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Cerca de 20 jóvenes del Colegio San Francisco de Asís de Chol Chol participaron del didáctico taller, “Uso de Electromiografía en Kinesiterapia”. Ocasión en la que a través de una actividad teórico – práctica, conocieron la importancia de este instrumento médico.
Hasta el Laboratorio de Fisiología del Ejercicio de la Universidad Mayor de Temuco se trasladaron los estudiantes de segundo y tercero medio, quienes aprendieron un poco más sobre la electromiografía desde su enfoque tecnológico; conociendo sobre sus usos en la actualidad, y principales aportes al desarrollo de la medicina.
La actividad fue dirigida por el académico de la mencionada casa de estudios, el kinesiólogo Juan Pablo Valenzuela, quien interiorizó a los jóvenes en el mundo de la electromiografía; test utilizado para estudiar el funcionamiento del sistema nervioso periférico y los músculos que inerva, permitiendo diagnosticar enfermedades neuromusculares congénitas o adquiridas, y clasificarlas según su intensidad u origen.
En la oportunidad los estudiantes realizaron una prueba práctica, que les permitió registrar mediante electrodos especiales las corrientes eléctricas que se forman en los nervios y músculos al producirse contracciones. Con este test pudieron identificar si las alteraciones neuromusculares se deben al músculo o a las fibras nerviosas; a su vez analizaron la amplitud de las corrientes eléctricas, el número de fibras musculares que se contraen, el tiempo que tardan y mantienen contraídas.
La iniciativa que se enmarca dentro del convenio de colaboración entre el PAR Explora de CONICYT La Araucanía, ejecutado por la Universidad de La Frontera y la Universidad Mayor de Temuco, busca acercar a los estudiantes de los distintos establecimientos educacionales al mundo de la ciencia, incentivando el surgimiento de vocaciones científicas.
Un poco de historia sobre electromiografía
Desde el siglo XVII ya se conocía la capacidad que tenían los músculos de producir corrientes eléctricas, gracias al estudio de los músculos de los peces raya. Pero hasta 1890 no llegó a realizarse el primer registro de actividad eléctrica muscular por el doctor y fotógrafo francés E. J. Marey; a partir de entonces, la técnica se perfeccionó y en la segunda mitad del siglo XX se consiguieron desarrollar electrodos minúsculos que podían registrar la actividad eléctrica célula a célula.
Impresiones
“La experiencia me pareció bastante interesante, aprendí mucho. Además es una actividad muy motivadora, que nos impulsa a seguir conociendo sobre nuevas tecnologías, las que pueden ser utilizadas en todo ámbito, siendo un aporte principalmente en el área médica”.
Elena Tropa, estudiante tercero medio, Colegio San Francisco de Asís, Chol Chol.
“He aprendido mucho sobre un área que era completamente desconocida, no pensé que podían utilizarse ciertos instrumentos para el estudio de la actividad muscular. Lo que más me gustó fue hacer la actividad práctica con mis compañeros, y ver cómo funcionaban los equipos, fue muy entretenido”.
Nicolás Tralma, estudiante primero medio, Colegio San Francisco de Asís, Chol Chol.
Periodista: Viarly Salazar Fritz.
