lumínica.
Pero existen personas que aportan su granito de arena para que esa información, esa maravilla que significa el observar el cielo no se pierda y quede en los libros y papers. Que incluso, a pesar de tener todos los conocimientos, grados o extensos currículos, tienen claro que es sumamente importante acercar la investigación al que menos tiene y al que más deseo posee por aprender.
Hace algunas semanas, el PAR Explora de CONICYT Coquimbo ejecutado por la Universidad Católica del Norte, en conjunto con el Observatorio Gemini y el Observatorio Interamericano Cerro Tololo, realizaron una expedición astronómica, una instancia que permitió recorrer distintas zonas de la región para acercar la astronomía y el placer que puede permitir mirar los cielos de nuestra región.
A ese periplo por ciudades y localidades de Monte Patria, Salamanca, Illapel y Paihuano, se sumó el proyecto GalileoMobile, una institución sin fines de lucro de divulgación científica y que lleva casi 10 años viajando por diversos lugares del mundo, acercando la astronomía a las comunidades más alejadas, con especial énfasis en los escolares y personas jóvenes.
O en palabras de una de sus miembros, la astrónoma Fernanda Urrutia, “somos un poco científicos locos que nos gusta viajar, nos gusta mostrar y divulgar lo que más nos apasiona en la vida, que es la astronomía, llevarlo de forma sencilla a los colegios y compartir con los niños que muchas veces no tienen los recursos, que están distantes a centros de divulgación, para así llegar a ellos con la astronomía de forma divertida, fácil y lúdica”.
Desde que empezó a estudiar esta profesión, la Dra. Urrutia se inclinó por la divulgación como una de sus prioridades. En la actualidad se desempeña en el Observatorio Gemini y es la representante local del GalileoMobile y en los años que lleva trabajando con el proyecto, ha podido conocer diversas realidades vinculadas a la enseñanza de la astronomía, desde Colchane en el extremo norte de Chile, hasta Chile Chico en la zona austral de nuestro país y cada localidad es especial al momento de conocer cómo se relacionan con esta ciencia. “Cada zona tiene su propia visión de la astronomía. Cuando uno va al origen de la astronomía en cada pueblo, esta va cambiando. Es muy diferente Colchane a Chile Chico, porque todavía está la cultura Aymara, todavía los indígenas del lugar tienen influencia, todavía hay abuelitos que cuentan sus historias de constelaciones que son totalmente diferentes las que hay en Chile Chico, que es una enseñanza más moderna”, nos explica.
La astronomía (y la ciencia) es para todos
Muchos de los astrónomos o personas vinculadas al estudio del universo, han manifestado que la familia es un pilar fundamental a la hora de inclinarse al estudio de estas ciencias. Eso es lo que nos cuenta la Dra. Sandra Benítez, quien afirma que gracias a su padre pudo interiorizarse en esto y que hoy es su pasión, “mi familia tenía una casita en La Sierra española y mi padre me sacaba todas las noches de verano a ver las estrellas al jardín. Estábamos horas y horas conversando, mi padre no era astrónomo, pero sabía de algunas constelaciones. Desde los 8 a los 16 años hacíamos esto todos los veranos. Llegó el momento en que era obvio que iba a estudiar algo relacionado con el cielo”.
La niñez y la adolescencia de la astrofísica española cimentaron sus inicios en esta ciencia. Hoy trabaja en el Museo de Astronomía de Río de Janeiro en Brasil y además es parte del proyecto educativo internacional GalileoMobile. Para ella, hacer divulgación es prácticamente una obligación que tienen como científicos, “siempre estaba haciendo actividades de divulgación con astrónomos aficionados de la facultad o en algún trabajo con escuelas que iban a visitar el campus, porque para mí era muy importante dar ese retorno a la sociedad. Ya cuando fui creciendo, fue una cosa de conciencia política, ya que generalmente la ciencia se financia con dineros públicos, la gente está invirtiendo su dinero y que nosotros hagamos un trabajo y es una obligación como científicos devolverlo de alguna forma. Y para mí, la forma más bonita para hacerlo es con la divulgación, porque todo lo que está en el cosmos es un derecho de todos”.
Y esa es una de los grandes beneficios que entregan los miembros del GalileoMobile, quienes con sus conocimientos y experiencia, van dando a conocer lo que va a ocurriendo en el cielo y en donde muchos no tienen el privilegio de experimentar o comprender. Pero al fin y al cabo, en el universo se pueden encontrar muchas respuestas a nuestras interrogantes y también nos permite valorar lo que tenemos.
