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Entrevista

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  • 31 Mayo, 2018

“Podía crear todo lo que imaginara”

La curiosidad construye sueños 

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Desde niños todos soñaban con poder construir el mundo que siempre quisieron, no tenían muy claro cómo lograrlo, pero al conocerse comprendieron que juntos podían trabajar en construir todo lo que imaginaran.


Este 2018 cumplieron unos de sus grandes sueños… Es así como Alex Jara, estudiante de ingeniería civil mecánica, Arthur Arriagada, estudiante de ingeniería civil electrónica y Leonardo Herrera estudiante de ingeniería civil electrónica  ingresaron a la Universidad de La Frontera, comenzando a construir la base de su futuro profesional en las áreas que siempre quisieron.  

No fueron compañeros de colegio, sin embargo, se conocieron hace años en una tímida sala de clases, donde entre risas y murmullos comenzaron a sembrar la amistad que hoy los une; vinculo que nació gracias a su participación en los talleres de Robótica Educativa, iniciativa de la Fundación Gabriel & Mary Mustakis, ejecutada por el PAR Explora de CONICYT La Araucanía y la Facultad de Ingeniería y Ciencia de la UFRO. Actividad que les permitió no sólo ampliar sus conocimientos en torno a la robótica y la programación, sino que también potenciar sus capacidades y desarrollar habilidades como el trabajo en equipo, el esfuerzo y la perseverancia. 

Hoy los jóvenes universitarios son mentores de la iniciativa, con entusiasmo comentan cómo ha sido el proceso de pasar de “aprendiz a maestro”, de ver las cosas desde el otro lado y trasmitir en base a la experiencia lo aprendido a las nuevas generaciones. 


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¿Qué los motivó a ingresar a los talleres de Robótica Educativa? 

Arthur: Cuando era niño un tío me regaló un circuito con luces, era algo sencillo, pero llamaba tanto mi atención que me pasaba horas jugando, pensando en que podía crear todo lo que imaginara, cualquier cosa, nada era imposible, todo podía lograrse gracias a la electrónica. Pero no fue hasta un día que vi una publicidad donde aparecían unos niños con un robot que todos aquellos recuerdos de infancia volvieron a mi mente, al observarla pensé: “Sería genial ser parte de todo ese mundo”, fue en ese instante que nació en mí ese bichito de la curiosidad que hace cuatro años me incentivó a escribirme en los talleres.  

Leonardo: Me inscribí por curiosidad, me llamaba la atención todo este mundo de la robótica, además pensé que sería una excelente oportunidad para aprender sobre programación, pero con el paso de las clases me di cuenta que los talleres iban mucho más allá de simplemente adquirir nuevos conocimientos… Era una experiencia que iba a marcar el resto de mi vida.  

Alex: Desde pequeño me gustó la mecánica, quería saber cómo se producen las cosas, soñaba con crear algo con mis propias manos mezclando el área de la robótica con la mecánica. Fue ese entusiasmo el que sin duda notó una profesora en el colegio, quien con un grupo de compañeros nos comentó sobre estos talleres, de inmediato nos pareció una buena idea teníamos tantas ganas de aprender que no lo pensamos y nos sumamos a la iniciativa.  

 

¿Cómo fue su experiencia? 

Arthur: Al ingresar siempre me sentí con mucha libertad, con confianza, la que fue trasmitida por todo el equipo de trabajo que hay detrás de esta iniciativa, quienes siempre nos impulsaban a más, a atrevernos y preguntar sin miedo, a que cada vez que nos equivocábamos partiéramos de cero, volviéndolo a intentar todas las veces que fuera necesario.  

Durante los cuatro años también pude participar en varios encuentros, viajar a muchos lugares como Valparaíso, lo que me permitió ver las cosas desde otro punto de vista y tener un tremendo crecimiento a nivel personal que me ayudo a ser la persona que soy el día de hoy.  

Leonardo: Fue una etapa de mi vida muy importante, me ayudó mucho en mi desarrollo personal, siendo un mecanismo que impulsó mis habilidades sociales, permitiéndome conocer a personas de todas partes que compartían mis mismos gustos e intereses.  Todo esto va más allá de lo que pueda haber adquirido en conocimientos, lo que fue mucho y lo agradezco.  

Alex: Ha sido una de las mejores experiencias de mi vida la que me permitió salir a competir a otros lugares, conocer a muchas personas, ser más sociable, compartir ideas, sueños, miedos. Una de las cosas que aprendí es que para conseguir buenos resultados se debía trabajar en conjunto, lo que fue recompensado en el 2015 cuando obtuvimos en una competencia la medalla al trabajo en equipo, me sentí tan orgulloso por este logro, y ahí supe que obtendríamos muchos más buenos resultados,
porque la base del éxito estaba en la unión en conocer nuestras debilidades y fortalezas, cosa que nosotros ya conocíamos perfectamente. 

 

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¿Influyó el taller de Robótica Educativa en su ingreso a la UFRO?  

