Gracias a la actividad “1000 científicos 1000 aulas”, una veintena de niños y niñas descubrió aspectos sorprendentes del mundo de la química.
Una veintena de estudiantes de educación básica de la Escuela Licancura, ubicada en un sector rural de la comuna de Curarrehue, vivieron una jornada muy peculiar, llena de asombrosos experimentos que demostraron que el mundo de la química no sólo puede ser mágico y entretenido, sino que además está presente en múltiples fenómenos de los cuales somos testigos a diario.
Esto gracias a la visita de la académica y directora de la carrera de Pedagogía en Ciencias mención química de la Universidad de La Frontera, Mg. Andrea Arias, quien en el marco de la actividad “1000 científicos 1000 aulas” llegó hasta la zona rural para compartir con los escolares sus experiencias y entregar algunos de sus conocimientos en la exposición titulada “No es magia, es química”.
Tras revelar que los procesos químicos están presentes en todo los que nos rodea y realizar una revisión teórica respecto a conceptos vinculados a la química, la académica sorprendió a los niños y niñas con el plasma, desconocido cuarto estado de la materia que se presentó a través del experimento “bola de plasma” y que mostró que los seres humanos somos conductores de la corriente eléctrica.
Luego de esto, el aula de clases se transformó en un verdadero laboratorio, en el que emergieron un sinnúmero de experimentos científicos, que dieron paso a la participación de los entusiastas escolares.
De este modo, aprendieron sobre los cambios y las reacciones químicas mediante atractivas demostraciones como la sublimación del yodo, la mezclas de sustancias incoloras que cambian de estado y color, la iluminada oxidación del magnesio y el rompimiento de enlaces de la grasa que genera un remolino de colores.
Todas estas experiencias propiciaron un aprendizaje significativo en los niños y niñas, quienes descubrieron algunas de las maravillas de la química a través de la manipulación y el asombro.
Experiencias
“Me pareció muy linda la charla de la tía, porque nos enseñó muchas cosas de la química. Me gustaron los experimentos donde los líquidos cambiaban de colores y siento que me gustó más la química”.
Paulina Colpihueque, estudiante de quinto básico.
“La charla fue muy entretenida, porque hicimos hartos experimentos. Lo que más me gustó fue conocer la bola de plasma, porque sentí un poco la electricidad. Aprendí que la química estudia todo y en el futuro me gustaría conocer más sobre la ciencia”.
Tomás Neculpan, estudiante de sexto básico.