“Yo creo que la astronomía es muy importante para las personas, para nosotros, para saber quiénes somos, donde estamos, de tener la sensación de que el cosmos es muy pequeñito en el universo, pero también nuestro planeta es muy importante, ya que es el único planeta en que hoy podemos vivir, entonces la astronomía nos puede entregar muchos conocimientos que nos pueden ayudar a vivir mejor con nosotros y nuestra Tierra”, nos cuenta el Doctor en Astronomía Eduardo Penteado, oriundo de Brasil y quien ya lleva cerca de un lustro participando de las actividades del GalileoMobile y que lo ha hecho recorrer diversas partes del mundo.
Viajar por el mundo les ha hecho ver distintas realidades, conocer lugares donde los conocimientos astronómicos son nulos y donde muchos desconocen lo que se ve en el cielo. Pero sobre todo, estas travesías logran que los miembros del GalileoMobile se empapen de diversas culturas y conozcan las necesidades de muchos niños y niñas con deseos de aprender sobre lo que ocurre arriba de nosotros, “eso es una energía para nosotros, para así mejorar nuestro trabajo, adaptar algunas cosas, cambiar si es necesario, pero siempre continuar con la
meta de hacer astronomía para la comunidad…Yo también aprendo mucho con el contacto con las personas. Todos estamos bajo el mismo cielo, por lo que la astronomía es para todos, no es sólo para astrónomos, es para todo el que quiera observar, aprender un poquito más. La ciencia en general es para todos”, explica el Dr. Penteado.
La astronomía no es sólo matemáticas y física
Y tal como lo señala el Dr. Penteado, la ciencia es para todos. Y la ciencia astronómica no sólo se explica bajo fórmulas o nombres de galaxias complicadas y que para más de alguno es un dolor de cabeza aprendérselas. La ciencia está en todos lados. Eso es lo que trata de mostrar Felipe Carrelli, cineasta y documentalista brasileño, y que también desde hace algún tiempo forma parte del proyecto, retratando lo que realizan los astrónomos, pero también mostrando lo que él puede hacer con su profesión para la enseñanza de la astronomía.
“Yo no soy astrónomo y eso es una cosa a lo que me tuve que adaptar y a crear nuevas alternativas para estar en el proyecto. Y creo que el trabajo que yo hago en el Galileo es traer otra perspectiva, por ejemplo yo hago actividades de astrofotografía…Otra cosa que hago es el cine club, que es mostrar cortos que tienen como temática la astronomía e intentar que los chicos que no les importa mucho la astronomía por la parte de ciencia, quizás se interesan en la astronomía por la inspiración, el universo y lo que viene con las películas. Para mí la astronomía no es sólo la ciencia y el estudio, es mucho más que eso, es una filosofía, tiene muchas cosas por detrás”, comenta Felipe.
Para el cineasta, la astronomía tiene mucho de maravillarse con lo que nos rodea, de hacerse preguntas y con su arte, buscar inspirar los estudiantes que visita, “para mí es positivo que los niños y niñas se alegren con lo que hago. Yo nunca fui una persona que sabía mucho de matemáticas, física, eso era muy difícil, generalmente las clases están enfocadas en cosas más científicas y dejan la parte artística de lado”.
Pudimos compartir durante dos días con el proyecto GalileoMobile, pudimos conocer a ciencia cierta cómo disfrutan lo que hacen, como responden con una sonrisa a todas las interrogantes que tienen los niños y niñas, desde las más simples hasta las más complejas, observamos el universo junto a ellos, aprendimos de su labor y nos maravillamos con los que nos tenía dispuesto esa noche el caluroso y majestuoso cielo de Montegrande.
Porque al fin y al cabo, el cielo es de todos, tal como lo cuenta la Dra. Benítez y se los planteó a cada uno de los presentes, apoderados, estudiantes, profesores y a todos los que alguna vez han escuchado sus palabras, “todos estamos bajo el mismo cielo, todos tenemos el mismo derecho a conocer esas maravillas, ver cuál es la ciencia que se está haciendo, poder emocionarse, inspirarse…”. Esa es la idea, ver la astronomía más allá de lo que significa como ciencia, es un modo de vida y el GalileoMobile hace todo lo posible para que los niños y niñas del mundo puedan disfrutar eso. Nada más gratificante.
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