Sin duda que sí, fue la respuesta unánime de los jóvenes que cursan su primer año en la universidad, quienes destacan a la iniciativa como la fuente de inspiración que les permitió aclarar sus mentes y saber qué es lo que querían para su futuro. 

 

Arthur: ¡Claro que sí! porque te orienta bastante sobre lo que te gusta en relación con tus habilidades. Al poco tiempo de estar en los talleres comencé a investigar sobre varias carreras de interés, lo que se me hizo mucho más fácil al estar ya dentro de la universidad, consulté con los profesores en base a sus propias experiencias, así gracias a tener el conocimiento previo pude escoger la mejor opción para mí.  

Leonardo: ¡Sí!, este taller me incentivó a estudiar ingeniería electrónica en esta universidad, porque fue aquí donde aprendí las nociones básicas de lo que estudio el día de hoy, una carrera que me encanta, un área en la que espero poder desempeñarme el resto de mi vida.  

Alex: ¡Claro que sí!, cuando comencé a venir a los talleres todo era nuevo, estaba maravillado con el lugar, me decía una y otra vez: “algún día tengo que quedar en esta universidad”, me lo propuse como meta y ahora estoy acá estudiando lo que siempre soñé en el lugar que quería. Estoy muy contento de ingresar a ingeniería civil mecánica, mi carrera cumple con todas las expectativas que tenía, uno piensa que mecánica es igual a autos y no es así, la mecánica es mucho más que eso, hay muchas conexiones y cosas por aprender y la base de todo este aprendizaje me la brindaron los talleres.   

 

De estudiantes a mentores  

Sábado, 9:30 de la mañana. 

Comienza una nueva jornada de los talleres de Robótica Educativa, los jóvenes se reúnen antes, deben preparar todo para el desarrollo de un nuevo taller; cuando faltan pocos minutos para que sean las 10 de la mañana comienzan a llegar los estudiantes, un poco nerviosos, con miedo a lo desconocido, pero llenos de entusiasmo, con ganas de aprenderlo todo… Emociones en las que se ven reflejados los jóvenes mentores, las que los hacen remontarse a aquel primer día de clases, día que marcó el inicio de una nueva etapa en la construcción de sus sueños. 

 

¿Cómo ha sido la experiencia de pasar de estudiante a mentor de los talleres de Robótica Educativa? 

Arthur: Es bastante agradable ver el otro lado de la moneda, ser mentor es genial, te hace recordar todo lo que viviste, las gratas experiencias que te trasformaron en lo que eres el día de hoy. Por lo mismo quiero enseñar lo aprendido, aconsejar a los chicos y trasmitir mi experiencia, para que ellos vean que el esfuerzo, estudiar otras cosas fuera de clases, levantarse temprano los findes de semana al final tiene sus recompensas.  

Alex: Es grafíticamente estar en esta etapa, ver lo que los chicos están haciendo y poder ayudarles; recordar que yo en algún momento estuve igual que ellos con ganas de aprender… “Ellos están creando el mismo sueño que yo tuve, espero que lleguen muy lejos, que sigan tan motivados como el primer día”. Por esto es importante aconsejar en base a la experiencia, les dijimos que siempre dieran su mayor esfuerzo, que este trae grandes resultados, que no se achaquen por las primeras semanas que son las más difíciles, porque luego de pasar esta etapa inicial no podrán dejar de asistir a los talleres y se maravillarán con todo este mundo.   

Leonardo: Una de las cosas que me motivó fue ser participé de los talleres de Mustakis, fue tan buena la experiencia que sin dudarlo me inscribí como voluntario de la fundación, para así enseñarles a los niños y niñas lo que yo aprendí, contribuyendo un poquito a su aprendizaje. En un principio la mayoría de los chicos son un poco tímidos, pero con el tiempo se van desenvolviendo, tomando confianza, respondiendo en clases.

Como consejo les diría que se esfuercen, pero sobre todo que lo pasen muy bien, que generen nuevos amigos de otros lugares, ya que esto les va a servir mucho cuando ingresen a la universidad.  

 

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 “Podía crear todo lo que imaginara”. Arthur Arriagada, estudiante de ingeniería civil electrónica.

Alex Jara, estudiante de ingeniería civil mecánica.  “Saber cómo se producen las cosas”.

“Construir en base a la curiosidad”. Leonardo Herrera estudiante de ingeniería civil electrónica.  


 

Talleres de Robótica Educativa 

La iniciativa de la Fundación Gabriel & Mary Mustakis, desarrollada en nuestra región por el PAR Explora de CONICYT La Araucanía  en conjunto con la Facultad de Ingeniería y Ciencia de  la Universidad de La Frontera, ha beneficiado a cerca de 500 estudiantes buscando desarrollar habilidades de programación y pensamiento lógico, además de incentivarlos a innovar, emprender, resolver desafíos y trabajar en equipo.


   

Periodista: Viarly Salazar Fritz. 

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