El último balance entregado por el Ministerio de Salud registró un total de 7525 personas contagiadas con Covid-19 en el país, número que irá en aumento y dependerá de cuanto respetemos las medidas de aislamiento social o cuarentena en las distintas comunas del país.
Quienes se ven más afectados por esta patología son adultos mayores y pacientes que tenga enfermedades crónicas, los que en su generalidad al tener defensas más bajas podrían requerir ventilación mecánica, pero ¿qué pasa si la demanda llega a sobrepasar el número de respiradores?
En este contexto diversas casas de estudios han comenzado un arduo trabajo para poder crear este tipo de máquinas, siendo una de ellas la Universidad de La Frontera (Ufro), en la Región de La Araucanía.
En entrevista con Par Explora La Araucanía, el director del Centro de Física e Ingeniería en Medicina de la Ufro, Rodolfo Figueroa, explica que esta idea surgió debido a la crisis sanitaria que afecta al país. “Fueron dos iniciativas que nacieron en forma paralela; una por el lado nuestro (del centro) ya que como profesionales del área pensamos que era importante aportar con un grano de arena; y por otro, de un grupo de ingenieros liderados por Renato Hunter que al unísono iniciaron un modelo de lo mismo. Conversando con los colegas supimos que estábamos en la misma sintonía, entonces formamos un equipo y comenzamos a trabajar hace poco más de dos semanas”, relata el investigador.
Con la asesoría de médicos, el grupo comenzó a elaborar un respirador. “Tras un arduo trabajo comenzamos crear un prototipo que se adaptó de uno que se está desarrollando en España, y con él ya estamos entrando en fase de prueba; esto quiere decir que ya está en condiciones de funcionamiento mecánico”, detalla Figueroa.
Este modelo es un tipo de pelota de rugby que se usa para hacer reanimación y se adapta a los ventiladores, y que través de un sistema de palanca y un motor logra un movimiento continuo.
Al respecto, Figueroa detalla que, aunque eso es lo primordial para su funcionamiento, aún tienen temas que abordar. “Luego de eso viene una serie de parámetro que tenemos que ver y en los que estamos trabajando actualmente, donde tenemos tareas concretas dentro del equipo, y que tienen que ver, por ejemplo, con la presión que debe ejercer, la periodicidad, el ciclo de inspiración, entre varios factores”.
Uno de los planes que tienen los desarrolladores es que el costo de la elaboración no sea alto. “Se ha gastado alrededor de unos 400 mil pesos, y la idea es que no sea más que eso, y eso permitiría fabricarlo en gran cantidad”, expresa el investigador.
Aunque hasta ahora el proyecto ha sido solo con autofinanciamiento, Figueroa adelanta que hay empresarios interesados en aportar con el desarrollo de la máquina. A esto se suma la posibilidad de acudir a la economía circular. “En lo personal me he puesto en contacto con una embotelladora ya que una opción podría ser el uso de botellas para alguna parte del ventilador, estamos esperando que se interesen”.
A corto- mediano plazo
El respirador cuenta con piezas de PLA, polímero que sirve para la impresión 3D, además de acrílico y metálicas. “Lamentablemente no todos los materiales están en el país, pero lo ideal sería que estuviera acá, porque puede que en algún momento necesitamos repuestos y será más fácil adquirirlos si son locales, por eso esto también es un desafío para las empresas”, expresa Figueroa.
Ya con el prototipo funcional, y que elaboraron en 15 días, este equipo tiene presupuestado tener a un corto-mediano plazo ya un modelo para pilotar. “Hay que empezar a implementarle los sensores que miden los flujos y una serie de otros parámetros físicos, y probablemente eso nos tome una semana más. Entonces así en unos 10 días más o menos ya tenerlo para pilotaje”, finaliza el director del Centro de Física e Ingeniería en Medicina de la Ufro.
